Son aproximadamente catorce generaciones que fueron engendradas de Abraham para que naciera Jesús. ¿Cuántas crees que han pasado para que nacieras tú? Muchas. Demasiadas. Cuatro generaciones arriba de ti jamás pudieron pensar en que llegarías a este mundo. Ni siquiera nuestros abuelos pudieron imaginarlo.
Dios sí. Siempre lo supo.
Nosotros como humanos planeamos por días, semanas y a veces por años cuando se nos sube el orgullo, por el contrario Dios planeó al mundo y toda su existencia. Algunos estudios dicen que la tierra no puede tener más de diez mil años de existencia. Si utilizamos la Biblia me parece que hay personas que llegan a calcular 6 mil años aproximadamente. La verdad que me parece un poco difícil pensar que lleva millones y millones de años. El punto es que Dios pudo controlar y conocer absolutamente todo lo que habría y está por pasar para nosotros.
¡Qué increíble! Nosotros a penas podemos controlar nuestra vida y una agenda mientras que Dios es Señor de absolutamente TODO. ¡Ése es Dios! ¡Sobre este Dios habla la Biblia!
Por otro lado, me impresiona que a partir de la vida de una persona puedan desencadenarse tantas cosas. Aunque Dios le dijo a Abraham que su genealogía sería incontable (como la arena del mar) dudo que haya podido entender la dimensión de la que le hablaba Jehová. De la misma manera, nos cuesta trabajo entender el impacto que tenemos sobre nuestra descendencia y personas que nos rodean. ¡Se nos olvida que de nosotros se derivan muchas cosas también! No tienes que ser una gran personalidad para afectar a los que te rodean. David era un pastor de ovejas y fue escogido por Dios ¡para formar parte de la genealogía de Jesús!
Tal vez tus padres estuvieron ausentes en tu vida. Es probable que no entiendas el porqué de todo lo que atravesaste como niño y adulto. La verdad que muchas veces la vida es dura y difícil de comprender. Las vivencias de muchas personas llegan a ser desgarradoras. Pero todo lo que nosotros vemos como desgracia o malo, Dios lo está utilizando para doblar los corazones de las personas y tener comunión con nosotros.
No pienses que tu vida pasa desapercibida. Dios tiene un propósito para ti. Tal vez nunca veas lo que pasó después como en el caso de David que no pudo ver que de su descendencia nació el Cristo, pero puedes estar convencido que si tienes un corazón humilde y dispuesto, Dios hará grandes cosas en tu vida y en tu descendencia. Es momento de dejar el egoísmo a un lado y pensar en los demás.
Oración
Padre: tu omnipotencia no deja de sorprenderme. Me siento tan pequeño comparado con tu grandeza que solo me queda agradecerte por dignarte a escuchar mi oración y querer tener comunión conmigo. Señor te pido que pueda llevar una vida agradable a Ti y que pueda impactar la vida de los demás y sobre todo a mi descendencia para que crezca siempre en obediencia a Ti. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén