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22 ago 2022

Salmos 41:13 Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, por los siglos de los siglos. Amén y Amén.


 

Sin duda, leer la biblia y aprender sobre ella no deja de sorprenderme.  Me gusta mucho escuchar predicaciones de John McArthur las cuales son como clases de universidad pues no deja ni una sola palabra a la imaginación y explica el porqué de cada una.  También las predicaciones que buscan la parte más práctica de la vida me gustan como el pastor Rick Warren que escribió Vida con Propósito.  Cada uno ayuda a entender la grandiosidad de Dios. Cada uno tiene enfoques diferentes que nos ayudan de manera única.  Lo que los dos tienen en común es que el enfoque no está en nosotros sino en Dios.  La cultura fuera de Dios nos promueve el estar bien, el no sufrir, el placer, el buscar en tu interior o exterior la paz que anhelas, entre otras cosas.  En otras palabras, todo se mueve alrededor de ti.  Cuando venimos a la palabra de Dios, leemos que Dios nos ama tanto que envía a su Unigénito a morir por nosotros.  Esto nos podría hacer pensar que los importantes somos nosotros.  Que la biblia quiere hablarnos sobre cómo Dios quiere bendecirnos o hacer milagros en nuestras vidas.  Así pensaba por mucho tiempo hasta que me di cuenta de que esto es querer alinear la cultura del mundo a la cultura de Dios.  Al final, todo gira alrededor de mí, pero como pretexto ahora tengo a Dios dándome todo.  Esto es incorrecto.  Lo correcto es que todo gira alrededor de Él y nadie o nada más que Él.  ¡Claro que Dios nos ama y quiere llenarnos de bendiciones! ¡Claro que quiere que tengamos comunión con Él y ser nuestro Rey y Salvador!  Pero piensa por un momento en esto: Cristo vino al mundo, hizo milagros para demostrar que es Dios y en cada ocasión giraba la atención al Padre.  Dios nos rescata, nos da esperanza, nos da sentido, paz y amor entre muchas otras cosas.  ¿Para qué?  ¿Para que estemos bien o para que podamos alabarle?  Yo pienso que es para alabarle.  Por eso David termina su salmo diciendo: bendito sea el Señor, Dios de Israel, por los siglos de los siglos.  Ya expuso sus sentimientos.  Ya expuso sus frustraciones.  Ahora expresa un reconocimiento de quién es quién.  De cierta manera está diciendo: gracias Dios por escucharme y darme esperanza pero que la gloria siempre sea para ti.  ¡Bendito seas!  Que nunca se me olvide que Tú eres el actor principal y no yo.  Medita en esto por un momento.  Repite estas palabras: Bendito sea el Señor por los siglos de los siglos.  ¡Dios primero y Dios siempre!  Dios y no tú.  Dios y no yo.  A Él sea la gloria.  A Él sea todo nuestro esfuerzo.  A Él sea toda nuestra vida.

 

Oración

Señor: gracias por abrir mi entendimiento y mostrarme que mi vida debe ser para alabarte.  Gracias porque mientras yo busco servirte y alabarte tú te encargas de que no me falte nada y me llenas de bendiciones.  Gracias en el nombre de Jesús.  Amén.

1 ago 2022

Salmos 41:10-12 Pero tú Señor, compadécete de mí; haz que vuelva a levantarme para darles su merecido. En esto sabré que te he agradado: en que mi enemigo no triunfe sobre mí. Por mi integridad habrás de sostenerme, y en tu presencia me mantendré para siempre.



Me da mucha tristeza cuánta gente es confundida con predicaciones e ideas sobre Dios y la biblia que no están bien sustentadas.  Predicaciones que hacen creer que todo estará bien, que siempre habrá más, que los sufrimientos cesarán y, que aquellos que hacen el mal, inmediatamente tienen su castigo.  ¡Mentira!  En esta vida la biblia es muy clara cuando nos dice que tendremos aflicción.  Nos dice que baste a cada día su propio mal.  Nos dice que todos aquellos que seguimos a Jesús seremos señalados, perseguidos y puestos en diferentes pruebas.  ¿Por qué y para qué enfocarnos en promesas sin sentido?  Todo esto lo digo por el pasaje de hoy.  Vuelve a leerlo con calma.  David expone sus sentimientos y deseos pidiendo a Dios que lo ayudara y que sus enemigos no triunfaran.  ¿Esto quiere decir que Dios puede hacer que mis enemigos no triunfen sobre mí?  Sí y no.  Sí lo puede hacer más no necesariamente lo va a hacer.  Muchos de nosotros viviremos sin ver la justicia de Dios.  Muchos morirán viendo a aquellos que les hicieron daño (enemigos) con una vida que pareciera muy buena y ventajosa.  ¿Cómo es posible?  ¿Por qué Dios permite esto?  Me encantaría tener una respuesta satisfactoria, pero lo único que puedo decirte es que Dios es perfecto y sabe más que tú o yo para la decisión de sus planes.  Habrá ocasiones en que veamos una consecuencia a los que hacen el mal y habrá otras en las que no.  La justicia no llega cuando nosotros pensamos o queremos.  La justicia llega cuando Dios lo decide.  Ahora, el hecho de que no la veamos no quiere decir que no exista o que no llegue.  Basta leer el apocalipsis para darnos cuenta de que absolutamente nadie se escapará de la ira de Dios.  ¡La gente le va a gritar a las montañas que caigan sobre ellos para esconderlos de la ira de Dios!

Las promesas de Dios que no debemos olvidar son: su amor incondicional, los frutos de su Espíritu que mora en nosotros, la paz que abunda sin importar las circunstancias, el fundamento y dirección que da a nuestra vida, entre muchas otras.  ¡Esto es lo que debemos estar pidiendo constantemente!  Claro que duele cuando nos lastiman.  Claro que no es agradable sufrir y ver que aquellos que nos hicieron daño vivan como si no ha pasado nada, sin embargo, debemos vivir confiados en que, ya sea que lo veamos o no, Dios siempre se encargará de hacer lo correcto y traer justicia perfecta.

 

Oración 

Señor: perdóname.  He estado buscando venganza cuando lo que necesito es pedir porque tu amor y perdón llenen mi corazón.  Ahora entiendo que Tú tienes el control y Tú estableces la justicia en tus tiempos.  Perdona mis pecados y no permitas que me aparte de ti o me confunda por las circunstancias que atraviese.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén.