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28 feb 2017

Salmos 33:10-11 El Señor frustra los planes de las naciones; desbarata los designios de los pueblos. Pero los planes del Señor quedan firmes para siempre; los designios de su mente son eternos.

El pueblo de Israel pasó 400 años bajo el yugo de los egipcios.  ¡Cuatrocientos años!  Generaciones nacieron y murieron sin conocer algo diferente hasta que creció Moisés y decidió (con muchas protestas) obedecer a Jehová y anunciar a faraón que dejara salir a su pueblo.  ¿Cómo reaccionó faraón ante tal noticia?  Haciendo caso omiso.  Una plaga tras otra mandó Dios para que faraón dejara ir a su pueblo hasta que llegó el momento en que no pudo más y les dejaron ir.  El plan de faraón era no dejar ir a los judíos.  El plan de Dios era liberarlos.  Por un tiempo, parecía que Dios no haría nada y que no escuchaba las súplicas de su pueblo, pero eso no quiere decir que era la realidad.  Vuelve a leer el pasaje de hoy.  ¿Te das cuenta cómo Dios frustra los planes de las naciones sin importar lo poderosas que sean?  Cuando Jesús es crucificado, muchos judíos pensaban que finalmente habían vencido.  Después de haber tomado pactos de hambre y hecho muchos planes para aprehenderlo y asesinarlo, parecía que habían logrado su objetivo cuando lo vieron morir en la cruz.  Pero Dios…  Te lo repito: Pero Dios tenía otros planes y en un segundo desbarató los de ellos.
Desde hace mucho tiempo me enseñaron a escribir mis planes con lápiz para poderlos borrar fácilmente y acomodarlos a la voluntad de Jehová.  Nunca con pluma indeleble.  Nunca aferrándome sino siempre poniendo al Señor delante de todo.  ¿El resultado?  Dios, en su amor, me ha concedido todo lo que he pedido y, sobre todo, me ha guiado para aprender a escoger mejor.  Medita por un momento en tus planes.  ¿Qué piensa Dios de ellos?  ¿Los pusiste a sus pies para que fuera Su voluntad y no la tuya?
El día de ayer escuché el testimonio de una mujer que perdió a su bebé estando embarazada por haber sido golpeada por su marido y quedó infértil.  Varios años después, el Señor no solo la sacó de su adicción a las drogas, le dio un esposo que la ama, sino que también permitió que se embarazara y tuviera a su primer hijo.  Imposible para los hombres.  Posible para Dios.
Hoy quiero recordarte quién es Jehová.  Hoy quiero traer esperanza a tu vida y animarte a mantener la mirada enfocada en el cielo y no bajarla ni un instante.  Hoy quiero animarte a meditar en tus planes.  A que los pongas frente al Señor y le entregues todos tus deseos y permitas que Él sea realmente el Rey de tu vida y tus planes.  No importa si es una nación o es tu vida.  El Señor reina por sobre todas las cosas y frustra cualquier plan sin importar cuánto nos aferremos o qué tan imposible parezca que las cosas sean diferentes.  Dios es todopoderoso y quiere derramar su amor sobre ti.  Escoge sus planes.  Escoge sus caminos.  Cambia lo mortal por lo inmortal y lo temporal por lo eterno.

Oración

Señor: yo quiero tomar tus caminos.  Perdóname.  Límpiame.  No quiero seguir igual.  Rescátame.  Hoy escojo tus planes por encima de mí.  Tú guía mi vida.  Tú muestra mi camino.  Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús.  Amén

20 feb 2017

Salmos 33:8-9 Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de Él todos los habitantes del mundo. Porque Él dijo y fue hecho. Él mandó y existió.

La persona más sabia que ha existido se llama Salomón.  Era tan sabio que la gente viajaba desde lejos para poder tener una audiencia con él y poder escuchar su opinión sobre algún aspecto en específico.  Él escribió el libro de proverbios y desde su primer capítulo nos dice que el principio de la sabiduría es el temor a Jehová.  Si la persona más lista nos está diciendo qué es lo mejor que podemos hacer, me parece muy pretensioso y absurdo no hacerle caso, ¿no crees?  Pero, ¿qué tipo de temor debemos tener?  En el idioma original, la palabra temor “yare” también se utilizaba como admiración, reverencia y respeto.  Jesús nos dice: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.  ¿Qué mayor reverencia que ésta?  ¡Esta es la definición del temor a Jehová!  Entender quién es Él y quién soy yo.  Reconocer que Él dijo y fue hecho, que Él mandó y existió.  ¡Ese es Dios!  ¡Ese es el Dios en el que confío y a quién le entrego mi vida!  No es un Dios creado por hombres sino creador de los hombres.  No es un Dios que esperó a que hiciera algo para merecer su amor, sino que siempre me amó y, gracias a ese amor yo puedo amarle.  Tristemente hay gente que no quiere dejar su estilo de vida y prefiere juzgar y criticar al Señor.  Toman un versículo o un pasaje y lo transforman a su antojo.  En este caso, quieren hacernos creer que Dios está lejos y debemos tenerle temor como si su odio fuera a desbordarse sobre nosotros.  Critican lo que no saben y señalan lo que no entienden.  Hoy quiero animarte a aprender más de Jehová y conocer más de la biblia.  ¿Cómo saber que la premisa sobre el temor a Dios no es real y que debemos tomar el original como miedo y no como reverencia?  Simple.  1 Juan 4:19 nos dice que podemos amar a Dios porque Él nos amó primero.  ¿Cómo tener miedo a alguien que nos ama?  ¿Cómo pensar que me va a causar algún daño el Dios que decidió sacrificar a su Unigéntio para perdón de mis pecados?  ¡No tiene sentido!  La biblia no nos está diciendo que tengamos miedo de Dios, sino que tengamos en nuestra mente el lugar que le corresponde.  Él es Dios y nosotros no.
¿Qué sí debemos temer o tener miedo?  De no aceptar a su Hijo y pedir perdón por nuestros pecados.  De no entender que hay un cielo y un iniferno.  Miedo a darle la espalda por nuestra soberbia y pensar que podemos vivir sin Él.  Miedo a esuchar su palabra y no obedecerla y transformar nuestras vidas.
No dejes que estas palabras se esfumen.  Toma un momento para pensar en ellas.  ¿Temes a Jehová?  ¿Entiendes quién es Él y quién eres tú?

Oración
Señor: Tú eres Dios y reinas.  Tú hablaste y todo fue creado.  Perdona mis pecados y permite que pueda ser reconciliado contigo.  Hoy entiendo que me amas y puedo acercarme a Ti por ese amor que derramas sin que lo merezca.  Hoy entiendo quién eres y quién soy yo.  Gracias por esa misericordia y por acercarte a mí con tanto amor.  Toma mi vida Señor.  En Cristo Jesús.  Amén

7 feb 2017

Salmos 33:6-7 Por la palabra del Señor fueron creados los cielos y por el soplo de su boca, las estrellas. Él recoge en un cántaro el agua de los mares y junta en vasijas los océanos.

Hay personas que no creen que Dios creó todo el universo.  Incluso cristianos dudan sobre Adán y Eva.  ¿Sabes por qué dudan?  Por soberbia.  Piensan que son más “listos” al aceptar el conocimiento que la humanidad ha adquirido durante miles de años en lugar de aceptar la omnisciencia (sabiduría total) del Señor.  Satanás es sagaz.  No es el diablito rojo que aparece en las caricaturas a lado de un ángel débil tratando de convencerte de hacer algo que está mal.  No.  Él es sabio como la serpiente.  Escurridizo.  Se disfraza de oveja, pero es un lobo que quiere devorar todo.  ¿Cómo llega esa oveja y a quiénes ataca?  Sutilmente.  Así como engañó a Eva busca engañarnos.  Utilizando partes de la verdad y tergiversando pequeños detalles para confundir.  ¿Sabes qué le dice a los que queremos acercarnos a Dios?  “Está bien, aprende algo de Dios pero no exageres; Dios te ayuda en algunos momentos de tu vida pero hay otras cosas que debes encargarte tú; te hace dudar que exista un infierno y que Dios realmente mande gente allá; te hace pensar que todos están bien porque Dios es amor; te hace dudar sobre la creación y veracidad de la biblia.”  Piénsalo.  Obviamente Satanás está detrás de un grupo de personas en específico: aquellos que quieren encontrarse con Jehová.  ¿Para qué perder el tiempo con aquellos que ya están de su lado?  Ahora, cómo podemos contrarrestar sus ataques.  Simple.  La biblia nos dice que Jesús es como un árbol y nosotros somos las ramas.  Si permanecemos en Él, damos fruto.  Si nos apartamos de Él, nos secamos y morimos.  ¡Lee la biblia!  Estudia.  Su palabra es poderosa.  Recuerdo de una persona que se reconcilió con el Señor estando en una prisión de máxima seguridad, leyendo solamente una página del evangelio de Mateo.  ¡Una página!  Yo conocí a esa persona así que no pienses que estoy inventando.  Con el pasaje de hoy podemos darnos una pequeña muestra de la perfección de su palabra y nuestra necesidad de acudir a ella para fortalecer nuestra fe.  Lee nuevamente el pasaje.  Si leemos Juan capítulo 1 dice: en el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.  Él estaba con Dios en el principio y por medio de Él todas las cosas fueron creadas; sin Él, nada de lo creado llegó a existir.  ¿Quién es el Verbo?  Cristo.  A través de Él fueron creadas todas las cosas mientras el Padre también estaba con Él y el padre era Él.  ¿Puedes ver cómo la biblia se complementa?  Lo que escribió el salmista fue corroborado por Juan alrededor de mil años más tarde.  ¿Coincidencia?
Ahora, esto es un poco complicado de entender y por eso la explicación del Salmo resulta perfecta: Dios utiliza vasijas para contener los océanos y un cántaro para los mares.  ¿Qué quiere decir?  Que su grandeza y poder van mucho más allá de lo que nosotros podamos comprender.  Lo que para nosotros es una inmensidad, para Dios es algo tan simple y pequeño que lo puede contener en una simple vasija.
La biblia es clara.  La creación se dio por la palabra del Verbo.  Hoy quiero animarte a que te acerques a Él.  Hoy quiero animarte a que hagas a un lado tu orgullo y permitas que Dios te sorprenda con la perfección de su palabra.  No la descartes ni la minimices.  Mejor estúdiala.  Piensa en esto: qué puedes perder al estudiar el libro más leído de toda la historia.   Nada.  Al contrario, puedes ganar demasiado.
Oración

Padre: vengo a tus pies a pedirte perdón.  Todo este tiempo he dejado que Satanás me confunda y dude de tu palabra.  Hoy entiendo que tu palabra es perfecta, Tú eres perfecto y yo no puedo dar dimensión a tu presencia.  Perdona mis pecados Señor.  Te pido que quites mi soberbia para que pueda ver y escuchar tu voz claramente.  Abre mi entendimiento para que tu palabra me revele todo acerca de Ti.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén.