En el idioma original, la palabra yahab, se traduce como dar en lugar de
tributar. Tres veces se repite la misma
palabra: Dar. Dar. Dar. Cuando habla de
seres celestiales, utiliza la palabra el,
que significa hombres de rango o poderosos, ángeles, ídolos y dioses
falsos. En 1 Samuel capítulo 5 vemos una
historia que simplemente me encanta. Los
filisteos han tomado el arca de Dios pues vencieron a los israelitas y deciden
ponerla dentro del templo de Dagon. A la
mañana siguiente, encuentran a Dagon postrado frente al arca de Jehová. Sin entender lo que había pasado, lo levantan
y colocan nuevamente en su lugar. A la
mañana siguiente, vuelven a encontrar a Dagon postrado frente al arca con la
cabeza y las manos cortadas.
Cuando leemos el pasaje y meditamos
en él, nos podemos dar cuenta de la verdadera identidad de Dios. Nada ni nadie está por encima de Él y su
gloria. Ya sean seres humanos o
celestiales, todos, absolutamente todos debemos darle la gloria que se merece y
postrarnos ante Él. Hoy en día, la gente
piensa que Dios no existe porque no caen rayos del cielo para matar a aquellos
que le niegan. Piensan que Dios no
existe porque hay injusticias y guerras.
Piensan que Dios no existe porque hay muchos que tienen distintas
creencias y no puede ser posible que haya un Dios soberano. Por esta razón me encanta la historia que
escribí acerca del dios Dagon. Los filisteos
creían en él como un dios de fertilidad y le daban honra. Sin embargo, cuando lo enfrentan con Jehová,
su gloria es tan grande que una estatua (probablemente de gran tamaño) termina
postrada frente a Él. Es como si hoy en
día, pusieran el arca de Dios frente a una estatua gigante de buda y amanece
postrado ante Dios. Todos. Absolutamente todos estamos sujetos a su
autoridad. Si hoy te ha permitido vivir
y no le has reconocido, no es porque eres una buena persona ni porque Dios no
exista sino porque en Su amor, te ha dado la oportunidad de arrepentirte y
reconocer tu necesidad de Él. Todos aquellos
dioses que conoces distintos a Jehová se postran y postrarán ante Él. Entiéndelo.
No se trata de ser políticamente correcto. Se trata de entender la realidad. Que no hay muchos dioses peleándose uno con
el otro. No hay muchos dioses con
distintos poderes. Hay un solo Dios que
es soberano y reina. Solamente a Él
puede ser la gloria y a nadie más. No
importa que lo creas o no. Dios no deja
de existir por el hecho de que los demás crean o no en Él. Los filisteos vivieron en carne propia cómo
su dios se postraba ante Jehová. Si
estás leyendo esto, es probable que tus “dioses” tampoco hayan logrado llenar
tu vida y traído paz duradera. Es probable
que hoy te estés dando cuenta como todo lo que tú pensabas se derrumba ante la
majestuosidad del Dios verdadero. Es normal. Dios causa esa impresión en cada uno de
nosotros. Lo que nos corresponde es
reconocerle, darle la gloria y postrarnos ante Él.
Oración
Padre: gracias. Gracias por darle sentido a mi vida. Gracias por darme la oportunidad de conocerte
y tener comunión contigo. Te pido
perdones mis pecados y seas Tú mi Rey y mi Dios quien me guíe en todo lo que
haga. A Ti sea la gloria. A Ti sea la alabanza. Toma mi vida y reina sobre ella mi Dios. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén
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