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12 sept 2008

Salmo 23:3


Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor a su nombre.


¿Qué significa confortar? Según la Real Academia Española, tiene el siguiente significado: dar vigor, espíritu y fuerza; animar, alentar y consolar al afligido.
Te voy a contar algo de mi forma de ser. Me gustan los retos. Me encanta tener un proyecto nuevo y comenzar diferentes actividades. El problema es que después de un tiempo, ya no son nuevas y me empiezo a aburrir o a buscar otras cosas. Cuando pasa esto, empiezo a pensar en qué puedo hacer para que me vuelva a emocionar y que pueda disfrutar lo que hago. Al final termino acudiendo a Dios y le pido que CONFORTE mi alma. Necesito que me anime, me aliente y le de fuerza a mi espíritu. Me hace entender que Él tiene un propósito más grande que el mío y que debo de DISFRUTAR lo que ahora me permite hacer. También Dios conforta tu alma en múltiples situaciones. Lo que tú debes hacer es meditar sobre los momentos en que te has sentido desanimado, desalentado, afligido y sin fuerzas. ¿Qué has hecho cuando te has encontrado con estos sentimientos? ¿A qué medios has acudido para resolverlo?
Cuando tu forma de resolver las diversas situaciones NO es acudiendo a Dios, tienes un alto nivel de probabilidad de que tus resultados NO sean satisfactorios. Además, también es muy probable que las consecuencias de tus decisiones incorrectas sean más agravantes. Por esta razón, cuando David escribe este Salmo, entiende que las cosas llevan un orden y las soluciones no se dan al aventón o sin ninguna estructura. Si lo piensas, ahora que fueron las olimpiadas, ningún atleta llegó ahí sin haber entrenado por años y SACRIFICADO muchas otras cosas que les hubiera gustado hacer. De la misma forma, debes entrenarte. Deja a un lado lo que quieres hacer y pon primero lo que Dios quiere que hagas. De esta forma podrás acudir a Dios para: número uno, confortar tu alma y número dos, poder continuar por el camino correcto que son las sendas de justicia que tiene preparadas para ti. Este es el orden.
Las sendas de justicia son caminos que Dios quiere que recorras. Es una manera de vivir que agrada al Señor y tú eres el principal beneficiario de esta obediencia. Pero ir por las sendas de justicia NO es fácil. Dejar tus vicios cuesta trabajo. Alguna vez has podido decir “dejo de hacer esto o dejo de pensar de esta forma” y ¿se acabó? ¿Nunca más volviste a tener problemas? Ojalá y así fuera conmigo pero NO lo es. Por el contrario en repetidas ocasiones necesito ir con Dios para que CONFORTE mi alma, para que me ALIENTE y recupere mis fuerzas, para entregarle mis preocupaciones y dejar de vivir afligido, para RECORDAR que debo corregir mis caminos y regresar a sus sendas de justicia.
Si existe un buen propósito que la gente pueda tener en su vida diaria, este sería uno excelente: Que Dios conforte mi alma y me guíe por sus caminos de justicia.
Apréndetelo.

Oración
Señor: necesito que confortes mi alma. Tú conoces mi situación y yo quiero que traigas ánimo, consuelo, fuerzas y aliento a mi vida. Corrige mi vida pues quiero caminar tus sendas de justicia. Te lo pido en el nombre de Jesús

Amén

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