Vistas de página en total

18 jun 2008

Josué 6:1-2

Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía. Mas Jehová dijo a Josué: Mira, Yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra.


Jericó era reconocida por las murallas que resguardaban la ciudad. No te imagines cualquier barda, era algo verdaderamente impresionante. En ese momento se encontraban cerradas las puertas para que los israelitas no pudieran entrar y hacer daño a la ciudad.
Si analizas el versículo dos y luego el uno, primero se encuentra la promesa de Dios diciendo “YO he entregado”. Habla como si YA hubiera sucedido. Pero cuando leemos el verso uno vemos que “las puertas estaban BIEN cerradas”.
El Señor no deja de sorprenderme con su Palabra.
Nos pide que perdonemos, que amemos a nuestros enemigos, que si alguien nos roba también le demos nuestra “capa”, que seamos humildes y que vivamos sirviendo a los demás como lo hizo Jesús. ¡Qué difícil!
El versículo de hoy muestra una situación muy similar. Por un lado Jehová les dice “la tierra es suya” pero por el otro, cuando volteaban a ver la ciudad la seguían viendo con una muralla impenetrable y todas sus puertas resguardadas.
Si me pongo en esa situación diría: “muy bien Señor, entiendo que tu promesa se va a cumplir, creo que nos vas a entregar Jericó y que Tú gobiernas sobre todo y todos, pero lo que no puedo entender es ¿cómo le vamos a hacer?”
¿Te das cuenta cómo es difícil seguir la voluntad de Dios y tener fe en que El es quien trabaja?
Cada vez que escuchas promesas del Señor es muy emocionante, te dan ánimos y te llenas de deseos de salir al mundo y continuar avanzando dejando atrás tantos problemas y agobios que tenías. Pero cuando pasa un día o unas horas las promesas se empiezan a desvanecer y por todos lados ves murallas enormes que impiden que continúes a la velocidad y dirección que llevabas. Es en ESE momento que empiezas a DUDAR y te detienes.
Este es el punto crítico o de inflexión para pasar de una vida teórica a una vida PRÁCTICA con el Señor. Tú puedes conocer muy bien lo que Dios quiere de ti, pero si nunca lo pones por práctica tu relación será meramente teórica. Por el contrario, si en el momento en que ves las murallas grandes y bien cerradas decides traer a tu mente las palabras de tu Dios diciendo “Yo he entregado en tu mano a Jericó” sabes que puedes acelerar el paso y continuar con tu camino. Por último date cuenta que el Señor te da más de lo que necesitas, entregó la ciudad, su rey y a los varones de guerra. No sólo permitió que entraran sino fue mucho más allá.

Oración
Señor: quiero agradecerte por todas las bendiciones que traes a mi vida. Quiero pedirte perdón pues tus promesas las olvido con frecuencia. Permite que pueda recordar constantemente tu palabra y tener una relación práctica y sólida contigo. Guíame a través de las murallas que veo en mi vida y permite que siga caminando en una buena dirección contigo al frente. Te lo pido en Cristo Jesús
Amén

No hay comentarios: