Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
¿Qué piensas de la hipocresía? ¿Qué piensas de las mentiras y los engaños? El año pasado fuimos testigos de un fraude muy grande de un señor llamado Bernard Madoff. Todo lo que hizo fue para su propio bien a costa del malestar de muchos. En varios países vemos grandes diferencias entre pobres y ricos. Pobres que cada vez son más pobres y los ricos más ricos. ¿Para quién trabajan aquellos que se aprovechan de los pobres? ¿Para Dios? Pero los ejemplos no terminan ahí. Dice la palabra que todo lo que hagamos sea como para el Señor y no para los hombres. Cuando no quieres perdonar, ¿a quién estás obedeciendo? ¿Cuando buscas venganza y tienes corajes? Cuando vives decidiendo en qué vas a obedecer y en qué no, ¿Estás haciéndolo para Dios?
A mi parecer el dilema de seguir a Cristo en todo lo que hacemos entra cuando el resultado inmediato y físico nos es adverso al obedecer. ¿Qué pasaría si tus clientes supieran que sigues a Jesús? ¿Tu trabajo sería ejemplo de ello? Cuando tus compañeros de trabajo comienzan a hablar de religiones, ¿prefieres quedarte callado para no ser señalado? No nos gusta ser objeto de críticas. No nos gusta ser señalados. Nos gusta ser admirados y respetados. Dios no quiere que pases un mal rato por ser señalado o criticado, lo que busca es abrirte los ojos al círculo vicioso en el que estás metido. Se llama mundo. Tiene una forma de pensar, de actuar, de criticar, de admirar y de solucionar problemas. Dios, el Señor, tiene otra. ¿Para cuál quieres trabajar? Una dista mucho de la otra.
Todo lo que hagas hazlo de corazón para el Señor. No con hipocresía. No para aparentar ser un buen cristiano. Para Dios. Tal vez estás acostumbrado a trabajar para ser reconocido por los hombres, tal vez has tenido que soportar a personas que no toleras y poner una sonrisa mientras te muerdes la lengua. Esto no es lo que busca Dios. Lo que Dios quiere es enseñarte a vivir distinto a lo que has vivido. A que dejes tantos vicios que traes arrastrando. Quiere enseñarte a vivir obedeciendo y haciendo todo para Él. ¿El resultado? No más hipocresías en tu vida. No más mentiras, no mas engaños, no más miedos a ser señalado o al qué dirán. Gozo y más gozo por obedecer y seguir al Rey de reyes. Paz por saber que estás trabajando para la autoridad máxima. Paz por saber que Él es quien tiene el control de todo lo que pasa a tu alrededor. Esperanza al saber que de Él recibirás herencia. A veces estamos tan involucrados en nuestras actividades que pasan los días y luego los años y no nos percatamos de lo inmiscuidos que estamos en ello y lo alejados que estamos de trabajar y entregar nuestra vida a Dios como Él nos lo pide. No sigamos por este camino…
Oración
Padre: gracias por recordarme el camino correcto. Quiero obedecerte y pedirte que me muestres cómo entregarte mi vida al cien por ciento. Todo lo que haga lo quiero hacer para Ti y dejar atrás mi costumbre de querer agradar al ojo humano. Perdona mis pecados Señor y límpiame en el nombre de Jesús
Amén
¿Qué piensas de la hipocresía? ¿Qué piensas de las mentiras y los engaños? El año pasado fuimos testigos de un fraude muy grande de un señor llamado Bernard Madoff. Todo lo que hizo fue para su propio bien a costa del malestar de muchos. En varios países vemos grandes diferencias entre pobres y ricos. Pobres que cada vez son más pobres y los ricos más ricos. ¿Para quién trabajan aquellos que se aprovechan de los pobres? ¿Para Dios? Pero los ejemplos no terminan ahí. Dice la palabra que todo lo que hagamos sea como para el Señor y no para los hombres. Cuando no quieres perdonar, ¿a quién estás obedeciendo? ¿Cuando buscas venganza y tienes corajes? Cuando vives decidiendo en qué vas a obedecer y en qué no, ¿Estás haciéndolo para Dios?
A mi parecer el dilema de seguir a Cristo en todo lo que hacemos entra cuando el resultado inmediato y físico nos es adverso al obedecer. ¿Qué pasaría si tus clientes supieran que sigues a Jesús? ¿Tu trabajo sería ejemplo de ello? Cuando tus compañeros de trabajo comienzan a hablar de religiones, ¿prefieres quedarte callado para no ser señalado? No nos gusta ser objeto de críticas. No nos gusta ser señalados. Nos gusta ser admirados y respetados. Dios no quiere que pases un mal rato por ser señalado o criticado, lo que busca es abrirte los ojos al círculo vicioso en el que estás metido. Se llama mundo. Tiene una forma de pensar, de actuar, de criticar, de admirar y de solucionar problemas. Dios, el Señor, tiene otra. ¿Para cuál quieres trabajar? Una dista mucho de la otra.
Todo lo que hagas hazlo de corazón para el Señor. No con hipocresía. No para aparentar ser un buen cristiano. Para Dios. Tal vez estás acostumbrado a trabajar para ser reconocido por los hombres, tal vez has tenido que soportar a personas que no toleras y poner una sonrisa mientras te muerdes la lengua. Esto no es lo que busca Dios. Lo que Dios quiere es enseñarte a vivir distinto a lo que has vivido. A que dejes tantos vicios que traes arrastrando. Quiere enseñarte a vivir obedeciendo y haciendo todo para Él. ¿El resultado? No más hipocresías en tu vida. No más mentiras, no mas engaños, no más miedos a ser señalado o al qué dirán. Gozo y más gozo por obedecer y seguir al Rey de reyes. Paz por saber que estás trabajando para la autoridad máxima. Paz por saber que Él es quien tiene el control de todo lo que pasa a tu alrededor. Esperanza al saber que de Él recibirás herencia. A veces estamos tan involucrados en nuestras actividades que pasan los días y luego los años y no nos percatamos de lo inmiscuidos que estamos en ello y lo alejados que estamos de trabajar y entregar nuestra vida a Dios como Él nos lo pide. No sigamos por este camino…
Oración
Padre: gracias por recordarme el camino correcto. Quiero obedecerte y pedirte que me muestres cómo entregarte mi vida al cien por ciento. Todo lo que haga lo quiero hacer para Ti y dejar atrás mi costumbre de querer agradar al ojo humano. Perdona mis pecados Señor y límpiame en el nombre de Jesús
Amén
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