Criados, sométanse con todo respeto a sus amos, no sólo a los buenos y comprensivos sino también a los insoportables. Porque es digno de elogio que, por sentido de responsabilidad delante de Dios, se soporten las penalidades, aun sufriendo injustamente.
Hay un dicho que me parece sumamente sabio. Dice algo así: dale a un hombre hambriento un pescado y lo habrás alimentado por un día. Enséñale a pescar y lo habrás alimentado toda su vida. ¿Qué quiere decir? ¿Qué nos enseña? Personalmente me recuerda que debo mantener mi perspectiva alineada con la de Dios. Aunque el pasaje no tiene relación con lo espiritual, sí me ayuda a mantenerme en la línea correcta el entender que debo ver más allá del día a día. A veces, nuestros problemas nos atrapan. No nos dejan salir. Nos sentimos aplastados. Nuestro humor cambia. Nuestra sonrisa se va junto con nuestra paz. Mientras tanto, la incertidumbre se apodera y reina. ¿Te ha pasado? Entonces sabes a lo que me refiero. Tal vez hoy estás batallando con adicciones. Tal vez llevas tiempo contemplando quitarte la vida. Tal vez estas considerando dejar a tu pareja. Tal vez sientes que estás solo y a nadie le importas. Lo que sea que estés atravesando en este momento, quiero decirte que estoy escribiendo esto para que sepas que Dios te ama. Leíste bien y te lo repito: ¡Dios te ama! Toma un respiro. Dios te ama y está ahí. Aunque pienses que está lejos y apartado. Aunque pienses que no mereces que esté a tu lado. Él está ahí. Con los brazos abiertos. Amándote incondicionalmente y esperando que regreses a Él. No importa lo lejos que te hayas ido. No importa lo que hayas hecho. Jesús pagó por tus pecados y te ofrece misericordia y gracia. No dejes que los problemas de hoy apaguen tu esperanza. Dios te ofrece una nueva a través de su Hijo. ¿Qué estás esperando para doblar tus rodillas y reconocer que tu orgullo no te está llevando a nada bueno? Ahí está Dios. Esperándote.
¿Qué tiene que ver todo esto con los versículos de hoy? Pedro nos habla acerca de los sirvientes o criados. Nos dice que deben respetar a sus amos sin importar el trato que les den. Si dejamos que la perspectiva del día a día nos guíe, personalmente diría que la biblia está mal y que no hay derechos humanos en ella. ¿Cómo es posible que Dios no condene el maltrato? Pero alineando mis perspectiva con la divina, puedo ver más allá y comprender que somos extranjeros y peregrinos en esta tierra. Esto que vivimos hoy es pasajero. Comer un pez y saciar el hambre por un día equivale a nuestra vida en la tierra, mientras que aprender a pescar y saciar el hambre de por vida equivale a nuestra vida eterna en la presencia del Señor. ¿Lo puedes entender? No significa que a Dios no le importan los derechos humanos. ¡Al contrario! Después de amarle por sobre todas las cosas, amar a nuestro prójimo es lo más importante. Lo importante no es que tengamos comodidades y que no haya sufrimiento. ¡Lo importante es que la gente entregue su corazón a Cristo! Lo importante es que no se vayan a una eternidad sin Él. Lo importante es que dejen de vivir vacíos y sin esperanza mientras el evangelio está ahí esperando ser anunciado para darles vida. ¡Esta es la perspectiva correcta! ¡Esto es lo que Dios quiere que hagamos! Hay muchos problemas en el mundo. Hay guerras, hay hambre, hay abandonos, hay maltratos, hay adicciones, hay huérfanos, en fin, no puedo nombrar todos. Lo que sí te puedo decir es que tenemos dos opciones: quedarnos con la perspectiva del día a día y pensar que debemos solucionar esos problemas, o entender que la vida va más allá y lo más importante es solucionar su vida espiritual llevándoles la gracia y misericordia de Dios. La gente no necesita más dinero, o comida o alguna otra cosa. ¡Necesitan a Cristo en sus vidas! Sé que puede resultar algo confuso y si necesitas preguntar no dudes en escribir y con gusto contestaré todas tus dudas. Mientras tanto, espero que puedas recibir el mensaje y entender que Dios te ama y quiere que compartas ese amor y anuncies que ama a tu prójimo también y quiere tener comunión con él.
Oración
Padre: no puedo más. Pensaba que me había alejado tanto de Ti que ya no me aceptarías. Hoy te doy gracias porque me muestras que nunca me has dejado. Gracias por amarme como lo haces. Gracias por tu misericordia. Gracias por no abandonarme. No merezco tanto amor y sin embargo ahí estás. Te pido perdón por mis pecados. Te pido perdón por tantos reclamos. Hoy entiendo que mi perspectiva estaba alineada en los principios incorrectos. Te pido que renueves mi corazón y mis pensamientos pues quiero vivir en tu palabra y conforme a tu voluntad. Guíame a una vida llena de Ti, una vida plena y alimentada de tu palabra. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén
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