Cada uno de nosotros hemos atravesado momentos difíciles, de incertidumbre, de dolor o angustia. Sin darte cuenta, conforme fuiste creciendo, aprendiste distintas formas de sobrellevar el dolor y las situaciones que están fuera de tu control. Algunos se refugian en no hablar con nadie, o todo lo contrario, algunos se vuelven adictos al trabajo o al deporte con tal de mantenerse ocupados y no pensar en lo que está pasando, otros más utilizan el alcohol o alguna sustancia similar para tratar de “aliviar” el momento. Independientemente de cuál sea tu “táctica” para atravesar por este tipo de circunstancias, hoy quiero decirte lo que la Biblia dice que debes hacer al respecto: clamar a Dios. Parece sencillo pero no lo es. Clamar a Dios involucra el reconocer que ya no puedes más, involucra admitir tu derrota e imposibilidad de actuar sobre lo que estás atravesando, involucra entender que tienes un límite y que por más que intentes y escuches que “tú siempre puedes” en realidad “no puedes”. Ojo, no estoy diciendo que te conviertas en una persona mediocre que nunca quiera salir adelante porque “no puede”. Cuando digo “no puedes” me refiero a las situaciones en las que no depende ya más nada de ti para que se muevan de una u otra forma, como por ejemplo: atravesar una enfermedad.
¿En qué momento nos convencieron que no debemos pedir ayuda? ¿Cuándo se nos prohibió doblar nuestro orgullo y reconocer que necesitamos de Dios? ¿Por qué es tan difícil doblar las rodillas y entender que solamente Jehová controla? ¿Te sientes cansado? ¿Te gustaría que todo se solucionara hoy mismo? ¿Te gustaría estar en paz?
Si tu respuesta es afirmativa, lo que necesitas es clamar a Dios.
Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; ten misericordia de mí, y respóndeme. ¡Dile a Dios que estás exhausto! Dile que ya no puedes más…
¡Recuerda que Jehová es un Dios vivo! Un Dios que quiere tener comunión contigo. No está en el cosmos entreteniéndose con las estrellas y su reino sino que ¡está al pendiente de su creación! De ti y de mí. He escuchado personas decir que Dios debe estar muy ocupado como para escuchar mis problemas. ¡Falso! Él está a la puerta esperando entrar y cenar contigo (Apocalipsis 3:20). ¡Que no te engañen con ideas de dioses falsos! Al Dios de la biblia le preocupa que su creación pueda voltear a Él y reconciliarse. Dios te ama. Entrega tus problemas, tus angustias, clama a Él y pide que te escuche y tenga misericordia de ti.
Oración
Padre: a veces es difícil seguir adelante con tantos problemas y no sé por dónde ir. Te pido que escuches mi voz y tengas misericordia de mí. Te pido que traigas paz y calma a mi corazón y pueda recordar que Tú eres Dios y que tienes cuidado de mí. Te entrego mis cargas pues no puedo más. Hoy doblo mi rodilla ante Ti y te pido que escuches mi oración en el nombre de Jesús
Amén
4 comentarios:
Amén. Hermosa reflexión.
Oh gloria a ti Jehová
Cada día necesitó mas y más de ti
No escondas de mi tu rostro y escucha mi voz conque a ti clamo
Alabado sea Jehova de los Ejercitos en cuya presencia estamos
¡La gloria sea siempre a Dios!
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