Una de mis rutinas diarias es sacar
a caminar a mi perro. Ahora que pasó el
verano puedo recordar el gran alivio que sentía cuando encontraba árboles que
proveían de una sombra. El sol es
agotador. Lo que hacía era pensar en
caminos donde pudiera encontrar la mayor cantidad de sombra para poder
disfrutar el paseo. En ocasiones,
simplemente tenía que salir más tarde. Con
nuestra vida espiritual pasa algo similar.
Hay momentos en los que sentimos que el “sol” nos agota y abruma. Nos sentimos cansados o, mejor dicho,
exhaustos y no sabemos qué hacer ni cómo seguir adelante. Son pasajes como el de hoy los que nos dan
esperanza y nos animan a seguir. Dios es
bondadoso y nos protege. En Él podemos
refugiarnos. En Él podemos entregar
nuestros enojos y corajes. En Él podemos
descansar. Dios es como ese árbol que me
brindaba una salida al sol abrumador. Un
descanso. Un respiro. ¡Eso es lo que Dios hace para los que a Él
acuden! Ahora, debes preguntarte: ¿a
dónde acudes cuando tienes problemas?
¿qué haces cuando el “sol” te abruma?
¿Cuál es tu lugar donde encuentras paz, alivio y esperanza? En ocasiones, cuando había demasiado calor,
permanecía por un tiempo bajo la sombra del árbol y luego continuaba mi
camino. Así también, si queremos recibir
ese descanso y paz que solamente Dios puede proveer, es necesario hacer una
pausa en nuestra vida. Dejar todo lo que
estamos haciendo. Detener nuestro camino
y comenzar a estudiar su palabra. Pasar tiempo
con Él. ¿Cómo escuchar su instrucción,
su consuelo y su amor si estamos distraídos?
Hay que parar. Dejar todo por un
momento y dedicarle nuestra atención entera a Dios. Toma un tiempo de oración. No repitas las mismas frases sino abre tu
corazón y dile todo lo que sientes. Dile
tus temores. Dile cúanto lo
necesitas. También pasa tiempo con
personas que conozcan de su palabra y sean buenos siervos para que sean tus
mentores en momentos difíciles. Compra libros
de autores que se apegan fielmente a la biblia y encuentra en ellos una guía.
Hoy quiero compartirte que Dios es
bondadoso y quiere que sepas que en Él puedes encontrar refugio, amor y
esperanza. No importa lo asolador que
sean tus pruebas. No importa que pienses
que el “sol” te está acabando. Él puede
más que cualquier circunstancia y quiere que vengas a sus pies y descanses en
Él. Después de haber meditado en esto,
lee nuevamente el pasaje. Pon atención en
lo que Dios hace por David y por nosotros.
¿No te llena de gozo y paz?
Oración
Señor: la gloria y alabanza sean
para ti. Eres Grande y Todopoderoso
mientras que al mismo tiempo tienes cuidado de mi. Gracias por escucharme. Gracias por consolarme. Gracias por amarme. Te pido perdones mis pecados y pueda ser
reconciliado con Dios Padre. Te pido
dirijas mi vida y siempre pueda encontrar “sombra” y refugio en Ti. Gracias en el nombre de Cristo Jesús. Amén
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