Vistas de página en total

25 sept 2009

Santiago 4:7

Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.



Me gusta descubrir lo que la Biblia dice acerca de temas o personajes sobre los cuales, los hombres han inventado gran cantidad de mitos y han hecho una imagen distinta de la que en realidad tienen. En este caso me refiero al diablo. Algunos dicen que no existe y que es un invento para promover el temor y buscar así que la gente asista a algún grupo religioso. Por otro lado, están aquellos que lo imaginan como un ser con capacidades similares a Dios y básicamente es la representación del mal en la que día a día, luchan el uno contra el otro para tratar de imponerse. La realidad es otra. La Biblia explica que el diablo no tiene ni una pequeña oportunidad para hacer algo contra Dios, de hecho, nos dice en el libro de Job, que para actuar, primero Dios lo tiene que autorizar.
Ahora, dice el versículo que debes resistir al diablo para que huya de ti. Esto te enseña que la advertencia que hace Pedro en su primera carta capítulo 5 verso 8, de que el diablo anda como león rugiente buscando a quién devorar es cierta. El diablo existe. El diablo es real. El diablo está buscando la más mínima oportunidad que exista para verte caer y entorpecer tu crecimiento espiritual, pero sobre todo, está buscando evitar tu acercamiento y comunión con Cristo.
Resistid al diablo.
En el idioma griego, cuando se utiliza esta palabra (resistir), quiere decir lo siguiente: pararse en contra, oponerse o contradecir. Por lo tanto tienes dos formas para salir adelante y no caer en conflictos innecesarios: someterte a Dios y pararte en contra del diablo.
Si no meditas en la Palabra de Dios, es probable que al final, tomes este versículo como algo fantasioso y no harás caso a esta advertencia. Por el otro lado, si amas a Jesús, si has reconocido que has fallado y que gracias a Él puedes tener nuevamente comunión con el Señor, es de vital importancia que entiendas y reflexiones este versículo. Debe ser algo instintivo el someterte a las enseñanzas e instrucciones de Dios. Que tus acciones estén basadas en Él y tus actitudes y pensamientos correspondan a un seguidor suyo. Esto es el someterte a Dios. Si lo comprendes y lo llevas a cabo, podrás ver en tu propia vida el amor que tiene Jehová hacia ti pues tu vida no será la misma. Podrás comprender que sus principios e instrucciones son por tu propio bien y no como pensabas antes que eran un estorbo y limitación para disfrutar tu vida. Si Jehová dice, resiste al diablo y oponte a él, ¡hazlo! Me gusta que la definición de resistir incluya contradecir. Recuerda que los principios se tienen que ir formando y el diablo tratará de convencerte que los suyos son los mejores. Aquí es cuando pienso en la definición: contradice al diablo, ¡di no! Oponte a esos pensamientos y a esos principios, párate en contra y resiste.
Hoy quiero animarte a meditar en este versículo y relacionarlo con tu vida. ¿Estás contradiciendo al diablo o le estás permitiendo colarse? ¿Te estás sometiendo a Dios como Él espera o como tú quieres?

Oración
Señor: Tú que estás en el cielo y eres Santo, te quiero agradecer por preocuparte por mí de manera tan personal. Gracias por tu palabra y tus instrucciones, gracias por tus advertencias y por siempre buscar mi bien. Te pido perdón porque en ocasiones yo no he contestado de la misma forma y he buscado mi beneficio sin importar lo que Tú digas. Perdona mis pecados Señor. Hoy entiendo que debo someterme a Ti y que debo oponerme y resistir al diablo. Guíame para que así sea Señor. Oro a Ti en el nombre de Jesús
Amén

24 sept 2009

Santiago 4:5-6

¿O creen que la Escritura dice en vano que Dios ama celosamente al espíritu que hizo morar en nosotros? Pero Él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: Dios resiste a los orgullosos pero da gracia a los humildes.


¿Por qué razón será tan fácil tomar la Palabra de Dios a la ligera o en vano como dice el versículo? Tal vez en este momento estás pensando: ¡qué dices!, jamás, yo nunca lo haría, y por el contrario pongo toda mi atención. Sí, lo entiendo, pero me refiero a los momentos en los que tomas decisiones que, sabiendo que no son correctas, aún así las haces. Esto, para mí, es tomar la palabra de Dios en vano. Te voy a poner un ejemplo personal para explicarme mejor: tengo mucho trabajo que realizar en mi orgullo. No es fácil. Día a día, el Señor me ha mostrado que tengo mucho orgullo en áreas que ni siquiera había pensado. En ocasiones, simplemente no pienso en Dios y actúo como pienso que sería lo mejor. Esto es tomar la escritura en vano. Piensa en cualquier pecado que estés arrastrando. ¿Por qué no tomas la escritura al cien por ciento y simplemente terminas con él? Porque en ocasiones olvidamos las enseñanzas, nos dedicamos a nosotros mismos y tristemente tomamos la Palabra de Dios en vano. No se trata de no darle importancia a la Biblia, se trata de olvidarla en los momentos cruciales, en los momentos de toma de decisiones, se trata de escucharla, guardarla, tener fe y actuar. Podría parafrasear el versículo así: ¿por qué sigues dudando sobre la veracidad de la Palabra de Dios, por qué no te entregas por completo si sabes que es lo que Dios quiere de ti? ¿Acaso crees que Dios miente para que lo tomes a la ligera? Santiago nos está recordando un principio importantísimo: la palabra de Dios nunca ha estado en vano. Por lo tanto, cada principio, cada enseñanza, debes poner todo tu corazón, toda tu entrega y todo tu ser. En esos tiempos, la gente no estaba entendiendo, como ahora, que Dios vive en nosotros a través de su Espíritu Santo, y que, al seguir teniendo comunión con el mundo, su comunión con Dios se estaba afectando.
El principal problema que detectó Santiago con relación a las personas que querían seguir teniendo comunión con el mundo y haciendo a un lado la palabra de Dios se llama: orgullo. Por esto, termina recordándonos una enseñanza del antiguo testamento: Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. El orgullo es la causa por la cual, quieres seguir teniendo amistad con el mundo aún cuando Dios te dice claramente que te vuelves su enemigo.
La solución está en la gracia de Dios, en su amor incondicional y sobre todo en su misericordia. Debes entender que el Señor te perdonó tus pecados sin merecerlo, que te amó antes de que tú lo amaras y que en su gracia te da todo lo que necesitas. A cambio, quiere tu vida. Tu entrega. Tu obediencia. No caigas en tomar los principios y mandamientos de Dios en vano, no lo tomes a la ligera. Si Dios nos dice que nos ama y busca celosamente que lo sigamos, que lo obedezcamos, que lo amemos y que nos entreguemos a Él, ¡hazlo! No lo pienses más. Ten humildad y reconoce tus errores y así experimentarás la gracia de Dios, por el contrario, sigue con tu orgullo y tendrás su resistencia.

Oración
Señor: eres Todopoderoso y cada día me sorprendes con tu palabra. Te pido perdón que en ocasiones, incluso sin darme cuenta, tomo tu palabra en vano y hago lo que yo quiero. Te pido que fortalezcas mi fe, que fortalezcas mis pasos y que pueda caminar confiado en Ti, confiado en tu palabra, confiado en tus promesas. Perdona mi orgullo y soberbia, no dejes de trabajar en mi corazón. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

23 sept 2009

Santiago 4:4

¡Oh gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios.


Es muy interesante que utilice la palabra adúltera. Difícil de aceptar que seas adúltero, pero entendiendo el concepto, la descripción me parece perfecta. En el idioma original, la palabra adúltera tiene el mismo sentido que actualmente utilizamos: tener una relación extramarital.
¿Es posible serle infiel a Dios? Básicamente es lo que Santiago nos está enseñando el día de hoy. La respuesta es sí. Además, dentro de esta enseñanza, Santiago nos muestra que, aunque Jehová es muy estricto con nosotros, también tiene un amor incondicional que pocas veces podemos comprender. En repetidas ocasiones, se hacen analogías entre el matrimonio o una boda (el novio y la novia) y Dios siendo el novio y la iglesia (nosotros) la novia. Es una forma de ayudarte a entender que aquellos seguidores de Cristo tienen una unión íntima con el Señor. No es un juego. No es una relación de sentimientos ni de chispazos. Es una relación como una pareja enamorada. En consecuencia, cuando comienzas a echar tus miradas al mundo y “coquetear” con él, estás dirigiéndote al camino de la infidelidad o adulterio. Si sigues en esos pasos, posteriormente te encontrarás tan envuelto por el mundo que será difícil darte cuenta que estás pecando e interrumpiendo tu relación con Dios.
La amistad con el mundo es enemistad con Dios.
No es lo que tú y yo pensemos. ¡Grábalo en tu mente! Se trata de lo que Dios dice. Si, en su palabra nos enseña que no podemos ser amigos del mundo y al mismo tiempo sus discípulos, ¡así es! Te lo puedo decir por experiencia. Siempre que te acercas al mundo, terminas cometiendo errores y pidiendo perdón a Dios (y a los afectados) por no haber confiado antes y escuchado sus advertencias. Seguramente ya te ha pasado también. Pero ¿cómo es la amistad con el mundo? ¿Cómo debes entenderlo? No hay que darle muchas vueltas para saber lo que es una amistad de una persona con otra: pasar tiempo juntos, conocerse, saber qué le gusta o disgusta, realizar actividades juntos, preocupación e interés por la otra persona, entre otras. Cuando trasladas estas características al mundo, se vuelve algo así: preocuparte por lo que digan y piensen las personas de ti en lugar de lo que Dios opine de ti, preocuparte por realizar las mismas actividades que los demás sin importar que Dios las apruebe o no, involucrarte en sus vicios, aceptar sus ideales y principios, y finalmente pensar que entre el mundo y Dios no hay tantas barreras sino unos pequeños ajustes nada más. ¡Falso! Entre el mundo y Dios hay una eternidad que separa el uno del otro. El que quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios. No puedes estar jugando entre un bando y otro. Dios quiere tu entrega total. Piensa en esto: ¡para qué ser amigo de la creación cuando puedes tener una relación con el creador! Así se facilita saber cuál es mejor ¿no crees?

Oración
Padre Santo: perdona mis pecados. Perdona que no he confiado en ti y he preferido muchas veces buscar en el mundo y teniendo amistad con él. Entiendo que no puedo seguir así y que Tú me pides entrega total. Ayúdame a cambiar y comprender tus principios y confiar en que la amistad con el mundo no trae nada bueno para mí sino todo lo contrario. Ayúdame a entender que al buscar al mundo me alejo de Ti y que al ser su amigo me convierte en tu enemigo. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

21 sept 2009

Santiago 4:1

¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos?


En la versión Dios habla hoy, traducen la segunda parte como conclusión: pues de los malos deseos que siempre están luchando en su interior. En cambio, la versión Reina Valera, la de las Américas y la Nueva Versión Internacional lo traducen como pregunta retórica. Me parece interesante poder analizar el versículo con ambas opciones.
Como escribí hace tiempo, Santiago utiliza las preguntas para llevarte a meditar sobre tu vida, tus obras, tus creencias, tu fe entre otros, y con el verso de hoy, busca hacer lo mismo. Quiere que entiendas claramente el por qué de los conflictos que hay, no solo a nivel internacional ni nacional, sino familiar. En varias ocasiones me he preguntado sobre las guerras en el mundo y su injusticia sobre aquellos que no están involucrados con los conflictos pero aún así se ven afectados en gran manera. También pienso sobre los países con problemas de nutrición y falta de servicios básicos. ¿Dónde está Dios para ayudarlos?
La respuesta la encuentras en este versículo. De sus propias pasiones surgen las guerras y los conflictos entre ustedes. De ti y de mí. No hay un tercero involucrado. De tus pasiones. De las mías. ¡Dios no está involucrado! Sé que es fácil echarle la culpa a alguien más y pensar que están peor que tú. Puede ser cierto, pero eso no quita tu parte dentro del problema. A veces las guerras y los conflictos tan grandes que sufre este mundo, te llevan a perderte dentro de tantas telarañas que hay y dejas de poner atención al “micro” mundo que existe a tu alrededor. Este versículo no es para corregir las guerras y conflictos internacionales, es par que corrijas tus guerras y tus conflictos personales. ¡Cuántas familias están peleadas por herencias! ¿Cuántos hermanos se han dejado de hablar por conflictos y desacuerdos? ¿Cuántas amistades se han acabado por dejar que las “guerras” acaben con lo que habían formado? ¿Cuántos hijos han crecido con un solo padre o tal vez sin ninguno de los dos a causa de conflictos entre ellos?
¿Te das cuenta de lo grave que son tus acciones equivocadas? ¿Puedes entender que al dar paso a tus pasiones internas, desembocas una cadena de malas decisiones? Las guerras y los conflictos ¿no surgen de tus pasiones internas? Si no quieres analizarlo así, utilizaré la versión de Dios habla hoy: tus pleitos y conflictos surgen de los malos deseos que están luchando en tu interior. Deja a un lado el pensar que los demás tienen la culpa. Entiende que tú eres causante de grandes problemas por tus propias pasiones. Mejor aprende a entregarlas a Dios.

