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2 dic 2008

Mateo 8:21-22

Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a los muertos.




No es nada fácil de entender este versículo. Simplemente por el hecho de hablar de la muerte ya lo hace complicado y Jesús suelta unas palabras durísimas para hacerlo todavía más. Pero si se pone atención a la escena y lo que Jesús quiere que entendamos, realmente toman sentido sus palabras y dejan de ser frívolas.
El primer tema que quiero tocar es el del discípulo pidiendo a Jesús que primero haga algo y luego lo sigue. ¡Típica respuesta de muchas personas! Primero tengo que “vivir” y luego ya tendré tiempo para encontrarme con Dios. ¡Mentira! Dios sabe perfectamente que es una excusa para no reconocer sus faltas.
Parafraseando un poco, Jesús le responde de la siguiente manera: no hay absolutamente NADA más importante que seguirme. Después viene todo lo demás. Atención a aquellos que siguen pensando que “luego” tendrán la oportunidad de reconciliarse con Dios. Por el contrario, si eres de los que han escuchado esto como respuesta, no pierdas la esperanza y ora a Jesús por esa persona.
El segundo punto son las palabras de Jesús: que los muertos entierren a los muertos. Al principio pensé que Jesús estaba siendo muy duro con su discípulo pues no estaba considerando sus sentimientos. Cualquiera de nosotros se sentiría ofendido si nos dieran ese tipo de respuesta. Pero al analizar un poco más sus palabras empiezo a entender un poco más el por qué de su frase. Si lo piensas, los muertos NO pueden enterrar muertos. YA están muertos ¿cierto? Entonces no estaba refiriéndose a que lo dejaran ahí arrumbado y muerto. Por otro lado Jesús dijo: Yo soy el camino, la verdad y LA VIDA (Jn14:6). Si entendemos que Cristo es la VIDA, lo que le estaba mostrando al discípulo era que la VIDA ¡proviene de Él y de nadie más! ¿Qué quiere estar haciendo el discípulo separado de Jesús? ¡NADA! Su lugar estaba con Él; tú lugar y mi lugar es CON Él también.
Por último quiero tocar la pérdida de familiares que en repetidas ocasiones causa que las familias enteras se destruyan y terminen separadas. Este versículo nos enseña que los muertos, muertos están, y tú que SIGUES VIVO tienes la oportunidad de SEGUIR a Jesús y VIVIR, por otro lado, puedes “enterrar” a tus muertos y hacer a un lado esta gran bendición. No quiero minimizar el dolor de la pérdida de un ser querido, Dios sabe perfectamente cuánto nos duele, y aún así contestó lo que contestó, así que mejor te invito a que entregues a Jesús tus tristezas y pidas que te llene de su amor.

Oración
Dios: es duro entender la muerte y saber que mis seres queridos no siempre estarán aquí. Te pido que pueda entender tu palabra y dejar de poner pretextos y postergar mi encuentro contigo. Ya no quiero darte la espalda sino doblar mi corazón ante Ti y pedirte que lo sanes. Dame paz para sobrellevar mis dolores y fuerza para seguirte en todo momento. Además quiero entender y guardar en mi corazón que Tú eres VIDA. Gracias por escuchar mi oración que hago en el nombre de Jesús
Amén

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias mi hermano, Dios lo bendiga y proteja siempre

Un Tiempo con Dios dijo...

Muchas gracias e igualmente bendiciones

Anónimo dijo...

Muy edificante, el señor le bendiga

Un Tiempo con Dios dijo...

Gracias! No dudes en compartirlo y que Dios te bendiga.