Entonces los sacerdotes tocaron las trompetas, y la gente gritó a voz en cuello, ante lo cual las murallas de Jericó se derrumbaron. El pueblo avanzó, sin ceder ni un centímetro, y tomó la ciudad.
Las promesas de Dios SE CUMPLEN.
Nunca antes un muro había sido derrumbado con trompetas y gritos, pero cuando el Señor dijo que pasaría, pasó. Tampoco nadie ha resucitado y vencido a la muerte, Dios lo anunció y lo cumplió con Jesús. No hay persona que haya muerto y regresado a la vida para contarnos lo que hay “después de la muerte”, Dios dice que al morir tenemos dos opciones: el cielo o el infierno. Para la primera necesitas arrepentirte de tus pecados y reconocer que Cristo murió por ti limpiándote de ellos. Para la segunda opción, simplemente sigue con tu vida pensando que no necesitas de Jesús. Aunque nadie haya vivido “aún” el ir al cielo o al infierno, hay que estar convencidos de que existe y así será pues por más que parezca difícil o increíble, el Señor CUMPLE con su Palabra.
Los milagros PASAN.
El pueblo de Israel hizo como Jehová había mandado y dieron una vuelta por seis días a la ciudad y el séptimo dieron siete, tocaron trompetas y gritaron. Después vieron cómo sucedía lo imposible: la muralla de Jericó se derrumbó.
La Real Academia de la Lengua Española, define la palabra MILAGRO como: hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a INTERVENCION sobrenatural de origen divino; suceso maravilloso y extraordinario. Para el Señor los “milagros” son su forma de trabajar. Los sucesos maravillosos son pequeñas muestras que Dios nos da para recordarnos su potestad y poder.
Imagino que aquellos que estuvieron presentes cuando la muralla se derrumbó con las trompetas y los gritos, guardaron esto en su memoria pero sobre todo en su corazón para siempre recordar que Jehová es Dios Todopoderoso.
Me gustaría que pienses en algún milagro que el Señor haya permitido en tu vida. ¿Hace cuánto tiempo fue? Tal vez en ese momento pensaste que fue casualidad o golpe de suerte, pero ahora sabes que fue “intervención sobrenatural”. Ahora debes estar atento a cada milagro que pasa en tu vida y vive agradecido.
Por último, quiero pedirte que pongas atención a las promesas del Señor. Apréndetelas, guárdalas, medítalas, repítelas, compártelas y lo más importante aún, VÍVELAS sabiendo que las promesas del Señor SE CUMPLEN. Recuerda que si las murallas de una ciudad cayeron con gritos y trompetas, de igual manera Dios irá trabajando en tu vida derrumbando “murallas” de manera inexplicable.
Oración
Dios: reconozco que Jesús murió por mis pecados y te pido perdón por ellos. Hoy entendí que tu Palabra se cumple sin importar lo imposible que parezca y te pido porque ahora pueda confiar más en Ti. Te pido por las murallas de mi vida para que las derrumbes y pueda vivir diferente. Quiero confiar en tus promesas y guardarlas en mi corazón para nunca olvidarlas y aferrarme a ellas. Te pido esto en el nombre de Cristo Jesús.
Amén
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