¿Por qué razón será tan fácil tomar la Palabra de Dios a la ligera o en vano como dice el versículo? Tal vez en este momento estás pensando: ¡qué dices!, jamás, yo nunca lo haría, y por el contrario pongo toda mi atención. Sí, lo entiendo, pero me refiero a los momentos en los que tomas decisiones que, sabiendo que no son correctas, aún así las haces. Esto, para mí, es tomar la palabra de Dios en vano. Te voy a poner un ejemplo personal para explicarme mejor: tengo mucho trabajo que realizar en mi orgullo. No es fácil. Día a día, el Señor me ha mostrado que tengo mucho orgullo en áreas que ni siquiera había pensado. En ocasiones, simplemente no pienso en Dios y actúo como pienso que sería lo mejor. Esto es tomar la escritura en vano. Piensa en cualquier pecado que estés arrastrando. ¿Por qué no tomas la escritura al cien por ciento y simplemente terminas con él? Porque en ocasiones olvidamos las enseñanzas, nos dedicamos a nosotros mismos y tristemente tomamos la Palabra de Dios en vano. No se trata de no darle importancia a la Biblia, se trata de olvidarla en los momentos cruciales, en los momentos de toma de decisiones, se trata de escucharla, guardarla, tener fe y actuar. Podría parafrasear el versículo así: ¿por qué sigues dudando sobre la veracidad de la Palabra de Dios, por qué no te entregas por completo si sabes que es lo que Dios quiere de ti? ¿Acaso crees que Dios miente para que lo tomes a la ligera? Santiago nos está recordando un principio importantísimo: la palabra de Dios nunca ha estado en vano. Por lo tanto, cada principio, cada enseñanza, debes poner todo tu corazón, toda tu entrega y todo tu ser. En esos tiempos, la gente no estaba entendiendo, como ahora, que Dios vive en nosotros a través de su Espíritu Santo, y que, al seguir teniendo comunión con el mundo, su comunión con Dios se estaba afectando.
El principal problema que detectó Santiago con relación a las personas que querían seguir teniendo comunión con el mundo y haciendo a un lado la palabra de Dios se llama: orgullo. Por esto, termina recordándonos una enseñanza del antiguo testamento: Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. El orgullo es la causa por la cual, quieres seguir teniendo amistad con el mundo aún cuando Dios te dice claramente que te vuelves su enemigo.
La solución está en la gracia de Dios, en su amor incondicional y sobre todo en su misericordia. Debes entender que el Señor te perdonó tus pecados sin merecerlo, que te amó antes de que tú lo amaras y que en su gracia te da todo lo que necesitas. A cambio, quiere tu vida. Tu entrega. Tu obediencia. No caigas en tomar los principios y mandamientos de Dios en vano, no lo tomes a la ligera. Si Dios nos dice que nos ama y busca celosamente que lo sigamos, que lo obedezcamos, que lo amemos y que nos entreguemos a Él, ¡hazlo! No lo pienses más. Ten humildad y reconoce tus errores y así experimentarás la gracia de Dios, por el contrario, sigue con tu orgullo y tendrás su resistencia.
Oración
Señor: eres Todopoderoso y cada día me sorprendes con tu palabra. Te pido perdón que en ocasiones, incluso sin darme cuenta, tomo tu palabra en vano y hago lo que yo quiero. Te pido que fortalezcas mi fe, que fortalezcas mis pasos y que pueda caminar confiado en Ti, confiado en tu palabra, confiado en tus promesas. Perdona mi orgullo y soberbia, no dejes de trabajar en mi corazón. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén
uN TiEmPo CoN DiOs Es un espacio para motivar a las personas a pasar tiempo con Dios y esto se logra leyendo su Palabra que está en la Biblia. Con un solo versículo se puede aprender mucho y lo suficiente para cada día que vivimos.
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24 sept 2009
Santiago 4:5-6
¿O creen que la Escritura dice en vano que Dios ama celosamente al espíritu que hizo morar en nosotros? Pero Él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: Dios resiste a los orgullosos pero da gracia a los humildes.
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