Jesús les está diciendo a sus discípulos que es necesario que obedezcan a los maestros y fariseos, pero que pongan mucha atención a su forma de comportarse pues una cosa es lo que dicen y otra la que hacen.
¿Cuánta gente no hace esto? Muchísima. Es muy fácil hablar, dar instrucciones y decir esto y aquello, pero qué difícil es cumplir con lo que se predica. Cada día que yo escribo algo en estos versículos, primero me lo digo a mí mismo y entiendo que debo hacerlo para posteriormente escribirlo. No quiere decir que ya llegué a la perfección y todo lo que he escrito lo hago, ¡ojalá! Pero lo que sí tengo es la disposición de escuchar y ser diferente practicando lo que es predicado.
En las instrucciones de Jesús vemos que les dice a sus discípulos sobre la obediencia a las autoridades religiosas en ese momento. A pesar de que Jesús era buscado todos los días por ellos para ser asesinado y no quisieron reconocerlo, Él en cambio, siempre respetó e instruyó a que se respetaran. Tú y yo debemos respetar a nuestras autoridades tanto espirituales como en el mundo en general. Ahora, muchas personas descartan la obediencia a una u otra persona por el hecho de que les han encontrado alguna falta y con ello ya piensan que no deben obedecer. Por esta causa, Jesús nos dejó dicho claramente que una cosa es obedecer y la otra cuestionar a quién se obedece y a quién no dependiendo de lo que veamos o descubramos en aquellos que debemos obedecer.
Esto quiere decir que cuando tú obedeces a cualquier autoridad, primero, estás obedeciendo a Dios. Tú no debes poner pretextos para obedecer. Si bien, las personas pueden tener faltas, Dios te dice que obedezcas y punto. Ahora, es de suma importancia que sepas distinguir entre la obediencia y la complicidad. Debes tener muy claro que cuando algo está en contra de Dios, tú no debes participar en ello. Jesús les dijo a sus discípulos que tuvieran cuidado de los fariseos pues hacían lo opuesto a lo que decían. Pero ¿cuidado de qué? De volverse como ellos, de imitarlos, de juntarse tanto con ellos que comenzaran a hacer lo mismo sin darse cuenta.
Por último, es importante que en tu vida exista siempre una coherencia entre lo que dices y lo que haces. No puedes llevar una doble o triple vida. No existe una vida familiar, otra laboral y otra espiritual. Toda la vida es una misma así como tu cuerpo es uno mismo. Te animo a que comiences a alinear cada área de tu vida que se encuentra desajustada de la Palabra de Dios y comiences a vivir con congruencia entre lo que crees, platicas y predicas
Oración
Señor: te agradezco por tus enseñanzas y por la oportunidad de que yo las aprenda. Te pido que deje de ser diferentes personas dependiendo del lugar y la situación y pueda así ser congruente contigo y conmigo mismo. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén
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