Vistas de página en total

27 ago 2012

Gálatas 1:13-15


Ustedes ya están enterados de mi conducta cuando pertenecía al judaísmo, de la furia con que perseguía a la iglesia de Dios, tratando de destruirla.  En la práctica del judaísmo, yo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi celo exagerado por las tradiciones de mis antepasados.  Sin embargo, Dios me había apartado desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia.




¡Hay tanta gente que sigue pensando que para ir al cielo, a la presencia del Señor, es necesario realizar cierto tipo de sacrificios!  Es triste.  Este pensamiento dista mucho de lo que la biblia nos dice.  De todas maneras, hay religiones que, utilizando la biblia como algunos principios, omiten versículos de suma importancia como el de hoy.  Dios me había apartado y me llamó por su gracia, nos dice Pablo.  Entonces, Pablo fue llamado y hecho hijo de Dios, ¿Porque había hecho una gran labor?  No.  ¿Porque sus conducta como fiel y ferviente judío lo hacían digno?  No.  ¿Por llevar su religión de una manera impecable?  No.  ¿Por qué fue llamado y apartado por Dios?  ¿Qué hizo para merecerlo?  ¿Qué puedo hacer yo para merecerlo?  Recibir la gracia del Señor.  Cuesta trabajo entender este concepto tan sencillo pues estamos acostumbrados a hacer algo para poder recibir.  Nos han enseñado que debemos esforzarnos para merecer esto o aquello.  Pero Dios, como lo he dicho varias veces, trabaja muy distinto a lo que estamos acostumbrados.  Él no nos pide que hagamos algo para venir a su presencia.  Él nos ama tal y como estamos.  Sucios.  Enfermos.  Defectuosos.  Con muchos problemas.  Con mucho orgullo.  Enojones.  Críticos.  Envidiosos.  Adúlteros.  Mentirosos.  Adictos.  Depresivos.  Y toda la lista de nuestras “grandes” cualidades está incluida.  Leíste bien.  Dios te ama tal y como eres.  Te ha escogido y te ha llamado por su gracia, su misericordia y su gran amor.  No has hecho absolutamente nada para merecerlo, pero ahí está Él dándote todo de manera incondicional.  ¡Esto debe ponerte la piel “chinita”!  Debe penetrar a lo más profundo de tu ser y debes meditar en ello.  Sí, es verdad, la gracia de Dios no está condicionada.  No hay “truco”.  Lo que abunda es amor y misericordia.  No importa todo lo que hayas hecho.  Pablo por eso nos confiesa su pasado.  Saben que perseguí a la iglesia, nos dice.  ¿Sabes qué hizo mientras perseguía a la iglesia?  Presenciar encarcelamientos sumamente violentos.  Presenciar y aprobar que golpearan o lapidaran a los seguidores de Jesús.  Sabemos que estuvo presente y aprobó la muerte de Esteban.  ¡Ese era Pablo!  ¡Hoy podríamos decir que era un loco!  Seguramente le encontrarían algunos síndromes psicológicos y estaría clasificado como un ser que no puede corregirse o cambiar.  Pero Dios lo escogió.  Lo apartó.  Lo amó y le extendió su gracia.  No pidió que cambiara para aceptarlo.  No pidió que se comprometiera a hacer esto o aquello.  Lo amó incondicionalmente y así nos ama también.  ¿Lo entiendes?  Dios te ama tal y como eres.  ¡No tienes que cambiar para poder recibir su gracia.  No puede amarte más y tampoco puede amarte menos.  No hay nada que puedas hacer para cambiar el amor y la misericordia que Dios tiene para ti.  ¡Por eso la gente no lo entiende!  ¡Es difícil creer que nos den tanto siendo tan malos!  ¡Es difícil recibir gracia cuando hemos dado todo lo contrario!  Piénsalo.  Dale unos minutos a este regalo de Dios.  ¿Qué vas a hacer con esto que te ofrece Dios?  Personalmente, decidí tomar y abrazar esa gracia.  Mi vida está entregada a Cristo no porque tenga que hacerlo o como un “pago” por lo que me ha dado sino porque vivo agradecido por su amor incondicional y las bendiciones tan increíbles que derrama sobre mi vida.  ¿Cómo darle la espalda?  ¿Cómo seguir como antes?  ¿Cómo no servirle y seguir sus pasos?

Oración
Señor:  te pido perdón por mis pecados y te doy gracias por amarme tal y como soy.  Siempre pensé que no podía acercarme a ti pues no soy digno de hacerlo, pero hoy entiendo que tu amor va más allá y me permites reconciliarme contigo por el sacrificio de tu hijo Jesús.  Gracias por extender tu mano.  Gracias por fijarte en mí.  Gracias por amarme incondicionalmente y perdona que yo no te corresponda como te mereces.  Hoy quiero entregar mi vida a Ti.  Hoy quiero pedirte que me transformes.  Hoy quiero vivir diferente, conforme a tu voluntad, conforme a tus principios y sobre todo, conforme a tu gracia, misericordia y amor.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén 

24 ago 2012

Gálatas 1:11-12


Quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que yo predico no es invención humana.  No lo recibí ni lo aprendí de ningún ser humano, sino que me llegó por revelación de Jesucristo.  



El evangelio de Cristo no es un libro lleno de buenas intenciones.  No es una novela.  No es un libro de motivación ni tampoco de superación.  El evangelio significa buenas nuevas.  Noticias que traen un bien.  Es la única forma en la que podemos describir la palabra de Dios.  Son buenas noticias.  Nos traen un bien.  No son una serie de reglas que limitarán tu vida.  No son instrucciones para convertirte en un fanático de la religión y olvidarte del mundo.  No dejes que los mitos que hay alrededor de la biblia te confundan.  Explora e investiga por ti mismo.  No es muy complicado.  Lo único que necesitas es leer.  Si tienes dudas, pregunta a alguien familiarizado con la biblia.  Podría escribir y escribir tratando de convencerte que la biblia fue escrita por revelación de Dios.  Podría citar versículos como el de hoy que nos hablan de esa inspiración divina.  Pero al final, es necesario que tú y yo experimentemos y probemos esas palabras llevándolas a la práctica.  Es más, podrías hacer un reto.  Compara los principios de Dios con otros principios que consideres interesantes.  Dedícale tiempo.  Si necesitas, pregunta y aclara dudas.  Estoy convencido que la sabiduría y perfección de Dios te sorprenderán.  Poco a poco, tu entendimiento aumentará y podrás confirmar, de manera personal, que la biblia tiene que ser inspiración divina.  Confirmarás que las palabras de Pablo son verdaderas.  Ese paso que muchas personas llaman fe ciega, realmente no lo es.  Los seguidores de Jesús no vamos caminando sin saber qué dirección llevamos.  No nos aventamos a lo primero que se nos ocurra.  Poco a poco, conforme nuestro conocimiento de la palabra de Dios aumenta, vamos haciendo correcciones a nuestra forma de vivir y entendemos que lo único que estamos haciendo es dirigirnos a casa con nuestro Padre.
La biblia no es invención humana.  La mayoría de las personas que la desacreditan ni siquiera la han leído o han leído fragmentos y con eso creen que pueden emitir un juicio.  ¡No tiene sentido!  Ahora, tampoco tiene sentido que tú creas lo que yo te digo nada más así.  Yo no quiero que la gente me siga.  Yo no predico ni escribo nada que se me ocurra.  Lo que hago es compartir lo que viene en la Biblia.  En otras palabras, comparto la palabra de Dios y cómo el seguirla, ha transformado mi vida.  Yo no creo que fue escrita por Dios solamente porque me lo dijeron.  Lo creo porque está escrito y porque he podido experimentar cambios y milagros en mi vida que jamás hubiera logrado con sabiduría humana.  ¡Quiero que tú experimentes lo mismo!  Tal vez ya tienes tiempo de conocer a Dios pero no lo has vivido al cien por ciento.  No has hecho esa transición de fe en la teoría a fe en la práctica.  ¡Piénsalo!  Tu fe debe estar basada en la confirmación de lo que Dios hace en tu vida.  Para ello, debes obedecer y practicar lo que escuchas y aprendes del Señor.

Oración
Dios Padre: gracias por tu palabra.  Gracias por compartir un pedazo de tu inmensa sabiduría y darnos dirección.  Gracias por mostrarme que eres real.  Gracias por manifestarte constantemente y por permitirme entender que mi fe no es teórica sino práctica y la puedo vivir día a día.  Padre, ayúdame a que mi vida sea un testimonio todos los días y que los demás puedan vivir las bendiciones que yo he vivido por seguirte.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén 

23 ago 2012

Gálatas 1:10


¿Qué busco ganarme con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios?  ¿Piensan que procuro agradar a los demás?  Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo.  



En la versión Reina Valera 1960 traduce así el versículo: pues, ¿Busco ahora el favor de los hombres o el de Dios?  ¿O trato de agradar a los hombres?  Pues si todavía agradara a los hombres no sería siervo de Cristo.
Aunque sumamente similar, hay algunas palabras que me ayudan a entender un poco más lo que Pablo nos está diciendo.  Primero.  La palabra ahora.  Lo que quiere decir es que existe una transición entre antes y después.  Había un comportamiento y ahora aparece uno distinto.  Si bien, antes de conocer a Cristo, la vida de Pablo estaba destinada a agradarse a si mismo y a los demás, nos revela con este versículo que ya no se comporta de la misma manera.  Nos abre su corazón.  Nos deja ver lo que había antes en su forma de ser y quiere que nos demos cuenta lo que ahora hay en sus deseos y en sus pensamientos.  Ahora busco agradar a Dios.  Antes.  Mi vida era otra cosa, pero ahora, mi Dios es lo primero y lo último.  ¿Puedes entenderlo?  ¿Puedes sentir lo que Pablo nos está transmitiendo?  Nos está tratando de convencer sobre el cambio que Dios ha hecho en él y cómo lo puede hacer también en nosotros.  Antes procuraba agradarme a mi mismo y a los demás.  Ahora, procuro agradar a Dios.  ¡Este es el cambio que el Señor está haciendo en mi vida!  Imagina el tono que utilizas cuando quieres convencer a alguien que pruebe tu platillo favorito.  Ahora, pon ese mismo énfasis en las palabras de Pablo.  ¿Te queda más claro?  Los gálatas estaban comenzando a confundirse por aquellos que minimizaban el evangelio haciéndoles creer que era sabiduría o invención humana.   Pero Pablo hace alusión a una realidad que no se puede negar: su propio testimonio.  ¿Acaso creen que pasaría por todo lo que he vivido para compartirles un invento o algo que se me ha ocurrido?  Recuerda que una de las primeras experiencias de Pablo al testificar a Cristo es ser lapidado y considerado muerto por lo grave de sus heridas.  
Ahora, ¿De qué nos sirve esta confesión de Pablo?  Nos sirve para entender que tu vida no puede ser la misma antes de conocer a Dios y después de conocerlo.  Piénsalo.  Si estás haciendo esto, debes aceptar que estás viviendo una doble vida y muy dentro de ti sabes que algo no está bien.  Lo sabes.  Puede ser una pequeña piedra en el zapato que no te deja caminar como te gustaría.  A veces se te olvida que la tienes pero tarde o temprano sabes que ahí está y que es necesario hacer algunos ajustes.  Sabes de lo que estoy hablando.  Por esta razón Pablo dice de manera muy sencilla: he aprendido que, si busco servir a los hombres o a mi mismo, simplemente no puedo llamarme siervo de Dios.  Tómate un momento para meditar en tu vida y reflexionar sobre lo que haces y lo que hay en tu pasado.  ¿Realmente has cambiado?  No contestes por contestar.  Pon la vara que el Señor tiene y utilízala.  ¿Realmente hay un cambio en ti?  ¿Será que sigues tratando de agradar a los hombres?  No tiene sentido que te sigas engañando.  ¡Mejor toma la decisión de cambiar!

Oración
Padre: perdóname.  He llevado una doble vida y sé que no puedo seguir así.  Quiero pedirte que me transformes y pueda ver un cambio entre mi antigua y mi nueva forma de vivir y de pensar.  Quiero servirte y ahora entiendo que tengo que dejar atrás el querer agradarme a mi y a los demás.  Gracias por darle sentido a mi vida y por recibirme a pesar de mis fallas.  Gracias Señor, en el nombre de Jesús.  Amén.

22 ago 2012

Gálatas 1:6-9


Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio.  No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo.  Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡Que caiga bajo maldición!  Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien les anda predicando un evangelio distinto del que recibieron, ¡Que caiga bajo maldición!



Como algunos de ustedes saben o se han dado cuenta por lo que escribo, me encanta ver documentales.  Constantemente me cuestiono en lo que creo y busco darle sentido a mi fe.  ¿Sería la misma persona si creyera en otros principios?  ¿Llegaría a tener la misma paz y el mismo sentido mi vida?  Son preguntas difíciles.  Son preguntas que considero debemos de hacer.  Y para responderlas, debemos utilizar la misma biblia y alinearla con nuestras propias experiencias.  Es decir, la biblia dice que Dios nos da una paz que no encontramos en el mundo.  ¿Alguna vez la he experimentado?  ¿Es cierto esto?  Personalmente puedo decir que sí.  Y así puedes ir poniendo a prueba cada promesa de la palabra de Dios para confirmar que tu fe es verdadera.  No somos robots que no piensan o borregos que simplemente siguen sin saber a dónde van.  ¿De qué sirve cuestionar tu fe?  Sirve para fortalecer tus lazos con Dios.  Además de esto, es de suma importancia estudiar detalladamente la palabra.  Hoy veo muchas religiones que toman principios de la biblia o incluso predican con biblia en mano, pero aquello que hablan no corresponde a lo que está en ella.
La carta de Pablo nos hace una advertencia que no debemos tomar a la ligera.  Hay personas allá afuera que buscan tergiversar el evangelio y pueden confundirnos.  Ten cuidado.  Recuerda que Satanás es sutil y seductor.  Las contradicciones a la biblia no serán un foco rojo y una alarma sonando a diestra y siniestra.  Serán pequeños detalles.  Tomarán algunos versículos que tienen sentido para contrarrestar otros.  En el tiempo de Pablo pasó y hoy en día es fácil verlo también.  ¿Nos debemos de alarmar o espantar?  No.  Debemos tener cuidado.  Debemos proteger nuestras congregaciones.  Debemos ser sabios y corroborar que lo que se dice se practique.  Ojo, esto no quiere decir que las personas son perfectas.  ¡Por supuesto que no!  Partimos de la base de que somos pecadores.  Partimos de que el Señor nos recibe en su misericordia.  Esto es, sin merecerlo.  Recibimos su gracia y asimismo debemos extenderla a los demás.  Lo que debemos cuidar es que nuestros líderes siempre estén en línea con la palabra.  Debemos orar por ellos.  Y por último, debemos ser cuidadosos en no confundir el juzgar por proteger.  No debes estar buscando el error del prójimo.  Debemos cuidar que no se predique otro evangelio que el de Jesús.  ¿Lo puedes entender?
Con pasajes como este, mi entendimiento espiritual crece.  Comprendo que no hay otro evangelio.  Que no hay distintos dioses que tienen distintas verdades.  Mi fe se fortalece y mi entusiasmo se enciende.  Es normal tener dudas sobre tu relación con Dios.  Pregunta y busca aclararlas.  El dudar no es pecado ni está prohibido.  Lo que no está bien, es querer aceptar muchos evangelios y pensar que cada persona puede alterar la palabra de Dios a su manera.  Como Pablo lo dijo: ¡que caiga en maldición!

Oración
Señor y Dios Padre: quiero agradecer tus enseñanzas.  Quiero agradecer el cuidado tan especial que tienes para conmigo.  No dejo de sorprenderme en cuánto te preocupas por mí y cómo te has encargado de cada detalle sin dejar nada suelto.  Te quiero pedir que abras mis ojos y mi entendimiento.  Te pido que pueda vivir pegado a tu voluntad y que pueda discernir si alguien está tergiversando tu palabra.  Te pido por tu iglesia y sus líderes para que los protejas y guardes.  Te lo pido en el nombre de Jesucristo.  Amén 

21 ago 2012

Gálatas 1:3-5


Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.  Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos.




