¿Cuántas veces después de algunos días, meses o años de estar orando continuamente has comenzado a dudar de que tus oraciones estén llegando a Dios? ¡No eres el único! Todos somos humanos y todos estamos acostumbrados a trabajar sobre lo que vemos y reconocemos. Cuando queremos estar en comunión con Dios y buscamos su reino, hay ocasiones en las que las respuestas, independientemente de que sean afirmativas o negativas, tardarán mucho en llegar. Como nosotros no tenemos a nadie que nos diga: tu caso tardará tres meses más o solamente un día más, comenzamos a desesperarnos y a desanimarnos. La respuesta está en la fe. La definición de fe la encuentras en el libro de los Hebreos 11:1 y dice: es pues la fe la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Esto quiere decir que: nuestra certidumbre de que Dios escucha nuestras oraciones no está basada en lo que vemos o tocamos. Además, estamos convencidos que nos escucha sin importar que nadie nos lo confirme personalmente.
No podemos saber lo que Cornelio estaba orando. La biblia no nos da más detalle. Por otro lado, tampoco sabemos lo que vendrá como respuesta para él. Solamente tenemos conocimiento de que, sus oraciones han sido escuchadas y que ahora vendrá la respuesta por parte de Dios. ¡No te desanimes! Tu respuesta llegará. Dios no ha dejado de escuchar cada una de tus oraciones. Siempre ha estado atento a tus angustias y temores. No dejes que lo que te rodea te haga dudar de que Dios trabaja como nosotros. Él es soberano y sus planes no dependen de lo que nosotros pensemos o creamos que deben ser.
En tu camino con Dios tendrás muchos momentos así. A veces recibirás respuestas inmediatas y en otras ocasiones simplemente tendrás que esperar y esperar. Hoy quiero decirte que la espera no significa ausencia de respuesta y mucho menos que Dios no está presente o escuchando. Debes entender y ejercitar lo que es la fe en el Señor y confiar en Sus tiempos. ¿Por cuánto tiempo estuvo en oración Cornelio? Creo que con toda intención de Dios no lo dice su palabra para que no pensáramos que ese número de días era el que tenemos que esperar.
Tómate tu tiempo. Medita sobre tus oraciones. Piensa en aquello que te da gozo y alegría. También lo que te da angustia y roba tu paz. Ahora recuerda que Dios tiene el control. Recuerda que te ama y tiene cuidado de ti. Dile al Señor lo que piensas y lo que sientes. Dile que quieres confiar y esperar tranquilo.
Oración
Señor: no quiero vivir desesperado y angustiado. Quiero aprender a esperar con gozo y en tu paz. Hoy entiendo que tengo esperanza y que la ausencia de respuesta no significa que no estés al pendiente de mí. Gracias por amarme y cuidarme. Te pido que pueda enfocar mi vida en Ti y no en mis problemas. Oro a Ti en el nombre de Cristo Jesús. Amén
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