¿Sabes cómo funciona la cultura allá
afuera? Te voy a dar unos ejemplos: el
dinero fortalece. El poder fortalece. El éxito profesional fortalece. El poderío militar fortalece. La abundancia fortalece. Otros ejemplos son: busca la paz en tu
interior. Sigue tus instintos y
alcanzarás paz. Tienes que estar en paz
contigo mismo para estar en paz con los
demás. Sal de vacaciones, de la rutina
para lograr tener paz. La paz llega con
estabilidad económica. La paz llega con
la ausencia de problemas. La paz llega
cuando hay salud. La paz llega cuando
hay amor. ¿Te parecen conocidas estas
frases? Tal vez pienses que varias de
ellas son correctas. Justamente hoy
quiero decirte lo contrario. No lo
son. De hecho, son totalmente
falsas. No resulta natural entender el
por qué son falsas. Uno tiene que ir
aprendiendo a discernir entre lo carnal y lo espiritual y esto no se da de un
día para otro. Por ejemplo, hay gente
que cree en Dios pero todavía no entiende que el aborto va en contra de Su
voluntad. Poco a poco tenemos que ir
creciendo en nuestro conocimiento de Él para poder actuar conforme a Su
voluntad. No te preocupes si te
equivocas. No te preocupes si te falta
mucho por descubrir. Cada día termina
convencido que te has acercado más a Él y le amas más que el día anterior. ¡Ese será un gran día! Ahora, ¿qué dice el último versículo del
capítulo 29? Nos explica claramente
dónde encontrar la fuerza y la paz para vivir cada día. No hay nada que interpretar. No hay nada escondido. Claramente nos dice: el Señor fortalece a su
pueblo, el Señor bendice a su pueblo con la paz. ¿Sabes por qué la gente se confunde y piensa
que los ejemplos que escribí sobre cómo recibir paz o tener fortaleza son
ciertos? Porque en cierta medida sí dan
un tipo de paz y un tipo de fortaleza. Me
explico mejor. El tener dinero puede
darte paz pues podrás estar convencido que tendrás dónde dormir, qué comer y
qué vestir. ¿Cierto? Pero ¿qué pasa cuando te asaltan, cuando algún
ser querido fallece o cae enfermo? ¿De
qué sirve ese dinero para traer paz a tu vida?
¡De nada! El poder da cierta
fortaleza. Uno puede acomodar ciertas
áreas a su antojo y beneficio. Sin embargo,
¿qué poder puede decidir cuánto vivirá uno?
¿Qué poder puede proteger a sus hijos para que no les pase nada? Ninguno.
Como humanos nos confundimos con lo que vemos y olvidamos lo más
importante: lo que no vemos. Pensamos que
la paz la podemos encontrar en alguna parte mientras que Dios nos dice muy
claro que Él es quien da la paz. Y no es
una paz temporal o limitada. Es una paz
que abunda y cubre todas nuestras preocupaciones. ¿Te das cuenta? Vivimos engañados. Los medios no promueven esta paz. Los medios no promueven la fortaleza en el
Señor. Te promueven lo que les conviene
promover. Venderte un hotel para que
tengas “paz”. Piénsalo. Medita en esto por un tiempo para que puedas
procesarlo. Toma tiempo pues te estoy
diciendo que tu forma de pensar hasta ahora está equivocada. ¿Estás abrumado? ¿Necesitas ánimo para seguir adelante? ¿Demasiado estrés? ¿Demasiada tristeza? ¿Falta de paz? Ahora ya sabes dónde está la fuente de la
fortaleza y la paz para cada día de tu vida.
Acude a Él. Pasa tiempo con
Él. Permanece en Él.
Oración
Señor: tu palabra es
maravillosa. Abre mi mente y
entendimiento como nunca imaginé. Gracias
por mostrarme tu camino y ayudarme a corregir mis pasos. Hoy entiendo lo alejado que está este mundo
de Ti y cuánta necesidad tengo de Ti. Hoy
vengo a tus pies pidiendo porque me llenes de tu fortaleza y de tu paz. Llena mi vida. Que las circunstancias no reinen sobre mi
sino tu paz. Perdona mis pecados y
límpiame. Te lo pido en el nombre de
Jesús. Amén
Bendito sea el Padre eterno en Jesucristo en la guía del Espíritu Santo AMEN
ResponderEliminar¡Amén!
ResponderEliminarAsí sea padre todopoderoso 🙏, él que vive y reina por los siglos de los siglos
ResponderEliminarAmén
ResponderEliminar