Si te consideras seguidor de Jesús, vuelve a leer los versículos con detenimiento.  Estas palabras deben tocar en lo más profundo de tu corazón.  Jesús entregó su vida para rescatarnos de este mundo según la voluntad de Dios Padre.  ¡No fue la voluntad de Jesús sino la del Padre!  Lo que hizo Jesús fue obedecer y eso es impresionante.  Este ejemplo que dejó Jesús debe revolucionar y transformar tu forma de pensar.  No se trata más de ti ni de mi sino de la voluntad del Padre.  
Recientemente vi un documental sobre matrimonios arreglados.  Su fundamento es espiritual y, para sorpresa de muchos, en un país donde la tasa de divorcio supera el 50%, éstos tienen mejores números.  ¿Cómo es posible?  Personas que no se conocían.  No tuvieron sus citas.  No vivieron juntos para confirmar su compatibilidad.  No contestaron tests para saber si las estrellas estaban alineadas cuando nacieron.  Simplemente actuaron conforme sus principios.  En un mundo donde la tendencia es evitar a como de lugar la verdad y tratar de redefinirla conforme al punto de vista de cada individuo, resulta difícil poder llegar a un acuerdo donde uno esté bien y el otro esté mal.  Por consecuencia, en el caso del matrimonio, es mejor divorciarse.  Pero si leemos la biblia, nos damos cuenta que Jesús es la verdad y que su palabra da parámetros para lo bueno y lo malo.  No los hombres.  No las costumbres.  Dios pone el estándar y la vara para ser medidos.  Entonces, ¿Cómo decidir?  Conforme a los principios de Dios.  Debes amar a tu prójimo como a ti mismo y con este principio probablemente puedas resolver el 90% de tus problemas simplemente cuestionando si con tus actos estás o no amando.  Regresando al ejemplo del matrimonio, nuestro deber es hacer la voluntad del Padre y no la nuestra.  Por consecuencia, como hombres, debemos aprender a entregar nuestra vida por nuestra pareja, debemos aprender a ser líderes que sepan balancear la toma de decisiones con el amor incondicional que solo Dios puede dar.  Y mujeres, no se quedan fuera de los deberes, aprendan a ser la ayuda que su pareja necesita, aprendan a respetar a sus maridos como a Cristo.  Pero sobre todo, tengan presente las palabras de los versículos de hoy, hagan todo conforme a la voluntad del Padre y no la suya.  Obviamente esto no se limita al matrimonio.  Fue un simple ejemplo.  Esto aplica en todos los aspectos de tu vida.  En tu trabajo, con tus hijos, con tus padres, con tu familia, con tus amigos y con tus enemigos.  Repito, ya no se trata de tu voluntad sino la de Dios Padre.  Deja de buscar a quien culpar.  Deja de buscar pretextos.  Deja de encontrar razones para no perdonar.  Deja de esconderte.  Todo eso que estás arrastrando impide que tu relación con Dios crezca y de fruto.  No puedes llevar una doble vida.  Jesús dejó el ejemplo diciendo, Señor, si puedes, que pase de mi esta copa pero que se haga conforme a Tu voluntad.  Este es el gran paso de la fe.  Ama.  No porque la gente es buena sino porque es la voluntad del Padre.  Perdona.  No porque lo merezcan sino porque es la voluntad del Padre.  Pide perdón y arrepiéntete.  Reconoce cuánto te has alejado de Dios y vuelve a casa.

Oración
Dios Padre: me arrepiento de mis pecados.  Perdona que te he dado la espalda por tanto tiempo mientras Tú siempre has extendido tus brazos para recibirme.  Hoy aprendí que mi vida debe ser conforme a tu voluntad y mi crecimiento espiritual estará limitado si mi entrega es limitada.  Quiero entregarte mi vida entera.  Sin restricción.  Quiero obedecerte y darte gloria en todo lo que haga.  Padre, tu conoces mi corazón.  Fortalece mi fe y ayúdame a entender que tus planes son mejores que los míos y que el hacer tu voluntad será la mejor decisión que pudiera tomar.  En Cristo Jesús te lo pido.  Amén 

20 ago 2012

Gálatas 1:1-2



Pablo, apóstol no por investidura ni mediación humanas, sino por Jesucristo y por Dios Padre, que lo levantó de entre los muertos; y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia.



Como tú y como yo, Pablo tenía algunos que estaban en su contra.  Todos tenemos cierta clase de enemigos o personas que quieren hacernos algún daño.  En menor o mayor medida, nos cruzamos con estas personas y buscan frenar nuestro crecimiento.  Donde más atentos debemos estar es en la cuestión espiritual.  Si pones atención a las palabras que utiliza el apóstol, te puedes dar cuenta que está enfatizando claramente su postura de apóstol y la elección hecha no por hombres sino por Dios mismo.  Como veremos en versículos más adelante, Pablo estaba siendo atacado.  Criticaban lo que hablaba diciendo que no provenía de ningún dios sino de humano.  En respuesta a estas acusaciones y para redireccionar a la iglesia en Galacia, Pablo escribe a ellos y primeramente pone en claro su posición como apóstol por investidura de Jesús y Dios Padre.  Por último, nos recuerda qué hizo Dios Padre con su hijo Jesús: lo levantó de los muertos.
¿De qué nos sirven estos pasajes?  ¿Cómo podemos aplicarlos a nuestra vida?  
En estos pasajes yo veo dos principios importantes.  El primero: somos hijos de Dios, linaje escogido y apartados para Él.  Segundo: el Dios en el que creemos, venció a la muerte y tiene poder sobre todas las cosas.  
Allá afuera, nos quieren convencer sobre cómo debemos comportarnos, qué autos debes comprar, qué tipo de casa, qué tipo de ropa, qué vacaciones tomar e incluso qué aerolínea y hotel debes utilizar.  Supuestamente, al utilizar o conseguir todo aquello que nos promueven, seremos tan felices como las personas en los comerciales.  ¿Los has visto?  Siempre tienen una sonrisa en su cara.  Se ven seguras de si mismas.  Tienen amigos.  Y al parecer no tienen problemas.  Su vida ha llegado a la cúspide y si tú no has llegado a ella es porque no has comprado ese producto.  ¿Qué esperas para comprarlo?  La verdad es que el mundo allá afuera es tu enemigo.  No busca a Dios.  No quiere darle gloria.  No busca servirle.  No busca agradarle.  Busca lo suyo.  Busca su placer y su beneficio.  ¿Exagero?  Lee la primera plana de cualquier periódico y dime si logras encontrar a alguien sirviendo al Señor.  Pero tú y yo somos distintos.  Tú y yo hemos decidido seguir a Jesús.  Hemos sido aceptados como hijos de Dios y ahora tenemos todos los derechos y obligaciones que esto conlleva.  Ya no somos más de este mundo.  En otras palabras, no te acomodes tanto porque ya no perteneces a él.  Somos embajadores.  Estamos temporalmente aquí, representando a nuestro hogar eterno.  Aquí justamente entra el segundo principio.  No podemos poner más nuestros ojos en lo que vemos sino en lo que no vemos.  En nuestro Señor Jesús.  Nuestra mente debe estar enfocada en servirle y obedecerle.  No en alinear nuestros deseos con los de Él sino en poner sus deseos y sus principios por encima de los nuestros confiando en que Él se encargará de bendecirnos y escoger lo mejor para nosotros.  Ora por tus enemigos.  Ora por no desviarte de la palabra.  Ora para que Dios te muestre su amor y puedas ver cómo te protege y bendice.

Oración
Dios Padre: te pido que perdones mis pecados.  Te doy gracias por abrir mis ojos y permitirme entender mi lugar en este mundo.  Gracias por enseñarme que soy embajador y que no pertenezco a él sino a tu lado sirviéndote y dándote la gloria.  Permite que mi vida sea de testimonio y que más personas puedan ver que mi felicidad y paz no están basadas en lo que tengo o no tengo sino en tu hijo Jesús y mi relación contigo.  Gracias Padre.  En Cristo Jesús.  Amén.

15 ago 2012

1 Corintios 2:22-25


Los judíos piden señales milagrosas y los gentiles buscan sabiduría, mientras que nosotros predicamos a Cristo crucificado.  Este mensaje es motivo de tropiezo para los judíos, y es locura para los gentiles, pero para los que Dios ha llamado, lo mismo judíos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios.  Pues la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza humana.



Vuelve a leer el pasaje detenidamente.  Habla no solo de aquel tiempo sino del nuestro también.  Hoy en día tenemos personas queriendo exigir a Dios cómo debe comportarse para que ahora sí “crean” en Él.  Señor, le dicen, si haces o permites esto y si pasa aquello, ahora sí prometo cambiar, ahora sí admito que eres mejor que yo, ahora sí creeré que existes.  Para otras personas, la sabiduría los atrae pensando que pueden encontrar más de lo que realmente hay.  Dudan la existencia de Dios.  Buscan encontrarle el sentido a la vida.  Buscan encontrar el origen de las cosas incluyendo la creación misma.  Hoy en día tenemos personas creyendo que provienen de un primate y que de alguna forma evolucionaron hasta lo que son hoy en día.  ¡Esta es nuestra gran sabiduría humana!  Pero sabes algo, esa sabiduría y esa exigencia de señales no acaban ahí.  ¡Hoy en día tenemos tantas influencias que provienen de estas dos premisas!  Dentro de las costumbres de hoy en día, creemos que la sabiduría del hombre es mejor que la de Dios y por esta razón tomamos decisiones que, aunque equivocadas, tienen un tinte de ser correctas.  Te voy a dar un ejemplo: ahora las parejas piensan que es sabio vivir juntos antes de casarse.  ¿La lógica detrás?  Deben saber si son compatibles antes de tomar un compromiso.  Segundo ejemplo: las personas creen que aquél que sigue fielmente a Dios, se está perdiendo de mucho.  ¿La lógica detrás?  El obedecer a Dios, evita realizar ciertas acciones que causan placer o que simplifican la vida.  Mentir para salir de una situación incómoda es mejor que decir la verdad.  Tener relaciones sexuales con varias personas es un placer y no me afecta en nada.  Pero basta de ideas y de ejemplos.  Vayamos a lo importante.  La locura y la debilidad de Dios es más sabia y más fuerte que la de nosotros los hombres.  ¡Piénsalo!  Si encontramos a la persona más fuerte del mundo, no podrá siquiera cambiar el rumbo del viento o dirigir una tormenta.  Sin embargo, le tememos más al hombre que a Dios.  Asimismo, la persona más inteligente del mundo jamás podrá tener los pensamientos y la sabiduría del Señor.  Sin embargo, confiamos más en lo que el hombre dice por encima de lo que Cristo.  ¿Lo puedes ver?  Te da más seguridad el ahorrar dinero que confiar en que el Señor provea y cuide de ti.  ¿Lo estás entendiendo?  Cuando Pablo nos dice estas palabras, quiere abrirnos los ojos y hacernos entender que, cuando seguimos y obedecemos a Cristo, vamos en dirección opuesta a la de los demás.  No te confundas.  Lo que Cristo ofrece es miles de veces mejor que lo que hay allá afuera.  No te quedes buscando señal milagrosa y tampoco te pierdas en la sabiduría de este tiempo sino deja que Jesús te muestre su camino y sus bendiciones para que te des cuenta de lo que realmente te has estado perdiendo.  Recuerda que su debilidad es mucho más fuerte que tú y yo juntos.  Recuerda que su  locura es mucho más sabia que tú y yo en nuestro mejor momento de lucidez.  Entonces, ¿para qué seguir yendo en dirección opuesta a Aquel que es mejor que nosotros y quiere bendecirnos?

