Aunque
ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás
conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
¡Me
encanta este versículo! Citado en
repetidas ocasiones no solo por creyentes sino también los no creyentes. La versión en inglés dice: mientras camino a
través del valle de sombra. La traducción
de la nueva versión internacional dice: aun si voy por valles tenebrosos. Hago esta aclaración porque el principio es
muy importante: no dice que nos quedamos en valle de sombra de muerte sino que
atravesamos, caminamos por él y en ningún momento nos estancamos ahí. ¿Cómo?
Simple. Porque Dios está con
nosotros y seguimos su camino a través de su vara y cayado. ¿Lo puedes entender? ¿Te estás llenando de esperanza? ¿Estás viendo luz en medio de la
oscuridad? No importa lo que estés
atravesando. Pudiera parecer que no hay
salida más que la muerte. Sin embargo,
ahí no terminan las cosas. Uno debe
seguir caminando. No dejar de escuchar
la voz de Jehová. No bajar la mirada y
perder de vista el cayado de nuestro Pastor.
¿Te das cuenta? Las circunstancias
son solo eso: circunstancias. Sin embargo,
olvidamos lo que Dios nos dice en su palabra y dejamos que nos consuman. Dejamos que se apoderen de nuestra paz y
roban nuestro gozo. Por eso repito
constantemente la importancia de acudir a la palabra de Dios. No debemos dejar de estudiarla. Tener la costumbre de leerla diariamente y
escuchar lo que el Señor tiene que decirnos.
¿Cómo escuchar su corrección si no abrimos su palabra? ¿Cómo ver su cayado y seguir sus pasos si no
sabemos hacia dónde se está dirigiendo? Imposible. Tal vez sigas pensando: pero tú no conoces lo
que estoy atravesando; tú no puedes entenderlo; tú no sabes lo que es
esto. Cierto. No lo sé y tampoco puedo entenderlo. Pero no soy yo quien te dice esto sino el
Señor y Él sí sabe lo que es sufrir. Su mismo
hijo sufrió como nadie ha sufrido para que pudiéramos ser perdonados. No te compares con otras personas. No te escudes en tus barreras pues Dios las
derrumba en un instante. Hoy quiero
decirte que hay esperanza. Hoy quiero
decirte que la luz en medio de la oscuridad es real y sea llama Jehová. Su palabra nos puso el ejemplo más tétrico y
desalentador para que no pusiéramos ninguna excusa. Cualquier valle de muerte que atravesemos Él
nos dice: no temas; yo estoy contigo; sigue mis pasos y no pierdas de vista mi
cayado; en caso de que te distraigas, usaré mi vara para que regreses al camino
correcto.
Oración
Padre:
gracias. Gracias por siempre estar
presente y nunca seguir caminando sin mí.
Gracias por tu paciencia. Gracias
por tu misericordia. Tú sabes todo lo
que está pasando en mi vida y te pido porque las circunstancias nublen mi
visión y pierda de vista tu cayado. No quiero
apartarme de Ti ni pensar que las circunstancias son mayores que tu amor, tu
perdón y tu consuelo. Perdona mis
pecados y no permitas que me aparte de Ti y que mi vida traiga esperanza y
consuelo a los que me rodean. Te lo pido
en el nombre de Jesús. Amén.
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