Así que
podemos decir con toda confianza: El
Señor es quien me ayuda; no temeré. ¿Qué
puede hacerme el ser humano?
Si tú,
como yo, naciste en un país de Latinoamérica, es muy probable que hayas tenido
ya alguna experiencia con la corrupción.
En países como México, crecemos no viviendo sino sobreviviendo. Cada quien tiene que ver por lo suyo y
cuidarlo porque siempre hay alguien por ahí queriendo robarlo o
aprovecharse. Sé que es similar en
países como Brasil, Argentina, Colombia o Venezuela. En mayor o menor grado, uno se va dando
cuenta de la importancia que tienen las personas con “poder” o
“conexiones”. Su vida, de alguna manera,
es más sencilla.
Por otro
lado, constantemente escucho en las noticias o incluso en las películas, hacer
referencia al presidente de los Estados Unidos como el hombre más poderoso del
mundo. También hay artículos y teorías
de conspiración en la que explican que los más poderosos son realmente unas
cuantas familias que controlan el dinero a nivel mundial y por consecuencia, a
los mismos gobernantes.
Poco a
poco, sin darnos cuenta, nos metemos tanto en este mundo que perdemos la
perspectiva rápidamente. Todo se mueve
de tal manera que nos hacen pensar que necesitamos tal trabajo, tales
relaciones, tales estudios, tanto dinero, tanta fama y tanto poder. ¡Impresionante! El autor Patrick Morley en su libro “El
hombre frente al espejo” define todo esto de una manera muy sencilla: la
carrera de ratones. ¿Recuerdas a esos
ratones que se suben a una rueda que gira y gira y por más que corren y corren
no llegan a ningún lado? Pues así es
justamente como se mueve este mundo. Nos
hace pensar que podemos llegar y alcanzar mientras que no nos estamos moviendo
ni un solo centímetro. ¿No me crees? ¿Crees que estoy exagerando? Te voy a explicar el por qué, comenzando con
lo que dice el versículo 6 que estamos estudiando: solamente Dios puede traer la paz que necesito pues
Él es quien me ayuda y protege. ¿De
quién y de qué puedo temer si Él está conmigo? Si todavía no te queda claro te recuerdo lo
siguiente. Cristo, siendo Dios (no
habiendo nada ni nadie mejor que Él) vino a vivir como hombre para enseñarnos
lo que realmente tiene valor. ¿Cómo
vivió? Como un carpintero. ¿Dónde nació?
En la ciudad más pequeña e insignificante. ¿Cuánto dinero ganó? Lo suficiente para vivir día a día. ¿Qué tipo de conexiones políticas y poder
tuvo? Ninguno. De hecho le odiaban y querían matarle. A los ojos del mundo, ¿es esta una vida de éxito? Sin embargo, su ejemplo fue tan grande y
perfecto que al morir dividió el tiempo y hoy seguimos escuchando de Él. ¡No permitas que este mundo te abrume y te
aplaste! ¡No dejes que aquello que ves
pueda más que el Dios Todopoderoso! ¡No
dejes que las costumbres te hagan dudar sobre Jehová y su capacidad de
protegerte! Cada vez que recurrimos a
los ejemplos que tenemos en este mundo, no nos estamos moviendo ni un
centímetro y nos encontramos varados sin saber qué hacer. Por el contrario, cuando imitamos a Cristo,
nuestra vida comienza a andar y a tomar forma.
Nos enfocamos en lo que vale y desechamos lo que no. Vivimos en paz. Vivimos en gozo. Vivimos agradecidos sin importar lo que
sucede porque Dios está con nosotros.
¿Lo puedes entender? No importa
lo que diga el mundo. No importa en
dónde hayas nacido ni cuáles sean tus condiciones. Es importante para los que no conocen a Dios
pero para aquellos que confiamos en el Creador, simplemente no tiene
relevancia. La biblia dice que podemos
decir confiadamente que no hay nada ni nadie de quien debamos temer pues el
Señor nos ayuda. ¿Para qué seguir
buscando donde no hay? Si el Señor lo
dice es porque es cierto. Confía en
Él. Sin importar lo que estés
atravesando. De rodillas ante Él, clama
y pide que su paz abunde en tu corazón.
¿De qué puedes temer si Él está contigo?
¡No tiene sentido! Has una pausa
y date cuenta de lo que te estás perdiendo por no abrazar la palabra y creer en
ella.
Oración
Padre:
perdóname. El mundo me ha confundido
demasiado. Hoy entiendo que solamente Tú
puedes traer paz. Solamente Tú puedes
protegerme. Solamente en Ti puedo
confiar y estar seguro. Padre, no quiero
seguir confundido y pensando que puedo hallar en el mundo cuando solamente
puedo hallar en Ti. Toma mi vida. Tú conoces mi corazón. Renuévalo.
Tú conoces mis pensamientos. Límpialos. Tú conoces mi vida. Transfórmala.
Te lo pido en Cristo Jesús. Amén.
2 comentarios:
Gracias a Dios porque cada día nos muestra su amor para con el ser humano gracias a la persona que escribió está explicación Dios te guarde y te bendiga
Hola y gracias por escribir tan bonito comentario.
Bendiciones.
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