Oración
Padre: te pido perdón por mis pecados.  Te pido perdón por ser obstinado y no querer abrir mis ojos a la realidad.  Hoy entiendo que toda esa sabiduría que consideraba valiosa no tiene nada que ofrecer para hacerme feliz ni darme paz o amor.  Hoy entiendo que la fuerza que hay allá afuera se desbarata mucho más rápido que un hielo en el desierto.  Hoy entiendo que Tú eres la verdad y el camino.  Hoy entiendo que tienes un plan para mí y que me amas.  Toma mi vida Señor.  Has de mí como te parezca conveniente y no permitas que me aparte de Ti.  Te lo pido en el nombre del Señor Jesucristo.  Amén 

8 ago 2012

Hechos 28:29-30


Durante dos años completos permaneció Pablo en la casa que tenía alquilada, y recibía a todos los que iban a verlo.  Y predicaba el reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo sin impedimento y sin temor alguno.



Después de más de un año de estar escribiendo sobre el libro de los hechos hemos llegado a los dos últimos versículos.  Aprendiendo sobre cómo los primeros seguidores de Jesús vivían y cómo se fue formando la iglesia post Cristo.  Finalmente llegamos a la última etapa (que la Biblia nos revela) en la vida de Pablo.  Se encuentra en Roma.  No fue asesinado como las probabilidades lo marcaban.  Durante estos dos años que se encuentra en prisión, escribe las cartas a los gálatas, la segunda carta a Timoteo, a los efesios, a los filipenses, a los colosenses y a Filemón.
Por un lado podríamos pensar en todo lo que pudo haber hecho Pablo puesto en libertad durante esos años que estuvo preso.  Imagina cuántas iglesias hubiera plantado.  Cuántas ciudades hubiera visitado.  Cuántas predicaciones hubiera dado.  Si bien, hubiera sido sumamente increíble verlo haciendo todas estas cosas, debemos entender que el plan de Dios es aún mejor.  Lo repito: el plan de Dios es mejor.  Pareciera que no llegan al mismo resultado.  Pareciera que si Pablo hubiera sido puesto en libertad hubiera logrado más, pero la realidad es que el plan de Dios tuvo y tiene un mayor impacto.  ¿Por qué?  Porque Dios no solamente estaba pensando en los contemporáneos de Pablo.  Estaba pensando en todos nosotros que leeríamos y aprenderíamos de las epístolas que escribió y todo lo que vivió.  Mucho más allá de lo que cualquiera de nosotros hubiera imaginado.  Ahí estaba Pablo.  En arresto domiciliario.  Pero el Señor se encargó de darle muchos beneficios.  Podía recibir a cualquier cantidad de gente que fuera a visitarlo.  Nos dice el pasaje que se dedicaba a predicar y enseñar a Cristo sin temor ni impedimento en su casa.  Dentro de algo que parece una desgracia, Dios se encarga de llevar bendiciones para aquellos que quieren vivir sirviendo.
¿Qué estás haciendo con tu vida?  Pablo, estando encarcelado se dedicó a predicar y a enseñar a Jesús.  ¿Tú qué haces?  Piénsalo.  Los días, meses y años pasan sumamente rápido.  No puedes dejar que las cosas sigan igual.  Debes decidir.  Escuché la historia de una persona que, estando cuadraplégico, utiliza videoconferencias para dar estudios y predicar a Cristo sin necesidad de trasladarse de un lado a otro.  ¿Te das cuenta que no hay limitaciones?  Nosotros somos quienes ponemos los pretextos.  Nosotros somos los que decimos: no se puede por esto o aquello.  La realidad es que Dios puede hacer cosas increíbles en tu vida.  Cosas que nunca imaginaste, que ojos no han visto ni oídos escuchado.  ¿Quieres sorprenderte por Dios?  ¡Necesitas entregarle tu vida!  Sube al siguiente escalón del compromiso y entrega cada detalle de tu corazón.  Pon tu vida al servicio del Señor sin importar dónde ni cómo te encuentres.  Eso vemos que hizo Pablo y eso tenemos que hacer nosotros.  Deja atrás los pretextos.  Deja de esconderte con las limitaciones que has creado.  Es tiempo de decidir.  Es tiempo de que cambies tu vida y veas lo que Dios puede hacer contigo así como lo ha hecho conmigo y con cada uno de los que deciden entregarle su corazón.  ¿Estás dispuesto?

Oración
Padre: toma mi vida.  Toma mi corazón.  Renuévame.  Perdóname.  Utilízame.  No quiero que siga pasando el tiempo y me de cuenta que sigo igual que antes y que no te he dejado trabajar.  Señor, doblo mi rodilla.  Doblo mi corazón.  Reconozco que eres Dios, Salvador y Amor.  Quiero seguirte.  Quiero obedecerte.  Heme aquí.  En Cristo Jesús.  Amén 

7 ago 2012

Hechos 28:24-27


Unos se convencieron por lo que él decía, pero otros se negaron a creer.  No pudieron ponerse de acuerdo entre sí, y comenzaron a irse cuando Pablo añadió esta última declaración: con razón el Espíritu Santo les habló a sus antepasados por medio del profeta Isaías diciendo: Ve a este pueblo y dile: por mucho que oigan, no entenderán; por mucho que vean, no percibirán.  Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible; se le han tapado los oídos, y han cerrado los ojos.  De lo contrario, podrían ver con los ojos, oír con los oídos, entender con el corazón y convertirse y yo los sanaría.



Así como hay buenos ejemplos en la vida de Pablo, también encontramos malos.  A mi parecer, este es uno de ellos.  ¿Qué sentido tiene citar a Isaías?  Realmente lo que está haciendo es atacar a aquellos que no quieren entrar en razón y aceptar lo que les ha dicho.  ¿Qué ganó al decir esas palabras?  Que varios de los que estaban reunidos decidieran irse.  Ahí te ves Pablo.  Yo no vine a ser atacado.  Estoy en desacuerdo contigo y esto no te da derecho a decirme que mi corazón es insensible y que mis oídos se han tapado.  Tristemente muchos de nosotros caemos en el mismo error.  Nuestras intenciones son buenas.  Queremos que las personas escuchen de Dios y conozcan a Jesús.  Finalmente Cristo es lo mejor que nos ha pasado.  Pero debemos entender que existen buenos y malos testimonios.  Tristemente he visto cómo una familia puede separarse por no compartir a Cristo de la manera correcta y peor aún, cuánta gente termina con resentimiento hacia los “cristianos” por este tipo de actitudes.  ¿Te digo algo?  Dios te ama a ti de la misma manera que ama a tu prójimo.  Dios quiere reconciliarse con tu prójimo de la misma manera en que se quiso reconciliar contigo.  Por gracia de Dios y no por obras eres salvo.  ¡Realmente no hiciste nada!  ¿Por qué juzgar y criticar a aquellos que no pueden o no quieren entender el evangelio?  ¿Acaso eras menos insensible?  ¿Tus oídos y tus ojos sí estaban abiertos?  ¡Por supuesto que no!  Eras igual de pecador y necio.  Por gracia del Señor fuiste rescatado.  ¡No lo olvides!  Entonces, si por gracia y misericordia has vuelto a nacer, lleva ese mismo mensaje a los demás.  Date cuenta que las personas que estaban con Pablo llevaban todo el día discutiendo y escuchando sobre el evangelio.  ¡Tenían ganas de aprender!  De lo contrario ya se hubieran ido.  El versículo 23 nos dice que desde la mañana hasta la tarde estuvieron hablando.  Decidieron irse en el momento en que Pablo les dijo que sus ojos no veían y sus oídos no oían.  ¿Te das cuenta de cómo podemos cometer errores bien intencionados?  Probablemente Pablo quería sacudirlos y hacerlos entender de lo que estaba hablando, pero cayó en un gran error al atacarlos con estas palabras.  Si bien, son ciertas, pienso que no tuvo ningún beneficio el mencionarlas sino al contrario, provocó el enojo y la salida de varios que estaban reunidos.
Nuestro deber es imitar a Jesús.  Antes de hablar, piensa si tus palabras edifican y están llenas de amor hacia aquellos que las reciben.  Si no cumplen con estos principios, mejor no digas nada.

Oración
Padre nuestro: eres grande y poderoso pero tu amor realmente sobrepasa todo entendimiento.  Gracias por amarme y aceptarme tal como soy.  Ayúdame a ser testimonio de Cristo y a no criticar ni juzgar pues solamente he recibido gracia y misericordia de tu parte.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén 

6 ago 2012

Hechos 28:23


Señalaron un día para reunirse con Pablo, y acudieron en mayor número a la casa donde estaba alojado.  Desde la mañana hasta la tarde estuvo explicándoles y testificándoles acerca del reino de Dios y tratando de convencerlos respecto a Jesús, partiendo de la ley de Moisés y de los profetas.  


En verdad que los pasajes de la biblia no dejan de sorprenderme.  Al ir descubriendo los milagros que Dios hace y cómo sus planes son perfectos, no puedo hacer nada más que darle la gloria.  ¿Quién podría pensar que mientras Pablo se encuentra en una especie de arresto domiciliario, sería visitado por un gran número de judíos para poder testificar a Jesús?  La verdad es que me cuesta trabajo entenderlo y la única explicación que puedo dar es que fue un milagro.  Solamente los planes de Dios pueden desarrollarse de esta manera.  No fue coincidencia.  No fue casualidad.  Los judíos no estaban aburridos ni tratando de entretenerse al ir con Pablo.  El Señor se encargó de acomodar cada pieza en su lugar y en el tiempo preciso para que, sin importar dónde estuviera Pablo, su siervo, pudiera llevar el evangelio a más personas.  ¡Cuánto necesitamos grabar este pasaje en nuestra mente y dejar de limitar al Señor!  Nos encanta ponerle trabas.  Nos encanta limitar su obra.  Nos encanta poner pretextos.  Seamos honestos.  Yo lo hago y estoy seguro que tú también.  ¿Por qué lo hacemos?  Porque arrastramos nuestra naturaleza carnal.  Porque queremos seguir viviendo como si no conociéramos a Jesús y al mismo tiempo tratamos de obedecerlo.  ¡Esto es imposible!  O vivimos y crecemos espiritualmente o lo hacemos por la carne.  No se puede de las dos.  Dios no vino a “parchar” aquello que no podemos solucionar.  Él no es un dios estilo genio que concede deseos.  Él no es un complemento a nuestra vida.  Él no es un teléfono color rojo que utilizamos en caso de emergencias.  Dios quiere que le entreguemos nuestra vida entera.  Es celoso de nosotros.  Quiere que sigamos sus mandamientos y le sirvamos.  Por esta razón resulta imposible vivir conforme consideres adecuado y al mismo tiempo tratar de obedecerle.  ¡Piénsalo!
¿Cómo podemos imitar este gran ejemplo de Pablo?  Imitando a Jesús.  ¿Qué hizo Jesús?  Obedecer al Padre y dar testimonio tanto en lo que decía como en lo que hacía.  ¿Lo puedes hacer?
Pablo no tuvo que preocuparse de mandar folletos por toda Roma anunciando un “servicio dominical”.  No tuvo que hacer un plan de mercadotecnia para atraer al mayor número de personas y poder hablar de Jesús.  No tuvo que rentar un lugar ni preparar absolutamente nada.  Lo único que hizo fue dejar que Dios se encargara de acomodar las cosas mientras que él servía.  ¡Hagamos lo mismo!  Desde la mañana hasta la tarde estuvo hablando de Jesús.  Utilizó a los profetas para confirmar que el Cristo había venido.  Todo el día estuvo hablando de Dios.  Todo el día dio testimonio de Jesús.  ¿Qué haces en tu día a día?  No importa que tengas un trabajo o distintas actividades.  Puedes hablar y comportarte de una manera que agrade a Dios.
Oración
Padre: perdona mis pecados.  Perdona mi falta de fe y limitaciones que pongo a tus planes.  Hoy entiendo que mi deber es obedecerte y testificar mientras que Tú te encargarás de traer a las personas y poner el lugar.  Ayúdame a que cada actividad que realice busque la forma de glorificarte.  En Cristo Jesús te lo pido.  Amén.

2 ago 2012

Hechos 28:21-22



Nosotros no hemos recibido ninguna carta de Judea que tenga que ver contigo, le contestaron ellos (los judíos), ni ha llegado ninguno de los hermanos de allá con malos informes o que haya hablado mal de ti.  Pero queremos oír tu punto de vista, porque lo único que sabemos es que en todas partes se habla en contra de esa secta.  Señalaron un día para reunirse con Pablo, y acudieron en mayor número a la casa donde estaba alojado.  


¿Cuántas veces nos adelantamos a lo que va a pasar?  Seguro va a decir esto.  Pienso que va a querer aquello.  Van a pedir que sea de esta manera.  No va a querer escuchar.  Seguramente ya le han dicho mentiras y estará predispuesto.  ¡Piénsalo!  ¿Cuántas ocasiones has atravesado en las que llegaste totalmente predispuesto y listo para actuar?  Si nos pusiéramos en los zapatos de Pablo por unos momentos, imagina lo que estarías pensando cuando se acercaba el momento de reunirte con los judíos.  Venías de haber tenido varios altercados con ellos.  Consiguieron testigos falsos para hablar mal de ti.  Planearon una emboscada para asesinarte y pactaron no tomar alimento hasta conseguirlo.  Seguramente ya habían ido a Roma o enviaron carta diciendo que irías para allá.  Tal vez el plan de asesinato seguía en pie.  Finalmente llega el día.  Hay algo de nervios.  Antes de preguntar cualquier cosa, empiezas a explicar tu situación.  En retrospectiva, la presentación de Pablo resulta un tanto defensiva.  Pero lo interesante es la respuesta que recibe: nosotros no hemos recibido noticia de ti ni han hablado nada malo en tu contra.  ¿En serio?  Pensó Pablo.  Y así nos pasa también.  Llegamos pensando que pasará tal o cual cosa y al final ocurre lo contrario.  ¿Por qué?  Porque nos adelantamos y no dejamos que Dios muestre su voluntad.  Porque nos enredamos con el día a día.  Porque olvidamos las promesas de Dios y queremos tomar acción.  Porque según nosotros, queremos llegar “preparados”.      Hacemos a un lado la confianza en Dios y comenzamos a mover todo aquello que está dentro de nuestras posibilidades.  ¿Quieres un aumento de sueldo o de puesto?  Piensas en cómo decirle a tu jefe, tratas de ver cómo demostrar que has hecho un buen trabajo, recopilas tus resultados y los comparas con el resto.  ¡En verdad lo mereces!  Todo esto lo haces y lo planeas conforme a lo que piensas que te van a decir o van a reaccionar.  ¿Qué tal si mejor haces una oración y pides primero la aprobación del “jefe de jefes” para tu aumento?  Si está dentro de la voluntad de Dios, también puedes pedir para que el Señor ponga en el corazón de tu jefe el verte con agrado.  ¿Ves la diferencia?  No quiere decir que no prepares tu entrevista.  Debes preparar tus resultados.  Lo que no debes hacer es brincarte al Señor.  Hay personas que no quieren hablarle de Dios a sus vecinos porque son de tal o cual forma.  ¿Ya le preguntaste a Dios cuál es su voluntad?  Estoy convencido que Pablo se sorprendió cuando escucho la respuesta de los judíos.  Asimismo estoy convencido que te sorprenderás de todas las respuestas que Jehová te dará cuando primero acudas a Él y le permitas mostrarte su camino para ti.  ¡No estés predispuesto!  ¡No limites nada antes de que suceda!  Primero acude al Señor y deja que Él abra puertas.  ¡Déjate sorprender por el que te ama y quiere lo mejor para ti!
Oración
Padre Santo: ¡te doy tantas gracias por tu cuidado y amor tan increíble!  Te pido Señor porque pueda dejar de estar predispuesto y sobretodo que aprenda a buscarte primero a ti y entender si es o no el camino que tienes para mí antes de actuar.  Padre, ayúdame a confiar en tus promesas y a vivir conforme a tus principios.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén.