La presencia de Jehová es tan impresionante
que cada vez que Moisés subía al monte y escuchaba las instrucciones de Jehová,
cuando regresaba al pueblo tenía un brillo en su cara. Imagina por un momento esta escena. Simplemente por estar en presencia de Dios su
cara resplandecía. ¿Sabes? Podemos pensar que literalmente cuando Dios
habla sale fuego de su voz y se sacuden los desiertos, sin embargo, aunque no
dudo ni un segundo que todo esto sucede cuando Jehová lo decide, pienso que el
objetivo primordial es hacernos entender cuan fácil se derrumban nuestras
murallas ante su voz. Tu secreto más
íntimo y mejor guardado sale a la luz con las ráfagas de fuego que salen de su
boca. Tu rencor que has guardado por
años y años e incluso te aferras a que no salga, la voz de Jehová sacude ese
rencor fácilmente. Toda la estabilidad
que le has querido dar a tu vida en un instante Dios la retuerce y nos deja
desnudos. ¿Para qué? ¿Para qué permite Dios estos eventos? ¿Por qué en ocasiones actúa tan fuerte el
Señor? Simple. Para que aprendamos a darle la gloria que se
merece. La voz de Jehová la encontramos
en la biblia. Cada palabra fue inspirada
por Él. Cuando lees la biblia, cada
pasaje va abriendo tu entendimiento y derribando tus barreras. Mientras que uno quiere aferrarse a su enojo,
coraje o resentimiento, Dios te perdona una y otra vez y te pide que hagas lo
mismo. Mientras uno busca estabilidad en
el dinero, Dios nos arrebata todo en un instante y nos recuerda que todo le
pertenece y quiere tener cuidado especial de ti y de mí. Cuando pensamos que las cosas nos pertenecen,
Dios sacude todo nuestro piso recordándonos que nunca decidimos cuándo estar
enfermos ni tampoco cuánto tiempo vamos a estar aquí. La biblia es extremadamente perfecta. La biblia es la voz de Jehová, por
consecuencia, la biblia es la que echa ráfagas de fuego directo a tu
corazón. La biblia es la que sacude y
hace temblar todo tu ser. La biblia es
la que te deja desnudo frente a Dios y solo quedan tu pecado, tú y Él. ¿Qué vas a hacer? ¿Seguir tu camino? ¿Darle la espalda? Yo te recomiendo que te humilles y le des la
gloria que se merece.
Lee la biblia y estúdiala. Lee libros de autores como John Mcarthur,
Charles Swindol, Rick Warren, Lee Strobel, Philip Yancey. Todo esto te va a ayudar a tener un mejor
entendimiento de lo increíble que es la palabra de Dios y podrás convertir esas
ráfagas de fuego, esos temblores y sacudidas en algo que transformará tu forma
de vivir. Renovarás tu mente. Renovarás tu entendimiento. Renovarás tu perspectiva de las cosas. Pero tienes que escucharla. Tienes que leerla. De lo contrario, no hay forma que puedas
experimentarla.
Oración
Padre: gracias por dejarnos tu
palabra disponible para escucharte. Gracias
porque hoy entiendo que tu voz sacude todo mi ser y me deja desnudo ante Ti
para poder reconocerte y darte toda la gloria.
Perdona mis pecados. Te pido que
la sangre de Cristo me limpie y reconcilie contigo. Transforma mi vida. En Cristo Jesús. Amén.
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