Ahora que se acercan elecciones en
los Estados Unidos y leo el pasaje de hoy, me doy cuenta de lo alejados que
estamos de Dios como sociedad y la gran necesidad que existe de Dios en todo el
mundo. Pensamos que no necesitamos de Él
y nos sentimos “inteligentes” al separar a la iglesia del estado. Pensamos que Dios no debe tomar parte en las
decisiones de un país, de un pueblo, mientras que Dios siempre ha buscado
acercarse a cada uno de nosotros y prosperarnos en lo individual y en lo
colectivo. ¿Quién quieres que sea tu
fortaleza en lo personal? ¿Quién quieres
que sea la fortaleza de tu pueblo? Dios
nos ha mostrado que ningún ejército puede contra Él. También nos enseña que ni el dinero ni el
poder sirven de refugio. Solamente Él
puede servir como una verdadera fuente de bendición y fortaleza. Solamente Él puede ser refugio para salvar a
un pueblo. Solamente Él puede guiarnos
por pastos verdes y darnos el sustento que necesitamos. Actualmente estoy leyendo el libro de
Deuteronomio. Es increíble lo claro que
Dios nos habla: obedéceme, sigue mis pasos y no te separes ni un milímetro de
mis mandamientos. Si lo haces, te
bendeciré y nada podrá venir en tu contra.
Por el contrario, si decides negar a tu Dios, no podrás contar todo lo
que vendrá contra ti. ¿Acaso es un Dios
malo? Imposible. Jehová es la esencia misma del amor. Además, es perfecto y todo lo sabe, por lo
tanto, yo le llamaría un Dios justo. Tristemente,
muchos hombres han abusado del nombre de Dios para beneficio propio y nos han
hecho pensar que es mejor separar a Dios del Estado (gobierno). Tristemente también en lo individual hacemos
lo mismo. Pensamos que Dios no debe
entrar en nuestro trabajo, en nuestra relación de pareja o en algún otra área
de nuestra vida. Piénsalo. La cultura nos promueve este principio
fuertemente. Cuestiona tus actos y
decisiones. ¿Estoy tomando en cuenta a
Dios? ¿Estoy actuando conforme a su
voluntad en todo lo que hago? ¿Soy de
los que piensa que se debe separa a Dios dependiendo de las circunstancias?
El pasaje de hoy es hermoso y
sumamente profundo. Dios quiere ser el
centro de todo lo que hagamos y no quiere compartir ese lugar con nada ni
nadie. Él quiere ser nuestro refugio,
nuestra fortaleza, nuestra fuente de bendiciones, nuestro proveedor, nuestro
consolador, nuestra esperanza y nuestro todo.
Lee el pasaje nuevamente. Nos bendice
y guía en lo personal pero también quiere mostrarse en lo colectivo. No caigamos en la mentira de esta cultura y
pensemos que debemos separar a Dios de algunas áreas de nuestra vida. Lo necesitamos como Rey en todo.
Oración
Padre: perdóname. Te he apartado de muchas áreas de mi vida
pensando que no tienes lugar en ellas. Hoy
entiendo que debo dejarte reinar en todo y no apartar ni ocultar nada de
Ti. Hoy quiero entregarte mis
pensamientos y deseos para que siempre vayan de acuerdo a tu voluntad. Perdona mis pecados y no permitas que me
aparte de Ti. Te lo pido en el nombre de
Cristo Jesús. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario