El pueblo de Israel pasó 400 años bajo
el yugo de los egipcios. ¡Cuatrocientos años! Generaciones nacieron y murieron sin conocer
algo diferente hasta que creció Moisés y decidió (con muchas protestas)
obedecer a Jehová y anunciar a faraón que dejara salir a su pueblo. ¿Cómo reaccionó faraón ante tal noticia? Haciendo caso omiso. Una plaga tras otra mandó Dios para que faraón
dejara ir a su pueblo hasta que llegó el momento en que no pudo más y les
dejaron ir. El plan de faraón era no
dejar ir a los judíos. El plan de Dios
era liberarlos. Por un tiempo, parecía
que Dios no haría nada y que no escuchaba las súplicas de su pueblo, pero eso
no quiere decir que era la realidad. Vuelve
a leer el pasaje de hoy. ¿Te das cuenta
cómo Dios frustra los planes de las naciones sin importar lo poderosas que
sean? Cuando Jesús es crucificado,
muchos judíos pensaban que finalmente habían vencido. Después de haber tomado pactos de hambre y
hecho muchos planes para aprehenderlo y asesinarlo, parecía que habían logrado
su objetivo cuando lo vieron morir en la cruz.
Pero Dios… Te lo repito: Pero
Dios tenía otros planes y en un segundo desbarató los de ellos.
Desde hace mucho tiempo me enseñaron
a escribir mis planes con lápiz para poderlos borrar fácilmente y acomodarlos a
la voluntad de Jehová. Nunca con pluma
indeleble. Nunca aferrándome sino
siempre poniendo al Señor delante de todo.
¿El resultado? Dios, en su amor,
me ha concedido todo lo que he pedido y, sobre todo, me ha guiado para aprender
a escoger mejor. Medita por un momento
en tus planes. ¿Qué piensa Dios de
ellos? ¿Los pusiste a sus pies para que
fuera Su voluntad y no la tuya?
El día de ayer escuché el testimonio
de una mujer que perdió a su bebé estando embarazada por haber sido golpeada
por su marido y quedó infértil. Varios años
después, el Señor no solo la sacó de su adicción a las drogas, le dio un esposo
que la ama, sino que también permitió que se embarazara y tuviera a su primer
hijo. Imposible para los hombres. Posible para Dios.
Hoy quiero recordarte quién es
Jehová. Hoy quiero traer esperanza a tu
vida y animarte a mantener la mirada enfocada en el cielo y no bajarla ni un
instante. Hoy quiero animarte a meditar
en tus planes. A que los pongas frente
al Señor y le entregues todos tus deseos y permitas que Él sea realmente el Rey
de tu vida y tus planes. No importa si
es una nación o es tu vida. El Señor reina
por sobre todas las cosas y frustra cualquier plan sin importar cuánto nos
aferremos o qué tan imposible parezca que las cosas sean diferentes. Dios es todopoderoso y quiere derramar su
amor sobre ti. Escoge sus planes. Escoge sus caminos. Cambia lo mortal por lo inmortal y lo
temporal por lo eterno.
Oración
Señor: yo quiero tomar tus
caminos. Perdóname. Límpiame.
No quiero seguir igual. Rescátame. Hoy escojo tus planes por encima de mí. Tú guía mi vida. Tú muestra mi camino. Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén
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