Mi hijo me enseña tanto sobre cómo
es Dios con nosotros… Es una bendición tener una pequeña muestra de la
paciencia y amor que tiene nuestro Dios para con nosotros. Una de las cosas más difíciles, a mi parecer,
es tener que establecer límites y disciplina.
Uno tiene que tomar una decisión y mantenerse firme. Mi hijo es muy retador y constantemente está
viendo cómo reaccionamos cuando hace algo que sabe que está mal o simplemente
no quiere obedecer. Uno de sus castigos
es el quitarle los libros que le dejamos en la noche antes de dormir. Al principio, cuando le advierto que se los
voy a quitar, no tiene mucho efecto. Después
le confirmo que ha perdido el privilegio.
Por último, cuando se va a dormir, pide que le de sus libros y le tengo
que recordar que no obedeció y están castigados como consecuencia. ¿Su reacción?
Comienza a suplicar. Pide perdón. Hace sus mejores esfuerzos para conseguir lo
que quiere. Demasiado tarde. La decisión ha sido tomada. ¿Sabes?
Siento que el versículo de hoy toca un tema bastante similar. Dios es soberano. Nos ama.
Nos busca. Nos guía. Sin embargo, muchas veces nos volvemos
orgullosos o retadores y comenzamos a hacer nuestra voluntad y la “combinamos”
con lo que nos gusta de Dios. Todo para
terminar en problemas y, ahora sí, comenzamos a suplicar nuevamente a Jehová
para que nos perdone, que nos rescate, que nos muestre su luz y que no nos
abandone. ¿Acaso tenemos que caernos,
golpearnos y pasar un mal rato para entender que el camino de Dios es mejor que
el nuestro? ¿Tan incrustada está la
cultura que nos hace pensar que Dios quiere lo que es aburrido y monótono para
nuestras vidas? Proverbios 16:18 dice
que antes de la caída es la altivez de espíritu (altanería, soberbia). Primero pensamos que tenemos todo bajo
control para perderlo todo en un instante.
Entonces sí, acudimos a Dios de manera suplicante. Nota como dice el pasaje: Señor
soberano. Podemos reconocer el estatus
de Dios. Sin embargo, esto no quiere
decir que le hagamos caso y nos sometamos a Él.
Cada vez que tengo que disciplinar a mi hijo me encantaría que no
tuviera que ser así. Hebreos 12:6 dice:
el Señor, al que ama disciplina. Efesios
6:4 dice: padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos sino criadlos en
disciplina. Hebreos 12:11 me da aliento
pues dice: en verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de
gozo sino de tristeza pero después da fruto apacible de justicia a los que en
ella han sido ejercitados.
Medita en tu vida. ¿Dónde estás?
¿Qué decisiones estás tomando?
¿Solamente crees en Dios o vienes a Él suplicando y reconociendo que sus
caminos son mejores? No esperes a que
todo se venga abajo. No esperes a que tu
vida se desmorone. El orgullo es
extremadamente sutil y destructivo. Dios
te ama y tiene mucha paciencia. Sin embargo,
dentro de ese mismo amor, también vendrá disciplina. Espero que, a partir de ahora, reconozcas a
Dios como soberano y le dejes gobernar en toda tu vida sin tener que esperar a
que ya no puedas más.
Oración
Señor: gracias. Tu amor es incomprensible. Te pido perdones mis pecados y reines en todo
lo que haga y piense. Transforma mi
corazón. En Cristo Jesús. Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario