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1 mar 2018

Lucas 19:5-7 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa y le recibió gozoso. Al ver esto, todos murmuraban diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.

Después de mucho tiempo de no escribir, decidí regresar con este pequeño pasaje.  Zaqueo.  Un hombre que sabía que no había hecho bien las cosas, se había enriquecido a costa de sus compatriotas y de cierta manera los había traicionado tomando el lado de los romanos.  Tal vez tomó dinero para sí pues menciona el pasaje que era rico y el mismo Zaqueo le propone a Jesús devolver el dinero a los que haya defraudado.  Piensa en esto por un momento: ¿Qué quiere Dios que aprendamos?  ¿Que es malo traicionar?  ¿Que es malo ser recolector de impuestos?  Personalmente creo que la historia nos enseña la vida de un pecador que busca ser redimido.  Es decir: la vida de todos los que estamos en esta tierra.  ¿Pero por qué escogí este pasaje en particular?  Por la reacción de la gente cuando Jesús le dice que irá a su casa.  Murmuran.  Critican.  Señalan.  Juzgan.  Para mí, ¡esa es la parte importante de la historia!  Por alguna razón es fácil pensar que eres una buena persona o no tan mala, que siempre estás del lado de los que critican y señalan, pero nunca eres el señalado.  Todo este tiempo que no he escrito y que Dios ha seguido trabajando en mi vida, lo puedo reducir en este principio: todos necesitamos de la misericordia de Dios.  ¡Cuántas veces he tenido que pedir perdón!  Definitivamente muchas.  Y seguiré haciéndolo pues el objetivo es Cristo y esto es solamente parte del camino mas no el final.  No eres una buena persona.  No importa que te conozca o no.  No eres una buena persona.  Ni tú, ni yo.  No somos buenas personas y es sumamente importante entenderlo y reconocerlo pues solamente así podemos acercarnos al Señor y buscar su gracia y su misericordia.  De lo contrario, pensamos que Dios es solamente un elemento más o un extra a todo lo bueno que venimos haciendo.  ¿Te das cuenta?  La historia de Zaqueo es mi historia.  Un pecador que escuchó de la palabra de Dios y se fue interesando poco a poco hasta que un día, supo que Jesús ofrecía perdón y gracia y no tuve más opciones que correr y tomar esa oferta sin dudar.  Arrodillado.  Doblando mi corazón.  Dando gloria a Jehová.  ¿En dónde estás parado?  ¿Eres de los que señala y juzga?  Peor aún, ¿criticas a los que quieren acercarse a Dios y siguen cometiendo errores?  ¿Crees que eres una buena persona?  Espero que con este devocional puedas entender que no se trata de ser una buena o mala persona sino de entender que nuestro pecado nos pone a todos en la misma situación: muerte y separación de Dios.  No hay absolutamente nada que puedas hacer para cambiar esto.  Sin importar la cantidad de labor social que hagas.  Sin importar que nunca hayas mentido ni cometido algún crimen.  Todos hemos sido destituidos de la gloria de Dios y necesitamos reconciliarnos con el Padre a través de su Hijo Jesucristo.  Piénsalo.  ahora toma una decisión.

Oración



Señor: vengo a poner mi vida ante tus pies.  Vengo a pedirte perdón.  Vengo a pedir misericordia.  No soy una buena persona.  No soy digno de Ti.  Te pido que perdones mis pecados y pueda ser reconciliado con el Padre.  Te pido que abras mi corazón y lo transformes para no seguir comportándome como antes.  No quiero seguir señalando.  No quiero seguir criticando.  Quiero cambiar y te pido que hagas un milagro en mi vida y me renueves y transformes.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén