Vistas de página en total

4 dic 2014

Hebreos 13:7


Acuérdense de sus dirigentes, que les comunicaron la palabra de Dios.  Consideren cuál fue el resultado de su estilo de vida, e imiten su fe.



La versión Reina Valera 1960 dice: acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.  No hay una sola persona que no atraviese por altibajos.  Sin importar su compromiso con el Señor o su servicio en la congregación, cada uno de nosotros será probado y perfeccionado.  Lo que Dios te quiere decir hoy es que pongas atención al ejemplo de aquellos líderes que, a pesar de las pruebas que atravesaron o simplemente en su día a día, se mantuvieron firmes en su comunión con el Señor.  ¡Imítalos!  Dice Dios.  Aprende de ellos.  El crecimiento espiritual o la vida en Cristo, no es una competencia individual.  Si encuentro algún pasaje que me ayuda a sobrellevar una carga, lo que me corresponde es compartirlo cuando alguien esté en una situación similar.  He tenido la oportunidad de convivir con personas ejemplares.  ¡Por supuesto que tienen defectos!  Pero, ¿quién no los tiene?  Sin embargo, sus vidas son una motivación y un constante recordatorio que estoy en el camino correcto y vale la pena seguir adelante.  ¿Sabes?  Le doy gracias a Dios por la vida de cada persona que me ha dedicado tiempo para crecer en Cristo.  Contestando mis preguntas y sobre todo, teniendo paciencia.  Te pido que, si hay personas que han impactado tu vida y ayudado a permanecer en el Señor, te acuerdes de orar por ellos constantemente.  Además, como dice el pasaje de hoy, imita su fe.  Analiza su vida y entrega.  Insisto, no va a ser una vida perfecta pero sí una vida que será de ejemplo para ti y otros alrededor.  No importa si es una persona más joven o mayor que tú.  La edad o madurez espiritual es distinta a la carnal.
Gracias a que hubo personas buscando agradar al Señor hoy estoy escribiendo esto.  Personas que dedicaron de su tiempo para compartir a Cristo.  Personas que dedicaron esfuerzo para llevar el evangelio.  Su constancia, en mi vida, tuvo fruto. 
1Corintios 11:1 dice: sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.  Filipenses 3:17 dice: Hermanos, sed imitadoresores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.  No se trata de ser vanagloriados sino de reconocer a aquellos que dan un gran ejemplo.  No se trata de sustituir a Cristo sino de ver Su obra en la vida de una persona.
Con esto también te quiero animar a ser un líder o participar en algún ministerio.  Cada uno de nosotros puede ser ejemplo para alguien más.  Cada uno de nosotros puede traer esperanza al perdido.  Imita a tus líderes en su fe y busca ser ejemplo para los que te rodean.  Busca ser testimonio viviente de que Dios transforma vidas sin importar lo torcidas que estén.

Oración
Padre: gracias por la vida de aquellos que me han dedicado tiempo y se han preocupado por mi crecimiento espiritual.  Bendícelos y llénalos de tu paz y amor.  Te pido pueda aprender a imitarles y así ser también un ejemplo para los que me rodean.  Te lo pido en el precioso nombre de tu Hijo Jesús.  Amén.

3 dic 2014

Hebreos 13:6

Así que podemos decir con toda confianza: El Señor es quien me ayuda; no temeré.  ¿Qué puede hacerme el ser humano?



