Mateo 5:27-28
Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Primero que nada, no pienso que solamente se aplique a los hombres sino que las mujeres también están involucradas. He escuchado que algunos estudios muestran que la mujer puede ser igual de infiel que un hombre, así que debemos quitarnos la idea de que solamente los varones tienen problemas de sexualidad con el sexo opuesto.
La verdad que es uno de los versículos más duros de escuchar y difíciles de cumplir. La mente es mucho más difícil de controlar que las acciones físicas. Muchas veces podrás retener tus manos para no golpear a alguien, o tu boca para no insultar, pero dentro de tu mente los puedes insultar y pensar cantidad de cosas que no tiene sentido mencionar.
A mi parecer, Cristo estaba tratando de hacer entender a los judíos (y ahora a nosotros) que estaban cayendo en una postura hipócrita y que era igual de desagradable para Dios como aquellos que pecaban abiertamente. Si pudiera aumentar unas cuantas palabras a lo que Jesús estaba diciendo creo que podría decir algo así: No se trata de “aparentar” el ser una buena persona, Dios conoce lo que hay dentro de tu corazón y de tu mente, así que no tiene sentido pensar que por no hacer las cosas físicamente, estás siendo una “buena” persona. La Biblia explica que el pecado no viene de afuera hacia adentro sino de adentro hacia afuera. Proviene de nuestra naturaleza caída que es nuestra propia carne. La tentación es EXTERNA, el pecado es INTERNO.
Entonces, a mi parecer, Jesús no estaba solamente tratando de enfocarse al problema del adulterio, sino a que entendamos que el pecado viene desde nuestro corazón, mente y deseos, así que el hecho de no “llevarlos a cabo” en la vida real, no implica que en nuestro corazón, no hayamos pecado.
¡Esto es un principio importantísimo!
Como conclusión, es necesario entender que como bien dice el dicho “las apariencias engañan”, no debemos estar basados en ellas sino en el interior de nuestra mente y corazón. Lo que Jesús busca de nosotros es que le entreguemos nuestras faltas y dejemos que el Espíritu Santo transforme nuestro corazón.
Pon atención a tu corazón y pensamientos y deja de pensar que el parámetro para ser una buena persona son las acciones. Además, lo que Jesús dijo es cierto, si en tu mente codicias a una mujer, ES UN PECADO. Ahora que estoy casado, entiendo que es mejor no voltear a ver a otras mujeres y dedicar el cien por ciento de mis “miradas” a ella en lugar de alguien más. Dios planeó todo con tal perfección, que a nosotros nos puede parecer ilógico, pero al cumplir sin cuestionar, las bendiciones llegan.
Oración
Padre: Tú sabes que me cuesta trabajo el dejar de tener pensamientos que no son agradables a Ti pero te los quiero entregar y pedirte que los saques de mí. Ahora entiendo que mi interior puede ser pecador y no solo el exterior. ¡Trabaja con mi corazón y transforma mi vida Señor! Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén
La verdad que es uno de los versículos más duros de escuchar y difíciles de cumplir. La mente es mucho más difícil de controlar que las acciones físicas. Muchas veces podrás retener tus manos para no golpear a alguien, o tu boca para no insultar, pero dentro de tu mente los puedes insultar y pensar cantidad de cosas que no tiene sentido mencionar.
A mi parecer, Cristo estaba tratando de hacer entender a los judíos (y ahora a nosotros) que estaban cayendo en una postura hipócrita y que era igual de desagradable para Dios como aquellos que pecaban abiertamente. Si pudiera aumentar unas cuantas palabras a lo que Jesús estaba diciendo creo que podría decir algo así: No se trata de “aparentar” el ser una buena persona, Dios conoce lo que hay dentro de tu corazón y de tu mente, así que no tiene sentido pensar que por no hacer las cosas físicamente, estás siendo una “buena” persona. La Biblia explica que el pecado no viene de afuera hacia adentro sino de adentro hacia afuera. Proviene de nuestra naturaleza caída que es nuestra propia carne. La tentación es EXTERNA, el pecado es INTERNO.
Entonces, a mi parecer, Jesús no estaba solamente tratando de enfocarse al problema del adulterio, sino a que entendamos que el pecado viene desde nuestro corazón, mente y deseos, así que el hecho de no “llevarlos a cabo” en la vida real, no implica que en nuestro corazón, no hayamos pecado.
¡Esto es un principio importantísimo!
Como conclusión, es necesario entender que como bien dice el dicho “las apariencias engañan”, no debemos estar basados en ellas sino en el interior de nuestra mente y corazón. Lo que Jesús busca de nosotros es que le entreguemos nuestras faltas y dejemos que el Espíritu Santo transforme nuestro corazón.
Pon atención a tu corazón y pensamientos y deja de pensar que el parámetro para ser una buena persona son las acciones. Además, lo que Jesús dijo es cierto, si en tu mente codicias a una mujer, ES UN PECADO. Ahora que estoy casado, entiendo que es mejor no voltear a ver a otras mujeres y dedicar el cien por ciento de mis “miradas” a ella en lugar de alguien más. Dios planeó todo con tal perfección, que a nosotros nos puede parecer ilógico, pero al cumplir sin cuestionar, las bendiciones llegan.
Oración
Padre: Tú sabes que me cuesta trabajo el dejar de tener pensamientos que no son agradables a Ti pero te los quiero entregar y pedirte que los saques de mí. Ahora entiendo que mi interior puede ser pecador y no solo el exterior. ¡Trabaja con mi corazón y transforma mi vida Señor! Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén
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