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25 jun 2009

Santiago 1:2

Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas.



En la versión de Reina Valera dice “tened por sumo gozo”. Dichoso, gozoso. La Real Academia define dichoso como feliz. ¿Cómo puedo ser feliz y sentir gozo cuando las cosas están de cabeza? ¿Cómo puedo estar tranquilo, o en paz, mientras enfrento lo inesperado?
¿Acaso la Biblia se está refiriendo a que aprenda a resignarme? De ninguna manera. Si pones atención, dice que debes sentir felicidad cuando las cosas se empiecen a complicar. Suena irónico. Lo sé. Contradictorio. También lo sé. A lo largo de mi travesía en el conocimiento de Jesús, he ido aprendiendo que rara vez hizo cosas que la gente le pidiera de la forma en que ellos esperaban que se hiciera. Al final del suceso, la gente reflexionaba y comprendía que les acababa de dar una lección y Dios era glorificado por ello. De la misma manera, cuando atraviesas pruebas puedes dar gloria a Dios a través de ellas. El versículo 3 de Santiago nos dice que las pruebas de nuestra fe producen paciencia, pero el día de hoy quiero enfocarme a entender el gozo y la felicidad que produce el tener pruebas.
Recuerdo cuando tuve mi entrevista para el trabajo que actualmente tengo. La persona que me entrevistó fue dura, firme y en todo momento buscó desalentarme y demostrarme que el trabajo era muy difícil para mí. Me hizo dudar si realmente podría hacerlo. Cuestionó mi edad y mis ganas de querer trabajar. Incluso me dijo que si quería, el siguiente año podríamos volvernos a ver si no me sentía seguro. Gracias a Dios que me dio fuerza y confianza para seguir adelante y ahora estoy aquí. Lo que quiero enseñarte con esto es que ahora comprendo que lo que buscaba la persona que me entrevistó era probarme. Probar mis ganas de trabajar, probar mi habilidad para luchar contra la adversidad, probar mi carácter. El Señor hace exactamente lo mismo.
Las pruebas no son para aquellos que no han aceptado a Jesús, recuerda que la carta está dirigida a los hermanos que estaban dispersos. Entonces, que no te sorprenda el que en tu vida se estén presentando adversidades y problemas. Que no te desanime el enfrentar enfermedades, pérdida de empleo o incluso de seres queridos. Dios está probando tu corazón. En Sus planes, es necesario que atravesemos por todo el proceso de “entrenamiento” y éste, a veces incluye situaciones que no siempre son fáciles. Finalmente, cuando pasen los días, meses y años, llegará el momento en el que recuerdes aquella prueba, aquella adversidad que te tenía de cabeza, sin dejarte dormir y de mal humor. Tendrás una sonrisa en la cara y le darás la gloria al Señor por haberte enseñado y mostrado su gloria, su poder, su amor y su paz en todo momento que lo necesitaste. Te darás cuenta que necesitabas madurar. Te darás cuenta que ahora tu fe es más sólida. Te darás cuenta que tu dependencia y amor al Señor es mayor. Te darás cuenta que has crecido en el Señor. Te darás cuenta que en tu siguiente prueba te gozarás…

Oración
Padre: tu sabiduría es infinita y tus planes maravillosos. Tu forma de trabajar con nuestros corazones es increíble. Perdona que a veces me queje y no entienda lo que quieres mostrarme, pero hoy comprendo que las pruebas y las adversidades son ocasiones para sentir felicidad. Te pido que así sea en mi vida. Guíame para siempre tener presente estas palabras y pon paz y gozo en mi corazón para que pueda vivirlas. Te lo pido en el nombre de Jesús

Amén

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