Oración
Padre: quiero entregarte mis pasiones y pedirte que corrijas mi camino pues no quiero llevar una vida de guerra y conflictos. Guíame para aprender a escuchar y pedir perdón por mis malas decisiones. Ayúdame a transformar mis pensamientos egoístas y entender primero mis errores. No me dejes seguir solo Señor. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

16 sept 2009

Santiago 3:17-18
En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial, sincera. En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen paz.


¿Suena utópico? Sí. ¿Es posible? Sí, pero no es fácil. Para poder crecer esta sabiduría en tu vida, tendrás que aprender a negarte a ti mismo y poner a Dios primero. Te voy a explicar por qué. La primera característica de la sabiduría del cielo es pureza. Tú y yo no somos puros sino al contrario somos pecadores, por consecuencia, nuestra sabiduría debe ser ejercitada para hacer lo que no está acostumbrada a hacer. Llevar una vida pura necesita de conocimiento de la Palabra de Dios, pero sobre todo de tu entrega para cambiar y corregir tu camino. Después dice que la sabiduría es pacífica o promueve la paz. ¿Recuerdas que escribí que debes aprender a negarte a ti mismo? Pues aquí empieza la acción. Para que tu vida tenga paz y tu sabiduría promueva la paz, es necesario que reacciones diferente en momentos de “guerra”. Si comienzas una discusión, que se transforma en pleito, aunque tú no hayas tenido la culpa y además tengas la razón, la paz a la que te llama Dios te promueve que arregles tu situación antes de seguir con tu día. ¿Dónde quedó el orgullo? En el suelo y aplastado. Duele ¿verdad? Pues aunque no lo creas esto es lo mejor que puedes hacer. Además es bondadosa y llena de compasión. ¿Te preocupas por los demás? ¿Te percatas de las necesidades que hay a tu alrededor? ¿Te entregas a los demás? No es fácil dejar a un lado tus deseos y poner las necesidades de alguien más primero. Pero alguien que puede tener compasión de aquellos que lo necesitan, está entendiendo la sabiduría que viene del cielo. Otra característica es dócil. Quiere decir que recibe fácil la enseñanza, suave y apacible. Aunque no te guste, debes estar dispuesto a escuchar y aprender. A veces rechazas lo que no va de acuerdo con lo que piensas o incluso no quieres aceptar la instrucción por la persona que lo está diciendo. El ser dócil, te lleva a un conocimiento superior, te crea un criterio más completo, te ayuda a entender la buena voluntad del Señor a través de sus mandamientos. No rechaces la instrucción que te es dada. Dios se encargó de poner ese recurso a tu alcance: ¡no lo menosprecies! Por último, es imparcial y sincera. Sabes que la imparcialidad no es una virtud en este mundo, pero entregando tus pensamientos a Dios, puedes lograr ser imparcial en tu vida y tomar las decisiones correctas y tener un juicio correcto, además, la sinceridad va de la mano con la imparcialidad. No permitas que tus palabras y actos pierdan valor por la falta de sinceridad, que la hipocresía no sea algo normal o aceptable en tu vida, recházala totalmente.
Así como ayer escribí sobre lo destructivo que es para tu vida el tener celos, envidias y contiendas en tu corazón, hoy quiero recordarte que hay un camino que produce fruto y paz. Este camino es el que trazó Dios para ti y para mí. ¿Quieres seguirlo?

Oración
Padre: gracias por mostrarme una forma tan diferente e increíble para vivir. No puedo creer que pueda tener una vida con paz, sinceridad, dócil, bondadosa, etc pues jamás he podido trabajar en todos esos atributos. Sé que no es fácil y por eso te pido que pongas en mí las ganas para hacerlo y que no pierda este deseo de hacer las cosas diferentes. Quiero seguir tu camino y obedecerte. Ayúdame y guíame. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

15 sept 2009

Santiago 3:14-16

Pero si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad. Ésa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y diabólica. Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas.


La versión Dios habla hoy traduce así: pero si ustedes dejan que la envidia les amargue el corazón… entonces no tienen de qué enorgullecerse y están faltando a la verdad porque esta sabiduría no viene de Dios…
Los celos, la envidia y los corajes son sumamente peligrosos. A veces no es fácil percatarse que están en nuestra vida. Por el contrario, en ocasiones, como dice el versículo dejas que te amargue el corazón.
Satanás existe y también tiene un plan para que no tengas una vida espiritual en apogeo. Él no es como Dios Todopoderoso, pero sí utiliza ciertos recursos a su alcance. En esta ocasión, busca cambiar nuestros principios en Cristo por dichos y principios que el “mundo” utiliza. Es sorprendente meditar sobre este versículo, las envidias y las rivalidades en el corazón y entender lo dañinas que son, lo mucho que perjudican a una persona y lo malas que son para tu relación con Dios. Sin embargo, cuando pienso en el concepto de la gente en general sobre estas mismas situaciones, me topo con conceptos como: un poco de celos (con tu pareja) es sano e incluso bueno para que no te vean la cara; hay envidia de la buena (¿cuál es esa?); no voy a odiar a esa persona, simplemente ya no le voy a hablar; no puedo creer que me haya hecho esto después de todo lo que hice por él; y así la lista de ejemplos continúa, tú pon el tuyo. Lo que quiero expresar con esto, es la forma en que se pueden “mundanizar” los principios bíblicos. En otras palabras, reducir la verdad absoluta a relativa. Date cuenta de la descripción de Dios con respecto a las envidias, las contiendas y las amarguras: es sabiduría humana y diabólica, crean confusión y acciones malvadas. ¡Esa es la verdad sobre la envidia y los celos y los corajes que tienes en tu corazón! ¿Sabes algo más grave aún? Tú y yo lo permitimos. Qué fácil pensamos que es muy exagerada la Palabra de Dios y con qué poca frecuencia reflexionamos sobre lo destructivo que es para nuestras vidas el no escucharla y obedecerla. ¿Te das cuenta? ¿Cuántos corajes y amarguras hay en tu corazón? Ahora los médicos quieren darnos pastillas para la depresión. Si bien, entiendo que hay muchas cuestiones que no podemos controlar con la depresión, pienso que es un reflejo de nuestra laxitud con respecto a la obediencia total que nos pide el Señor. Piénsalo por un momento. Las envidias y los celos crean acciones malvadas. En otras palabras: te destruyen como persona, te acaban, no te dejan seguir. No dejes a un lado estos versículos y medita en ellos. Esto puede cambiar tu vida en gran manera para bien. No dejes que las creencias y dichos comunes tergiversen la realidad de las cosas, la verdad de Dios.

Oración
Padre: perdona que te haya fallado. Cuánta verdad hay en tu palabra al mostrarme que las envidias, los celos y los corajes no provienen de Ti sino del mundo y de Satanás. Gracias por recordarme que tus principios son eternos y buscan mi bien. Quiero pedirte que pueda obedecerte en todo lo que haga y que me guíes por tu camino. Quiero vivir buscando Tu sabiduría y haciendo a un lado la que tanto daño me ha hecho. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

14 sept 2009

Santiago 3:13

¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante las obras hechas con la humildad que le da su sabiduría.


¿Qué significa sabio y entendido?
Una persona sabia es aquella que tiene gran conocimiento de alguna materia en especial, y aquellos que son entendidos, son como peritos que dominan igualmente una materia, y además pueden dar una opinión al respecto por su experiencia.
En el contexto de este versículo, los sabios y entendidos, lo son en relación a Dios y su Palabra. Entendido esto, puedes darte cuenta que se está realizando una pregunta con un reto dentro de ella. Parafraseada diría algo así: Aquellos que piensan que conocen de Dios, levanten la mano. Ok. Ahora, ustedes que se consideran conocedores, peritos y sabios, es necesario que pasen esta prueba: demuestren su conocimiento a través de su buena conducta y obras hechas con humildad. Aquí empiezan las trabas. Si eres honesto contigo mismo, sabes que fallas muchas veces. Mantener una buena conducta no es cosa fácil. Realizar obras con humildad menos.
Mucha gente piensa que es buena. Otros piensan que saben mucho de Dios. Este versículo no se escribió para la minoría. Estoy seguro que se aplica para la mayoría de nosotros.
Ahora, el ser sabio y entendido en la palabra de Dios, no es algo malo, todo lo contrario, es una virtud que cada uno de nosotros debe buscar. El problema llega cuando esa sabiduría y entendimiento, no producen ningún cambio en nosotros. Aquí es donde Santiago quiere hacer su aportación. ¿Cómo es posible que conozcan tanto del Señor y tengan las actitudes y acciones que tienen? Haciendo una pequeña analogía, pienso que es como estar en secundaria y aún realizar sumas y restas de primaria. ¿Lo puedes ver? El conocimiento de la palabra de Dios es vano ¡si no se aplica todos los días!
Santiago te está animando a dos puntos principales: el primero es analizar tu conocimiento de Dios; el segundo es darte cuenta si tu vida está llena de actos que hablan de ese conocimiento o simplemente que complacen tus deseos.
Si crees en Dios, vive de acuerdo a esa creencia. Si conoces de Dios, vive transformando aquello que no es agradable a sus ojos. Pero sobre todo, que tu vida sea llena de buena conducta y obras hechas con humildad. Que la gente pueda notar que hay algo distinto en ti. Si quieres tener un parámetro para tu vida espiritual y amor hacia Dios, analiza tu conducta y todas tus acciones de esta semana y ponlas a la luz de la Biblia…

Oración
Padre: quiero pedirte que perdones mis pecados. También te quiero agradecer por mostrarme cómo puedo cambiar y los errores que puedo cometer aún teniendo conocimiento de tu palabra. Guíame para que mis obras sean de buena conducta y siempre humildes. Cámbiame Señor. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

11 sept 2009

Santiago 3:9-12

Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada? Hermanos míos, ¿acaso puede dar aceitunas una higuera o higos una vid? Pues tampoco una fuente de agua salada puede dar agua dulce.


Vuelve a leer el pasaje con detenimiento…
En los primeros versículos de la carta de Santiago, se hace referencia al hombre inconstante advirtiendo que no obtendrá nada del Señor. La inconstancia es el peor mal que ataca a una persona que quiere seguir a Cristo. No puedes tener un domingo lleno de vida espiritual y gozo con Dios para después tener una semana llena de ti, de tus vicios, de tus mañas y sin el Señor por ningún lado.
Constancia y coherencia.
¿Puede salir agua dulce y agua salada de una misma fuente? ¡Seguro que no! ¿Puede una higuera dar olivos? ¡Tampoco! Entonces ¿qué haces teniendo una “doble” vida? Con la misma facilidad que contestas negativamente a estas preguntas debes contestar sobre tu lengua y entender que debe ser controlada. No puedes estar teniendo “doble” personalidad. No es correcto que tengas varios comportamientos dependiendo el lugar. Si amas a Dios, tu compromiso debe ser el controlar tu lengua. Hablar y comportarte de la misma forma en cada lugar en el que estés: como un hijo de Dios. Tal vez, en todos estos años, has engañado a la gente. Pueden creer que eres una excelente persona. Dios no puede ser burlado. Él conoce tu corazón y más profundo. No te engañes.
El día de hoy quiero llevarte a reflexionar sobre tu actitud hacia el controlar tu lengua, controlar tus acciones y llevar una vida cien por ciento entregada al Señor. Así como no puede salir bendición y maldición de una misma lengua, tampoco puedes llevar una vida en la que se ame a Dios unos días y lo niegues con tus actos en otros. ¿Te das cuenta? ¡Es un compromiso total!
Conozco a personas sumamente entregadas y comprometidas con Dios. A veces he pensado que exageran. Con versículos como estos, me doy cuenta que no exageran sino que yo estoy tratando de cambiar a Dios a mi manera y ellos están obedeciendo a Dios siendo transformados a Su manera. Hoy has aprendido que la Biblia te pide que de tu boca solamente salga bendición y que dejes a un lado el pensamiento o creencia que puedes estar llevando esta doble actitud dependiendo tu circunstancia. No puede haber dos personas en una sola. Dios quiere que haya constancia en tu vida. Esta es una excelente prueba para saber si realmente amas a Dios. Es el principio de negarte a ti mismo y comenzar a obedecer el primer mandamiento: amar a Dios sobre todas las cosas (¡incluyéndote a ti mismo!).

Oración
Padre: entiendo tu enseñanza del día de hoy y te pido que me perdones por no amarte sobre todas las cosas. Quiero que mi vida sea constante y no de dobles actitudes, guíame par que pueda lograrlo Señor. Gracias por amarme y mostrarme un nuevo camino para vivir en el que tú siempre estás a mi lado. Gracias en el nombre de Jesús
Amén

10 sept 2009

Santiago 3:7-8

El ser humano sabe domar y, en efecto, ha domado toda clase de fieras, de aves, de reptiles y de bestias marinas; pero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal.


En mi punto de vista, el ser humano es increíble. De hecho, pienso que la el periodo de la ilustración, tiene gran sentido pues en algún momento teníamos que notar la increíble “maquina” que es el cuerpo humano y la gran perfección con la que está hecha. Sin embargo, en lugar de apuntar hacia Dios después de admirarse tanto, se quedaron maravillados con el ser humano y no dieron el siguiente paso para reconocer al Creador. Una situación similar pasa con los pecados que cometemos. A veces se vuelven tan grandes, tan difíciles de cambiar, tan duros y complicados, que nuestra mirada se queda enfocada en la grandeza del pecado en sí y olvidamos que hay una grandeza aún mayor llamada Jesucristo.
La lengua puede caer dentro de esta categoría. La Biblia nos dice que es imposible domarla. Que incluso podemos domar bestias y otros animales pero nuestras palabras no.
¡Cómo puede ser posible! ¿Estamos destinados a no poder hacer nada? No. Existe una solución. En la carta a Tito, capítulo 3, podemos darnos cuenta que si bien, éramos esclavos de nuestros pecados, gracias al amor de Dios y el sacrificio de su unigénito Jesucristo, somos lavados y regenerados por la renovación del Espíritu Santo. Explico un poco más. Cuando aceptas que eres pecador y que tu relación con Dios debe ser restaurada, Jesucristo se vuelve el camino para llegar al Padre. Posteriormente, Dios envía a su Espíritu Santo a morar en aquellos que lo han reconocido. Éste a su vez, tiene el poder de renovar nuestras vidas desde el interior. Lo que antes era imposible, ahora es posible. Por lo tanto, si has aceptado a Cristo, no puedes seguir teniendo problemas con ningún pecado. Podrá tomar tiempo la perfección, pero debes estar seguro que la victoria sobre el pecado ya te fue dada. Entonces, cuando Santiago habla sobre la imposibilidad de domar la lengua ¿a qué se refiere? A que, mientras trates de realizarlo por tus propios medios, nunca lo lograrás. La única solución para poder domar la lengua es a través del trabajo de renovación del Espíritu Santo en tu vida.
Por último quiero tocar la descripción que da Santiago sobre la lengua: mal irrefrenable, veneno mortal. No tomes estos versículos a la ligera. La Biblia no insiste en un tema si no tiene gran trascendencia. Te invito a que vuelvas a analizar tus palabras, lo que dices o lo que te gustaría decir. ¿Puedes controlar tu lengua? ¡No! No te engañes. Mejor entrégala a Dios y permite que el Espíritu Santo comience la renovación para que a través de Él puedas domarla.

Oración
Padre: tu palabra está llena de sabiduría. Hoy quiero reconocer que no puedo domar mi lengua y pedirte que tu Espíritu Santo me lleve a lograrlo. No quiero que ese mal irrefrenable y veneno mortal estén en mi vida por mi lengua. Transfórmame Señor. Perdona mis pecados y escucha mi oración en el nombre de Jesús
Amén

9 sept 2009

Santiago 3:5-6
Así también la lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes hazañas. Imagínense, ¡qué grande bosque se incendia con tan pequeña chispa! También la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y, encendida por el infierno, prende a su vez fuego a todo el curso de la vida.


¿Qué tanto puede hacer la lengua? ¿En verdad tiene el poder de “encender” todo un bosque? Como siempre, las respuestas las tiene la Biblia y no nuestras opiniones. Hay una gran cantidad de versículos que hacen referencia a la lengua y el cuidado que debemos tener sobre la misma. Esto me da a entender que es un miembro sumamente peligroso. Ahora, este mismo miembro también tiene poder para generar lo bueno: compartir la palabra de Dios.
Estas palabras no fueron escritas para crear un debate entre lo que pueden hacer nuestras palabras y lo que no. Esto es una advertencia, un llamado a protegerte de tus propias palabras, a poner atención y entregar tu lengua a Dios para que puedas aprender a dominarla a través de su Espíritu Santo.
Reflexionando un poco sobre la lengua, me sorprende de lo que se puede lograr a través de ella. Se han levantado revoluciones o logrado independencias a través de las palabras de un caudillo. Todo un país siendo transformado por las palabras de aquellos que pensaron que las cosas debían ser diferentes. También, tenemos el tema actual que la lengua encabeza, el fraude. Gracias a la palabrería de las personas, millones de personas han sido víctimas de un fraude. Pero como escribí unas líneas atrás, este poder tan grande que está almacenado en nuestra lengua, también puede ser utilizado para dar gloria a Dios. A través de la lengua, los discípulos de Jesús llegaron a compartir el evangelio y lo dieron a conocer en gran parte del mundo. Gracias a los planes de Dios y su obediencia, esas palabras cambiaron la forma de contar los años Antes de Cristo (A.C.) y Después de Cristo (D.C.) ¿te das cuenta de la relevancia que tiene lo que dices?
Tristemente, si no pones atención, “quemarás” varios bosques en tu vida.
He visto lo impresionantes e indomables que llegan a ser los incendios. También recuerdo de haber pasado por una zona de bosque en la cual, un año anterior había sido devastada por un gran incendio. La escena es triste y desalentadora. Gris. Sin color. Miles de árboles quemados. Sin vida. Todo comenzó con una pequeña chispa que no fue controlada. Lo mismo puede pasar con tu vida si no controlas tu lengua. Familias son destrozadas por la lengua, matrimonios divididos, hijos aislados y con corajes, amistades rotas, problemas laborales, etcétera. Te quiero animar a que medites en las consecuencias de tus palabras. Un pequeño miembro, la lengua, tiene el poder de contaminar ¡todo tu cuerpo! ¡Piénsalo!

Oración
Señor: te doy gracias por enseñarme con tu palabra que la lengua es peligrosa. Perdona todo lo mal que la he utilizado. Guíame para no estar creando incendios en mi vida por causa de ella y por el contrario que se generadora de bendición. Perdona mis pecados Señor y escucha mi oración en el nombre de Jesús.
Amén

8 sept 2009

Santiago 3:3-5ª
He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño…


Hoy y mañana escribiré sobre la lengua. Hoy sobre el control de la misma, mañana sobre las consecuencias de su uso.
De no ser por estos versículos, creo que ninguno de nosotros hubiera imaginado que la boca tiene tanto poder. Con un pequeño freno en la boca de los caballos, puedes guiarlo y decidir si debe ir a la izquierda o a la derecha e incluso detenerse. Si hay un mal camino adelante frenarás, si se mejora por el lado izquierdo indicarás al caballo a girar en esa dirección. Lo mismo pasa con los barcos. Además, en los tiempos de Santiago, probablemente estaba haciendo referencia a las naves y caballos de guerra (muy grandes). Pero finalmente se controlaban desde un pequeño lugar, el timón o el freno. Si el capitán del barco veía que el oleaje sería peligroso de seguir en esa dirección, tomaba la decisión de cambiar el rumbo y corregir su camino. Todo el barco giraba en la nueva dirección y aquellos que se encontraban a bordo, podían estar tranquilos que irían por un mejor camino.
Con la boca (lo que decimos), pasa algo muy similar que con los caballos o los barcos. Con tus palabras puedes dirigir todo tu ser hacia “malos caminos” o “terribles tempestades”, pero también puedes prevenirte de los mismos tomando las decisiones correctas con anterioridad. Estoy seguro que te has dado cuenta de lo difícil que es controlar la lengua. Es probable que ya hayas experimentado en repetidas ocasiones las consecuencias de su mal uso.
Hoy quiero que aprendas a “dirigir” y “frenar” tu boca, que entiendas que es necesario dominarla, ponerle frenos, darle dirección y corregirla. La lengua no se domina por sí sola, ¡tú la debes controlar!. No habla lo bueno así nada más. Nuestras palabras necesitan ser guiadas para que solamente hablemos lo correcto.
También es importante notar la analogía de los caballos y los barcos con nuestro cuerpo completo. Todo nuestro cuerpo puede ser guiado con un pequeño miembro, la lengua. De ti depende la dirección que quieras tomar. Trata de recordar el día de ayer y tus conversaciones. ¿Qué salió de ti? ¿Hacia dónde te llevaron tus palabras? ¿Creaste un ambiente de paz o destrucción? Aquello que decimos, tiene la fuerza para llevar a todo nuestro cuerpo por el camino que esas palabras han trazado, hoy te animo a que entregues tu lengua a Dios, que examines tus palabras antes de decirlas, que corrijas antes de llegar a “tormentas”, que frenes antes de que sea demasiado tarde.

Oración
Señor: perdona mis pecados. Perdona mis palabras que sin saber también te han ofendido. Guíame para poder controlar mi lengua. Te pido que seas mi “timón” y mi lengua sea dirigida por Ti; gracias por tu amor incondicional y por mostrarme siempre un mejor camino para mi vida. Te pido escuches mi oración en el nombre de Jesucristo.
Amén