Si tú, como yo, naciste en un país de Latinoamérica, es muy probable que hayas tenido ya alguna experiencia con la corrupción.  En países como México, crecemos no viviendo sino sobreviviendo.  Cada quien tiene que ver por lo suyo y cuidarlo porque siempre hay alguien por ahí queriendo robarlo o aprovecharse.  Sé que es similar en países como Brasil, Argentina, Colombia o Venezuela.  En mayor o menor grado, uno se va dando cuenta de la importancia que tienen las personas con “poder” o “conexiones”.  Su vida, de alguna manera, es más sencilla.
Por otro lado, constantemente escucho en las noticias o incluso en las películas, hacer referencia al presidente de los Estados Unidos como el hombre más poderoso del mundo.  También hay artículos y teorías de conspiración en la que explican que los más poderosos son realmente unas cuantas familias que controlan el dinero a nivel mundial y por consecuencia, a los mismos gobernantes.
Poco a poco, sin darnos cuenta, nos metemos tanto en este mundo que perdemos la perspectiva rápidamente.  Todo se mueve de tal manera que nos hacen pensar que necesitamos tal trabajo, tales relaciones, tales estudios, tanto dinero, tanta fama y tanto poder.  ¡Impresionante!  El autor Patrick Morley en su libro “El hombre frente al espejo” define todo esto de una manera muy sencilla: la carrera de ratones.  ¿Recuerdas a esos ratones que se suben a una rueda que gira y gira y por más que corren y corren no llegan a ningún lado?  Pues así es justamente como se mueve este mundo.  Nos hace pensar que podemos llegar y alcanzar mientras que no nos estamos moviendo ni un solo centímetro.  ¿No me crees?  ¿Crees que estoy exagerando?  Te voy a explicar el por qué, comenzando con lo que dice el versículo 6 que estamos estudiando: solamente Dios puede traer la paz que necesito pues Él es quien me ayuda y protege.  ¿De quién y de qué puedo temer si Él está conmigo?  Si todavía no te queda claro te recuerdo lo siguiente.  Cristo, siendo Dios (no habiendo nada ni nadie mejor que Él) vino a vivir como hombre para enseñarnos lo que realmente tiene valor.  ¿Cómo vivió?  Como un carpintero.  ¿Dónde nació?  En la ciudad más pequeña e insignificante.  ¿Cuánto dinero ganó?  Lo suficiente para vivir día a día.  ¿Qué tipo de conexiones políticas y poder tuvo?  Ninguno.  De hecho le odiaban y querían matarle.  A los ojos del mundo, ¿es esta una vida de éxito?  Sin embargo, su ejemplo fue tan grande y perfecto que al morir dividió el tiempo y hoy seguimos escuchando de Él.  ¡No permitas que este mundo te abrume y te aplaste!  ¡No dejes que aquello que ves pueda más que el Dios Todopoderoso!  ¡No dejes que las costumbres te hagan dudar sobre Jehová y su capacidad de protegerte!  Cada vez que recurrimos a los ejemplos que tenemos en este mundo, no nos estamos moviendo ni un centímetro y nos encontramos varados sin saber qué hacer.  Por el contrario, cuando imitamos a Cristo, nuestra vida comienza a andar y a tomar forma.  Nos enfocamos en lo que vale y desechamos lo que no.  Vivimos en paz.  Vivimos en gozo.  Vivimos agradecidos sin importar lo que sucede porque Dios está con nosotros.  ¿Lo puedes entender?  No importa lo que diga el mundo.  No importa en dónde hayas nacido ni cuáles sean tus condiciones.  Es importante para los que no conocen a Dios pero para aquellos que confiamos en el Creador, simplemente no tiene relevancia.  La biblia dice que podemos decir confiadamente que no hay nada ni nadie de quien debamos temer pues el Señor nos ayuda.  ¿Para qué seguir buscando donde no hay?  Si el Señor lo dice es porque es cierto.  Confía en Él.  Sin importar lo que estés atravesando.  De rodillas ante Él, clama y pide que su paz abunde en tu corazón.  ¿De qué puedes temer si Él está contigo?  ¡No tiene sentido!  Has una pausa y date cuenta de lo que te estás perdiendo por no abrazar la palabra y creer en ella.

Oración

Padre: perdóname.  El mundo me ha confundido demasiado.  Hoy entiendo que solamente Tú puedes traer paz.  Solamente Tú puedes protegerme.  Solamente en Ti puedo confiar y estar seguro.  Padre, no quiero seguir confundido y pensando que puedo hallar en el mundo cuando solamente puedo hallar en Ti.  Toma mi vida.  Tú conoces mi corazón.  Renuévalo.  Tú conoces mis pensamientos.  Límpialos.  Tú conoces mi vida.  Transfórmala.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén.

2 dic 2014

Hebreos 13:5

Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: Nunca te dejaré; jamás te abandonaré.



El dinero es el tema más recurrente que encontramos en la biblia.  Una y otra vez se nos repite del problema que resulta del amor al dinero.  Si Dios se toma tanto en advertirnos sobre este tema, quiere decir que es importante y debemos poner atención.  El amor al dinero destruye matrimonios, familias, amistades y cualquier otro tipo de relación que puedas pensar.  Ojo.  Dios no nos dice que el dinero es un problema sino el amor al dinero es lo que pone todo de cabeza.  De hecho, la biblia nos da una gran cantidad de consejos sobre cómo administrarnos.  Nos recomienda ahorrar para momentos difíciles, llama sabio al que su herencia llega a los nietos, recomienda no tener deudas así como no gastar más de lo que se tiene.  Existen muchas estadísticas sobre el crédito y ahorro de los países.  Mientras que unos países ahorran mucho otros gastan absolutamente todo lo que tienen.  ¿Cómo es posible que un bien (el dinero) puede traer tanta bendición y al mismo tiempo tanta maldición?  No podemos echarle la culpa al dinero en sí.  ¡Él no toma decisiones!  Nosotros somos los únicos que podemos ser responsables de todo lo que sucede alrededor de él.  Por esta razón, Dios nos habla y previene sobre el amor al dinero.  Deja de estar volteando y comparando lo que tienes o no tienes.  La envidia y el egoísmo son fáciles de plantar y crecen sumamente rápido cuando uno se olvida de vivir agradecido de lo que tiene. 
Poco a poco he ido aprendiendo que nuestro deber como servidores y seguidores de Cristo es convertirnos en un canal de bendición para los demás.  Cuando compartimos lo que Dios nos da, Él se encarga de darnos más.  Cuando nos aferramos a lo que tenemos, Él se encarga de quitar aún más.  Resulta más fácil escribirlo que vivirlo.  No es fácil entregar a tus seres queridos, tu hogar, tu trabajo, donde vives, pero es precisamente lo que Dios te está pidiendo hoy.  Dice: no ames el dinero y mantente contento con lo que tienes pues yo nunca te dejaré ni te abandonaré.  Él sabe qué quieres y qué necesitas.  ¡Siempre lo ha sabido!  La pregunta es ¿tú sabes qué necesitas?  Abre tus manos y deja que el Señor ponga y quite conforme Él considere necesario.  Deja de luchar contra Él.  Deja de aferrarte a los bienes materiales y abraza los espirituales.  Abraza la palabra de Dios y la esperanza que trae consigo.  ¿Dios te ha bendecido?  ¡Compártelo!  Trae tu diezmo y da ofrendas.  No te vayan a encontrar como el joven rico que no quiso nunca deshacerse de sus bienes por seguir a Cristo.  ¿Piensas que Dios no te bendice?  Examina tu corazón.  Tal vez estás aferrado al dinero en lugar de Jehová.  Recuerda que no puedes servir al dinero y al Señor al mismo tiempo.  Solamente uno puede ser el rey de tu vida.  Sea cual sea tu situación, tómate un tiempo en entender en dónde estás parado y qué lugar ocupa el dinero en tu vida.  Se honesto.  Abre tu corazón y deja que Dios te muestre.

Oración

Señor: gracias.  Tu palabra siempre corrige mis pasos.  Te pido perdón porque el dinero ha ocupado un lugar demasiado importante en mi vida.  Te pido que no sea así y que Tú tomes el trono en todo momento.  Te pido que aprenda a confiar en Ti y a ser un canal de bendición en lugar de una presa que no deja que nada fluya.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén

1 dic 2014

Hebreos 13:4

Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales.



Mateo 5:27-28 dice: Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.  Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Se dice que los hombres son más propensos a la infidelidad.  Por otro lado, hay estudios que indican sobre el incremento en la infidelidad por parte de las mujeres.  Algunos artículos dicen que las mujeres incluso superan a los hombres.  Ya sea de un lado o del otro, lo que pocas veces vemos es la preocupación por este problema.  La infidelidad es un gran problema.  Las relaciones sexuales fuera del matrimonio son un gran problema.  Sin embargo, nadie dice nada.  Que si el incremento se ha dado por la televisión y los medios, que si las cosas están cambiando por el internet.  Que si una u otra cosa pero no escucho a nadie tratando de explicar lo grave de esta situación.  No.  No es normal la infidelidad.  No.  No está bien tener relaciones sexuales fuera del matrimonio.  Así como tampoco está bien mentir o matar a alguien.  Dios nos ha dejado una extraordinaria guía para vivir correctamente siendo nosotros los principales en beneficiarse.  ¿Para qué ignorarla?  ¿Qué sentido tiene dar la espalda a los mejores consejos que pudiéramos recibir?  No hay nada peor que el orgullo estorbando en nuestra comunión con Jehová.  La vara de Dios es alta y exige al máximo.  Sin embargo, no quiere decir que nos debamos convertir en hipócritas y vivir como si todo lo que pasa por nuestra mente o nuestro cuerpo es correcto.  ¡Por supuesto que no!  Debemos vivir entendiendo que esa vara de Dios es imposible de alcanzar sin la misericordia y gracia que derrama sobre nosotros y, sobre todo, su Espíritu transformando nuestras acciones.  Sí.  El divorcio es normal para aquellos que no tienen al Señor.  Sí.  Las relaciones sexuales con múltiples personas son normales para los que no conocen a Cristo.  No podemos pedir nada a aquellos que no le conocen.  Sin embargo, si tú tienes conocimiento de la verdad, no puedes ocultarte en la ignorancia.  Tú no puedes ser igual a los demás.  Tú debes comportarte de otra manera y seguir al Señor en todo lo que hagas.  ¿Qué tipo de revistas lees?  ¿Qué tipo de programas y películas ves?  ¿Qué tipo de lugares frecuentas?  Es tan triste escuchar de algún lugar que es conocido porque van puras personas con sus “movidas” (amantes).  Tu principal enemigo eres tu mismo.  Tu naturaleza caída.  Después Satanás y por último el mundo.  Ten cuidado.  Si estás ya casado, pide a Dios para que su Espíritu te llene de amor y enamoramiento para con tu cónyuge.  Si aún no te has casado, pide a Dios para que su Espíritu controle tu carne y te mantenga apartado de la inmoralidad sexual.

Oración

Señor: gracias.  Gracias por mostrarme que ir en contra de mi carne y del mundo trae bendición a mi vida.  Gracias por darme esperanza y recordarme que Tú eres superior y tus planes perfectos.  Te pido me limpies y renueves mis pensamientos para poder comportarme conforme a Tu voluntad.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén