Vistas de página en total

12 nov 2009

Mateo 26:21,25

Mientras comían, Jesús les dijo: les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar. ¿Acaso seré yo Rabí? Le dijo Judas el que lo iba a traicionar. Tú lo has dicho le contestó Jesús.




Recientemente he estado meditando en esta escena…

Me parece que todos tenemos una parte de Judas dentro de nosotros. Cada uno de nosotros, de una u otra forma, hemos traicionado a Jesús. A veces pensamos que no son traiciones sino “fallas o deslices” pero en realidad lo estamos traicionando. Cada vez que decides realizar tu voluntad por encima de la de Dios, te estás convirtiendo en el enemigo. La Biblia nos dice que el que no está con Jesús está contra Él (Mateo 12:30). No se trata de desenfundar la espada y salir contra todos los que vemos que están alejados de Dios. ¡Por favor no! Se trata de entender tus propios errores, tus propias “traiciones” y reconocerlas poniéndolas ante Dios para poder corregirlas.

De alguna manera, hemos creado niveles de pecado dependiendo de sus consecuencias. Pensamos que Judas es el gran pecador y que no hay nadie como él. Piensas que si hubieras tenido la misma oportunidad de convivir con Jesús y conocerlo personalmente como lo hizo Judas, nunca lo engañarías. Quiero decirte que tienes una gran probabilidad de haber sido el que lo traicionara. Si metemos un poco las matemáticas a la historia, sabemos que fueron 12 discípulos y uno lo traicionó. Esto quiere decir que existe poco menos del 10 por ciento de probabilidad de que tú o yo traicionáramos a Jesús en su momento siendo Judas. ¿Por qué hago esta reflexión? Para que puedas entender y reconocer que eres pecador. Que no eres perfecto. Que te equivocas. Pero sobre todo, que entiendas que no eres mejor que tu hermano. Que eres igual de pecador y que tienes la misma probabilidad de traicionar y engañar a Jesús que el que se sienta a lado tuyo en la congregación. Tú y yo fuimos escogidos por Dios no por nuestros méritos sino por el amor y misericordia derramados sobre nosotros.

Como siempre, no me gusta escribir y compartir de Dios para que terminemos tristes o desanimados por nuestros errores. Todo lo contrario. Lo que siempre busco es que comprendamos el amor tan grande que Dios tiene con nosotros, el cual, habiendo fallado día a día, nos pone a Jesús (el camino) para poder reconciliar nuestras “traiciones” con Él. Lo que busco es que tú te humilles para que el Señor sea el exaltado.

Hoy te animo a que humilles tu corazón. Te animo a que dejes de pensar que eres mejor o “no tan malo” como otras personas. Te animo a que reconozcas tus traiciones y las pongas delante de Dios. Te animo a que evalúes tu comunión con Dios y no caigas en el camino de Judas, el cual, a pesar de convivir todos los días con Jesús, no comprendió el evangelio y ya sabes cómo terminó su vida…



Oración

Señor: quiero pedirte perdón por traicionarte. Ayúdame a entender que mi pecado, que tomar mis decisiones por encima de tus mandamientos significa una rebelión directa contra Ti. Guíame por tu camino y no permitas que me aparte de Ti. Te lo pido en el nombre de Jesús


Amén

11 nov 2009

Santiago 5:19-20

Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.




Conforme los años pasan, Satanás ha utilizado distintos métodos para separarnos de Dios y entorpecer nuestra comunión con Él. Pienso en el jardín del edén donde utiliza mentiras mezcladas con verdad para convencer a Eva de tomar el fruto prohibido. También pienso en la época de los romanos cuando los seguidores de Cristo eran puestos en el Coliseo para diversión del pueblo al verlos ser devorados por los leones. Pienso en la ex URSS y aquellos países que siguen prohibiendo la libertad de seguir a Jesús. Todos estos eventos buscaron romper nuestro compromiso con el Señor. A través del temor y la incertidumbre, Satanás pensó que podría salir adelante su plan. No funcionó. El día de hoy ha cambiado de estrategia. Ahora el enfoque no está en el cristiano por ser algo malo (ser perseguido) sino por lo que deja de hacer o se está “perdiendo”. Aquellos estorbos para seguir a Jehová, no son el que nos metan a una prisión o muramos asesinados por hacerlo. El estorbo de hoy en día es pensar que, al seguirlo, nos estamos perdiendo de muchas cosas en la vida, pensar que las bendiciones las tiene Dios, pero que también el mundo tiene mucho que ofrecer. Aunado a esta estrategia, existe una segunda. Ésta busca el “respeto y la tolerancia” de los demás. Ojo, no estoy diciendo que no se deba respetar o tolerar. Ésta busca desanimarte y limitarte en tu intervención con otras personas para compartirles de Jesús. Insisto, compartir el evangelio, no va acompañado de juicios ni críticas sino de perdón, misericordia y amor. El problema surge cuando pensamos que podemos incomodar a alguien por hablarle de Dios, surge al pensar que tiene que ser el momento “preciso”, surge cuando pensamos que lo puede tomar mal, surge cuando pensamos que es mejor que cada quien siga su camino, nos respetemos y nos toleremos. ¡Falso!


Si alguien se extravía de la verdad, está en camino a la muerte.


¡Santiago está tratando de despertarte a lo que está pasando! No te pierdas entre tantas telarañas. Si sabes que una persona no está siguiendo a Jesús, ¿qué estás haciendo al respecto? La Palabra misma dice que esta persona está en camino a la muerte separada de Dios. ¿Quieres eso para tus familiares y seres queridos? Yo se que no. ¿Entonces qué esperas? ¿Qué te detiene?


Si alguno se extravía de la verdad y alguno hace volver a ese pecador de su error, salvará de muerte un alma y cubrirá multitud de pecados.


Para hacer volver a alguien de ese camino es necesario que “rompas” con las ideas y atravieses los estorbos que hay para detenerte y no compartir de las buenas nuevas de Jesús. ¡Date cuenta de qué tienes enfrente y contra qué estás luchando! Tu deber y el mío es buscar a aquellos que están extraviados y motivarlos a que tomen el camino correcto con Jesús. No caigas en las estrategias de Satanás para frenarnos en estos mandamientos…



Oración


Señor: gracias por recordarme que Satanás quiere interrumpir nuestra comunión. Gracias por enseñarme a no caer en sus enseñanzas y poder discernir entre lo bueno y lo malo. Te pido perdón porque he puesto muchas escusas y pretextos para compartir de tu palabra a aquellos que se han extraviado de tu camino. Perdona que haya caído en la “tolerancia” y no me dé cuenta que esa tolerancia está llevando a las personas a una vida y sin Ti, guíame en tu camino y no permitas que me aparte de Ti, en el nombre de Jesús te lo pido.


Amén

10 nov 2009

Santiago 5:17-18

Elías era un hombre con debilidades como las nuestras. Con fervor oró que no lloviera y no llovió sobre la tierra durante tres años y medio. Volvió a orar y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo sus frutos.




Te recomiendo que leas la historia en 1ª de Reyes capítulos 17 y 18.


¿Por qué utiliza Santiago a Elías como ejemplo? Porque su situación era muy similar a las que tú y yo atravesamos todos los días. Elías era siervo de Jehová y se encontraba en un mundo que cada día se apartaba más y más de Él. Basta mirar a tu alrededor para darte cuenta que de la misma forma la gente se está alejando más de su Creador. Posteriormente, Elías, obedeciendo lo que el Señor le había pedido, anuncia al rey que no habrá lluvia. Ahora, si nos detenemos unos momentos aquí, debemos analizar que Elías se encontraba debajo del mismo cielo que el rey. Esto quiere decir que también estaba anunciando ¡una mala noticia para él! Dios solamente le dijo que anunciara la sequía, no le dijo cómo se encargaría de la vida de Elías. Aún así, Elías obedeció y anunció la sequía. Después, Dios se encargó de darle instrucciones para que no pereciera y tuviera siempre agua y alimento. ¿Puedes ver la semejanza a tu vida? A veces estudiamos o aprendemos de la Palabra de Dios, queremos obedecerla, pero parece que nos estamos poniendo una soga al cuello si llevamos a cabo esos mandamientos. Así como el anuncio de Elías sobre la sequía. A veces, obedecer a Dios no es fácil, y requiere de tu entrega y fe. Si el Señor te dice que ames a tu prójimo y lo único que recibes de él son amenazas, burlas y desprecios, se vuelve complicado obedecer ¿cierto? De igual forma, cuando te dice Dios que no debes preocuparte por lo que habrás de comer o beber pues Él conoce tus necesidades, se complica entenderlo y creerlo cuando el trabajo escasea y los ahorros se acaban. Aún así, ¡Elías obedeció!


La oración es poderosa. La oración es efectiva. La oración es real.


Si alguno está enfermo, afligido, contento, preocupado y angustiado, que ore…


Si por medio de una oración, Jehová consumió el sacrificio de Elías e hizo que volviera a llover después de tantos años de sequía, ¿crees que ese mismo Dios no pueda actuar para tu situación en particular? Santiago aclara algo muy importante sobre Elías: era un hombre con debilidades como las tuyas y las mías. Los personajes que lees en la Biblia son humanos comunes y corrientes. Ninguno de ellos tenía poderes sobrenaturales. Elías no fue quien decidió que lloviera o dejara de llover. Lo único que hizo fue obedecer. Confiar en Dios y seguir el camino que le mostraba. Jehová es quien se encargó de frenar las lluvias, de darle alimento y agua en todo momento a pesar de la sequía tan grande y finalmente se encargó de que las lluvias regresaran.


Tu oración es escuchada por Dios. Dile tus problemas, expón tu gozo, cuéntale tus temores y confiesa tus pecados. No hagas a un lado esta poderosa herramienta que dejó Dios para nosotros. La oración



Oración


Padre: te pido que perdones mis pecados. Te doy gracias por enseñarme a vivir diferente y en obediencia a Ti, también te agradezco el que me llenes de confianza y fuerza para seguir obedeciéndote sabiendo que así como cuidaste de Elías, cuidarás de mí para que no me falte nada en época de sequía. Ayúdame a seguirte siempre y no desviarme de este camino. Te lo pido en Cristo Jesús


Amén

4 nov 2009

Santiago 5:16

Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.




Primero me gustaría aclarar que en ningún momento se hace referencia a que la persona que escucha la confesión de pecados es la que perdona, intercede o sana sino Dios y Cristo. Santiago está concluyendo el versículo anterior sobre la oración de los que estén enfermos y dice: además de pedir por su enfermedad, confiesen sus pecados para que oren por ambas cosas. La confesión de pecados no tiene como propósito ser absuelto por una persona al confesar los actos. Tampoco promueve el morbo ni los chismes. Algunas personas no han entendido bien estos pasajes y han promovido que una persona sea la que se encargue de perdonarte tus pecados por confesarlos a él. Esto no está bien y debes saberlo. Tu confesión y arrepentimiento de pecados lo debes hacer directamente con Jesús quien es el camino. Posteriormente, Santiago nos muestra que es bueno confesar nuestros pecados a otros hermanos y principalmente a los ancianos de la congregación, no para que nos perdonen sino para que oren por nosotros y que podamos corregirlos a través del Espíritu Santo.


La oración del justo es poderosa y eficaz.


Como he escrito anteriormente, a veces la oración no nos gusta por su falta de acción inmediata. Vivimos en medio de instrumentos que nos dan todo al instante. Desde comida, el clima de cualquier ciudad, las noticias de todo el mundo, hasta estar en contacto instantáneo con alguien que se encuentra a miles y miles de kilómetros, etc. Nos hemos vuelto impacientes. Queremos todo al instante. ¡Ya no nos gusta esperar! En algunas ocasiones, la respuesta a mis oraciones ha sido inmediata. En otras no. Es de gran importancia que recuerdes que ¡la oración del justo es poderosa y eficaz! Esto quiere decir que funciona. Quiere decir que, aunque no veas los resultados inmediatos, Dios ha escuchado esas peticiones y está acomodándolas a su voluntad. ¡La oración tiene poder! No dejes de orar por la falta de evidencia física de que tu oración ha sido escuchada. No conviertas a Dios en un dios cumple deseos y caprichos. Él es soberano y reina.


Si estás enfermo o estás luchando con algún pecado, confiésalo a Dios y pide por tu salud y tu perdón. Además, confiésalo a otros hermanos que puedan orar por ti y puedan guiarte para corregir tus pasos. Recuerda, ellos ni nadie son los que absuelven tus pecados, solamente Jesús. Lo único que harán será utilizar el instrumento poderoso y eficaz que Dios nos dio: la oración.



Oración


Señor: te quiero agradecer por permitirme tener comunión contigo y aprender cada día más de Ti y de tu amor hacia mí. Te pido perdón por mis pecados y te pido también porque siempre acuda a Ti cuando tenga enfermedad. Ayúdame a que mi orgullo no estorbe en la confesión de mis pecados contigo y con mis hermanos para que también oren por mí. Gracias por escuchar nuestras oraciones y dame fe para aguardar tu voluntad pacientemente. Te lo pido en Cristo Jesús


Amén

3 nov 2009

Santiago 5:14-15

¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.


Recientemente mi esposa se enfermó de gripa y tos. Pude estar varios días sin contagiarme pero al cuarto día me empecé a sentir un poco mal yo también. Una ida a la farmacia me recordó que tenemos una enorme cantidad de medicinas a nuestro alcance, sin contar las controladas por receta médica. Había pasillos destinados a distintos tipos de enfermedades y síntomas. Es muy fácil sentirse perdido sin saber cuál de todas esas medicinas tomar. Buscas la marca que tengas en mente pensando que será la mejor o incluso la que te han recomendado. Finalmente esperas haber tomado la mejor decisión.
A veces nos pasa algo similar en nuestro camino con Dios. Nos encontramos en una disyuntiva, un momento difícil de atravesar, la angustia y preocupación están latentes y la incertidumbre parece ser la reina del momento. ¿Cómo reaccionas? Te vas a la “farmacia” a buscar soluciones. Tratas de encontrar aquella “medicina” que pueda ayudarte a atravesar estos momentos o a tomar una decisión correcta. Intentas recordar consejos anteriores o soluciones que otras personas han tomado. Sin darte cuenta, estás olvidando lo más importante de todo: orar al Señor por tu situación.
Ahora que me enfermé, pude recordar lo frágil que somos. En la tarde comencé a sentir un malestar en la garganta, para el día siguiente no me sentía nada bien y mi cuerpo lo sentía sumamente cansado. No tardé nada en perder fuerzas y sentir la debilidad que no podía controlar y a mi cuerpo no le importó que llevara probablemente más de un año sin enfermarme... Si alguno está enfermo, llame a los ancianos para que oren por él. Hay que poner a los pies del Señor todo lo que nos pasa, bueno y malo. En este caso, las enfermedades. El aceite al que hace mención el versículo se utilizaba como medicina para ayudar al enfermo pero aclara muy bien que la oración es la que sanará al enfermo y no el aceite en sí. A veces preferimos encontrar la medicina que nos alivie rápidamente y olvidamos que es la oración o misericordia de Dios las que realmente nos regresan la salud. Orar puede tardar más de lo que queremos esperar para ser sanados y por eso es más fácil tomar la “vía rápida”. Ahora sabes que la oración puede mucho más de lo que imaginabas. No solo va a sanarte sino que también puede ser vehículo para el perdón de tus pecados.
Aunque sea difícil de aceptar, estás limitado en lo que puedes hacer. No decides cómo estar sano (podrás influenciar pero no decidir). El Señor decide qué, cómo y cuándo. Mientras más medites en esto, lo entiendas y lo aceptes, mejor será tu relación con Él. ¿Estás enfermo? ¿Tienes alguien enfermo? Comparte tu situación y pide que oren por ella. Recuerda que la oración tiene más fuerza que las medicinas y los remedios caseros…

Oración
Padre: gracias por recordarme lo valiosa que es la salud y lo misericordioso que eres en darla. Perdona porque olvido fácilmente acudir a Ti en oración e incluso pedir que oren por mí. Te pido que escuches mi oración en el nombre de Jesús
Amén

29 oct 2009

Santiago 5:13

¿Está afligido alguno entre ustedes? Que ore. ¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas.


Al parecer no tiene mucha ciencia: si estás contento, dale gracias a Dios, si estás angustiado o preocupado, ora y dile al Señor tus problemas. Entonces ¿por qué no lo haces? ¿Por qué cuando las cosas salen bien se te olvida dar gracias a Dios? ¿Por qué cuando las cosas salen mal, no acudes a Él?
En varias ocasiones he dado y recibido consejos que simplemente terminan diciendo: no dejes de leer la Biblia y ponte a orar. Realmente esto es todo lo que necesitas. Lo único que le agregaría para completar el consejo es tener fe y confiar en que Dios está actuando.
Hay tantas distracciones que es fácil olvidarnos de Dios. Por esta razón, el consejo es sencillo, simple y fácil: estás triste, acude al Señor inmediatamente, dile lo que sientes, expón tus miedos, tus angustias, tus corajes, tus inquietudes, abre tu corazón y saca lo que hay dentro de ti que no puede aguantar más tiempo adentro.
¿Estás contento? ¡Dale la gloria a Dios! Es muy tentador querer recibir toda la atención y pensar que nosotros hicimos todo el trabajo, es muy fácil dejar que la gente nos diga lo buenos que somos, pero recuerda que si no es por el amor y la misericordia de Dios, ni siquiera tendrías la oportunidad de estar viviendo. En realidad somos pequeñas hormigas que, cuando las cosas salen bien, pensamos que hemos conquistado el mundo cuando lo único que hicimos fue atravesar de un hoyo a otro y traer comida… ¿Te das cuenta?
En los últimos años en mi viaje con Cristo, he aprendido, a humillar mi corazón y a permitir que sea Jesús quien brille y no yo. Confieso que no siempre ha sido fácil. Muchas veces ha dolido y muchas otras me tardé en entender que mi orgullo estaba estorbando el trabajo de Dios en mi vida. Mientras más comprendo y vivo el dejar a Dios en el trono de mi vida, más experimento su amor y cuidado que tiene de mí y sobre todo más reconozco mi necesidad de Él. Si eres como yo, probablemente no te guste depender de alguien más, tal vez tampoco te gusta reconocer que no diriges al cien por ciento tu camino sino que Dios influye mucho más de lo que te gustaría, igualmente, cuando haces algo bien quieres recibir los frutos de ello y cuando las cosas están mal tratas de soportar todo lo que puedas. Bueno, te tengo una noticia: esto no te lleva a ningún lado. El que está contento que le dé gracias a Dios y el que está triste que acuda a Él por consuelo. Es muy fácil de entender. El principal estorbo para que lo cumplas es tu orgullo. ¿Puedes hacerte a un lado y reconocer que gracias a Dios puedes estar así de contento? ¿Puedes admitir que estás cansado, agobiado y que no sabes hacia dónde dirigirte? Si tu respuesta es sí, entonces has dado un gran paso para tu relación con Cristo.

Oración
Señor: gracias por los momentos de felicidad y de gozo que me has permitido vivir. Gracias también por los momentos difíciles que me han hecho doblar mi orgullo y mi rodilla reconociendo que te necesito para seguir adelante. Hoy me pongo a tus pies y te doy las gracias por amarme y cuidarme como lo has hecho siempre. Quiero vivir agradecido en los momentos felices y dependiente en los momentos difíciles. Oro a Ti en el nombre de Jesús
Amén

25 oct 2009

Santiago 5:12

Sobre todo, hermanos míos, no juren ni por el cielo ni por la tierra ni por ninguna otra cosa. Que su sí sea sí, y su no, sea no, para que no sean condenados.


De los mandamientos más conocidos alrededor del mundo se encuentra el no mentir junto con no utilizar el nombre de Dios en vano… ¿Por cuántas cosas no has escuchado que la gente jura? Familiares, generalmente la madre es la más involucrada, por Dios que los está viendo, por sus vidas (que me caiga un rayo) por la vida de los demás, por su última oportunidad para tener credibilidad en su palabra y así se sigue la lista de todas las personas que juran y prometen.
¿Está bien prometer o jurar si estoy diciendo la verdad? No.
La instrucción es muy clara. No jures ni por el cielo ni por la tierra ni por ninguna otra cosa. ¿En qué momento el testimonio perdió validez? Definitivamente no fue de un día para otro que nos llenamos de abogados y notarios tratando de dar legalidad a lo que hacemos. En la historia del hombre, siempre han existido los que aprovechan las oportunidades que surgen sobre aquellos que todavía creen y confían en el sí y el no de una persona. Después de vivir en la ciudad de México y aprender a desconfiar de prácticamente todo el mundo, me he sorprendido de lo diferente que puede ser en otras ciudades más pequeñas. La gente confía más en su prójimo. No creen que les vayan a hacer algo malo o que vayan a tomar ventaja de su ayuda o confianza. Tristemente, con el paso del tiempo y la voracidad de algunos, terminará por darse a conocer que mucha confianza es mala, y que, aunque alguien diga que está diciendo la verdad, no debemos creer que sea cierto así nada más.
Detectores de mentiras, lenguaje corporal, fotografías, videos, testigos. Todo tipo de instrumentos necesitamos para que podamos descifrar quién dice la verdad y quién miente. ¡El mismo Jesús tuvo un juicio con testigos falsos!
Que tu sí sea sí y tu no sea no.
¿No suena tan complicado no crees? No debemos dejar que la palabra de una persona pierda su valor. La gente a tu alrededor pensará que en muchas ocasiones, lo más sencillo será mentir, pero tú sabrás que eso no es lo correcto, y por el contrario, que lo que te corresponde es decir la verdad. No permitas que las pequeñas mentiras entren en tu día a día. No te dejes persuadir sobre la ayuda instantánea de las mentiras blancas. Ningún ladrón de banco comenzó robando el mayor de todos los bancos. Empezó de una cartera a otra y así sucesivamente. Lo mismo pasa con las mentiras y la falta de convicción en que tu sí sea sí y tu no sea no, comienzas aceptando una, luego dos, y sin darte cuenta, vives acostumbrado a utilizarlas cuando son necesarias para salir de tu situación.
Que tu sí sea sí y tu no sea no para que no seas condenado.
¡No te dejes envolver por la costumbre de jurar y prometer para que tus palabras tengan validez! Cada día, cada conversación, cada discusión, cada problema, da testimonio de que tus palabras son lo que son sin necesidad de utilizar juramentos. Hay juicio y condenación para los que se pierden y no cumplen con este principio, te animo a que no seas uno de ellos.

Oración
Padre: perdona mis pecados y sobre todo mis mentiras. Ayúdame a darme cuenta de aquellas mentiras que ya ni siquiera veo en mi vida. Perdóname por utilizar juramentos y promesas en lugar de afirmar y negar solamente. Quiero vivir diciendo sí y no solamente sin necesidad de jurar sobre lo que digo. Guíame Señor para no caer en la tentación de la mentira. Te lo pido en Cristo Jesús.
Amén

23 oct 2009

Santiago 5:10-11

Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.


Las primeras palabras de Santiago fueron: gócense en las pruebas pues producen paciencia. Las últimas vuelven a estar relacionadas con la misma. Paciencia. Tan fácil de decir, tan difícil de cumplir.
Si no estás familiarizado con la historia de Job, voy a describir un poco su vida. Una persona que amaba a Dios, lo seguía, lo obedecía. Su familia era grande y sus negocios los había prosperado Jehová. Un día, Satanás pide permiso a Dios para quitarle sus pertenencias y así “demostrar” que no seguiría alabándolo como hasta ahora que estaba tan “consentido”. Dios lo permite. Sin ton ni son, una mañana llega un sirviente a avisarle que sus camellos fueron robados, otro llega para informarle que sus hijos han muerto a causa de fuertes vientos que tumbaron la carpa, y así sucesivamente hasta enterarse que no tenía nada más. Aún así, Job no culpó a Dios sobre su tragedia y dijo: no alabamos a Jehová solamente cuando nos da sino también cuando nos quita. Posteriormente también pierde la salud y queda casi irreconocible. Después de un tiempo que no se sabe cuánto fue, termina clamando a Dios y pidiendo perdón pues comprendió que no era nadie para reclamar a Jehová ya que llegó a pensar que era justo y que no merecía lo que le estaba pasando,. El Señor restaura su salud y le da el doble de hijos y prospera al doble sus negocios.
Cuando lees a Job, te entran algunas dudas del por qué Dios permite que Satanás haga lo que pide. Pero cuando terminas el libro, te das cuenta que, aunque parece ilógico para ti y para mí, para Dios tiene un propósito perfecto y especial. Tú y yo nunca somos los mismos después de haber pasado una prueba. No eres el mismo después de experimentar una enfermedad personal o de tu ser querido, no eres el mismo después de perder tu trabajo y ver cómo tus ahorros disminuyen día con día, no eres el mismo después de darte cuenta que el dinero no te da felicidad ni llena tu vida como lo habías pensado, no eres el mismo después de ver cómo tu falta de humildad para reconocer tu necesidad de Dios te ha hecho tomar tan malas decisiones…
Paciencia.
Las cosas pueden estar difíciles o imposibles ahora. Paciencia. Dios tiene un plan perfecto para ti. ¡No estás solo! Ora a Jehová. Dile lo que sientes. Abre tu corazón hacia Él y pide para que te fortalezca y puedas vivir con paciencia. Es posible que hoy no entiendas el porqué de tu situación, pero no te desanimes, ¡Jehová es misericordioso y compasivo! Lee el libro de Job para que puedas entender mejor lo que es la paciencia cuando hay momentos insoportables.

Oración
Señor: definitivamente eres perfecto y yo no sé lo que hago. Estoy cansado de seguir caminando sin saber qué rumbo tomar. Te pido que consueles mi corazón y traigas paz a mi vida y sobre todo que pueda ser paciente para dar tiempo a tus planes y no vivir desesperado y angustiado. Gracias por los ejemplos que dejas en tu palabra y sobre todo gracias por tu amor y consuelo. Oro en el nombre de Jesús
Amén

21 oct 2009

Santiago 5:9

No se quejen unos de otros, hermanos, para que no sean juzgados. ¡El juez ya está a la puerta!




De primera impresión pensaría que esto no debe ocurrir mucho. Después de meditar y leer el versículo más de una vez, comienzo a pensar que probablemente pase más de lo que tú y yo creemos.
El motivo de las quejas no tiene que ser algo grande ni espectacular, no tiene que llamar la atención de todas las personas ni ser un conflicto único y de carácter urgente. Las quejas son sencillas, discretas, pequeñas y difíciles de detectar, pero al mismo tiempo son tan malignas y lastimosas como un puñal en la espalda.
¿Cómo comienza el círculo vicioso de las quejas? De manera muy simple: este hermano no está haciendo lo que le corresponde y yo tengo que terminar su trabajo; otra vez no cumplieron con lo que habían dicho; yo puedo enseñar mejor que muchos de los maestros; qué aburrido predica esta persona; ese hermano es un mentiroso; el servicio de hoy no me gustó tanto como los anteriores; ese hermano no tiene fe; ese otro no es un buen ejemplo y no debería estar ahí; este de acá no sabe mucho y se preocupa demasiado; este hermano no sabe tratar a su pareja ni a su familia; y así las quejas continúan sin tener un final.
No importa si eres parte de un grupo de servicio o simplemente acudes a una iglesia, tus comentarios siempre tienen una consecuencia.
No se quejen unos contra otros para que no sean condenados…
Como Santiago escribió en capítulos anteriores, ¿quién eres tú para juzgar? Solamente hay un Juez y no dejó lugar para otro, ni siquiera hay lugar para ayudantes, así que deja de pensar que puedes juzgar a tu prójimo y en especial a tu hermano.
Me queda claro que es más fácil encontrar lo malo que lo bueno. También pienso que nos gusta pensar que nosotros podemos hacer mejor las cosas. Termino concluyendo esto: ¿qué pasaría, si, en lugar de quejarnos los unos con los otros, comenzáramos a amarnos como Dios lo pide, a animarnos, a exhortarnos, a consolarnos, a apoyarnos? ¿Sabes cuál sería la consecuencia de esto? Cumplir con el plan de Jehová para tu vida y la mía. No estoy descubriendo el hilo negro al proponer estos cambios y dejar atrás lo que destruye, simplemente estoy recordando que Cristo nos tiene un mejor camino por recorrer y de ti depende el seguirlo o desviarte. El Juez ya está a la puerta dice el versículo, ¿qué estás esperando para decidirte?

Oración
Padre: reconozco que he pecado y necesito ser perdonado. Quita de mí todas esas quejas y pon amor en mi corazón hacia mi prójimo. Guíame para ser testimonio de un fiel siervo tuyo que ama, consuela, escucha y construye en lugar de quejarse y juzgar. Ayúdame a seguir tu camino por encima del mío. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

20 oct 2009

Santiago 5:7

Por tanto hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor. Miren cómo espera el agricultor a que la tierra dé su precioso fruto y con qué paciencia aguarda las temporadas de lluvia. Así también ustedes, manténganse firmes y aguarden con paciencia la venida del Señor, que ya se acerca.


¿Qué hace el agricultor en tiempos de sequía? ¿Seguirá con la misma paciencia? Tal vez este agricultor puede soportar un mes de sequía, ¿pero qué tal si son tres meses sin lluvias? ¿Lo veríamos desesperado? ¡Seguro que sí! ¡Tú también lo estarías!
El agricultor no es el ejemplo a seguir en el sentido de que sea el más paciente del mundo, ni el personaje con mayor fe. Lo que Santiago quiere enseñarnos a través de este personaje es la falta de control que tenemos nosotros sobre las cosas. Así como el agricultor no puede hacer que llueva o deje de llover, tú y yo tampoco podemos hacer que nuestros problemas se acaben de un día para otro. El agricultor representa al hombre que entiende que el Señor es quien dice y se hace, quien controla las lluvias y las sequías. En nuestros tiempos, el agricultor es aquél que comprende su incapacidad de alterar las cosas. Si bien puedes cambiar mucho dentro de tu círculo, sabes muy bien que llega el momento en el que tus manos son muy pequeñas para seguir interviniendo y solamente las manos de Dios son las que pueden decidir cualquier movimiento.
Al agricultor también le da hambre, necesita de las lluvias, igual que tú, llega un momento donde la sequía comienza a quitarle el sueño y se pone de mal humor. El agricultor que tú y yo debemos ser, es aquél que no se afana por lo que está viendo. No se desespera por no encontrar una posible solución. Tiene paciencia aunque la lluvia no llegue y la cosecha esté empezando a morir.
¿Te has sentido así? ¿Estás en periodo de sequía? ¿No encuentras respuestas?
Hoy te doy dos consejos: ten paciencia y mantente firme.
¿Cuándo llegará la lluvia a tu vida y calmará el calor tan intenso? No lo sé. Solamente Dios lo sabe. No busques en los lugares incorrectos posibles respuestas o conocimiento del futuro. Es triste ver cuánto éxito tienen los horóscopos y los diferentes tipos de consultas mágicas para conocer el futuro. Aléjate de ello y entiende que el camino correcto está en entregar a Dios tus problemas, tus dudas, tus afanes y tu falta de sueño para poder así tener paciencia y mantenerte firme hasta que Él decida el tiempo preciso y perfecto para que la temporada de lluvias comience nuevamente.
Ten paciencia y mantente firme en todo momento. Es normal que te desesperes. Es normal que sientas mucha presión. Lo que no es normal es que sigas queriendo llevar todas esas cargas por ti mismo. Entrégalas hoy a Dios. Reconoce que no controlas las lluvias ni las sequías. Ten paciencia y mantente firme…

Oración
Padre: gracias por recordarme que Tú tienes el control de todo y que mis preocupaciones las debo poner a tus pies en lugar de querer solucionar todo a mi tiempo. Pon paciencia en mi corazón y permite que me mantenga firme en tu palabra soportando las pruebas pegado a Ti. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén.

19 oct 2009

Santiago 5:6

Han condenado al justo sin que él les ofreciera resistencia.


El justo es Jesús.
Si recuerdas la historia en los evangelios, en ningún momento puso resistencia a las injusticias que estaban llevándose a cabo en su contra.
No es fácil entender el por qué de su actitud. Si era Dios, si es el Unigénito de Dios, ¿por qué sufrir y ser condenado, por qué no poner resistencia para que el mundo supiera que Él era Dios?
Para contestar estas preguntas, debemos primero analizar quiénes fueron los que condenaron al Justo. Aquellos que no quisieron reconocer a Jesús, como los religiosos que prefirieron quedarse con su sabiduría hipócrita pues sus actos no iban conforme a sus palabras. También había muchas otras personas, que prefirieron seguir con su camino por encima del que Jesús estaba mostrando. Por el contrario, existieron muchas otras que sí reconocieron a Jesús y se convencieron que era el camino correcto. Dios tiene un tiempo y una manera específica y perfecta de realizar sus planes. Dentro de estos planes estaba el que Jesús fuera condenado sin ofrecer resistencia. Concluyendo con las preguntas, no puso resistencia porque no tenía nada que demostrar ya con aquellos que lo habían rechazado una y otra vez, no había nada que hacer con los que prefirieron su orgullo y sus costumbres, por encima de la vida nueva y en abundancia.
Ahora Jesús te dejó el ejemplo para tu vida.
No te sorprendas si estás siendo condenado, señalado, criticado o apartado por causa de Jesús. No te corresponde poner resistencia. Ora a Dios por sabiduría y paciencia para sobrellevar las críticas, ora a Dios por aquellos que están condenándote pues están en tinieblas y no pueden ver la luz.
Es tan grande el amor de Dios hacia nosotros que a veces se vuelve difícil de entender. Jesús tenía que atravesar por ese juicio. Tenía que sufrir lo que sufrió, tenía que ser lastimado y señalado, apartado, tenía que recibir esas burlas y esos menosprecios, tenía que ser condenado siendo inocente, todo para que tú y yo pudiéramos voltear a Él y poder reconciliarnos con Dios Padre. ¿No te parece increíble? Aceptar y atravesar tanto sufrimiento para que el amor de Dios hacia nosotros diera fruto y tengamos comunión con Él.
Ahora no menosprecies lo que Jesús ha hecho por ti.
No le des la espalda a tan tremendo amor. No dejes que tu orgullo se oponga a esta evidencia tan grande de lo que es Dios. Jesús está con los brazos abiertos esperando a que vengas a Él, pidas perdón y comiences una nueva vida. Está listo para escucharte pedir perdón. Está listo para perdonarte…

Oración
Señor: perdona mis pecados. Quiero reconciliarme contigo y poder aceptar a Jesús y lo que hizo por mí. Perdona que estuviera condenándote sin darme cuenta y menospreciando tu palabra. Ahora entiendo que no ponías resistencia por amor a mí. Quiero vivir en tu camino. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

16 oct 2009

Santiago 5:4-5

Oigan cómo clama contra ustedes el salario no pagado a los obreros que les trabajaron sus campos. El clamor de esos trabajadores ha llegado a oídos del Señor Todopoderoso. Ustedes han llevado en este mundo una vida de lujo y de placer desenfrenado. Lo que han hecho es engordar para el día de la matanza.


Seguimos las advertencias contra los ricos apartados de Dios pero apegados a sus fortunas.
En muchas ocasiones me he cuestionado sobre la falta de acción, a mi parecer, de Dios al permitir tantas injusticias que se dan en este mundo. Leo estos versículos y mis preguntas quedan respondidas al instante. Todo al tiempo de Dios, todo a Su juicio, todo a Su manera. Aunque parezca que las cosas se salen de control, Él está al mando, el clamor ha llegado a oídos del Señor…
Es triste ver que las riquezas aparten a las personas de Dios. Es todavía peor, ver que las personas cometan faltas por obtener aún más. En el ejemplo de hoy, los dueños del negocio deciden no pagar o pagar menos de lo acordado, pero ¿en cuántas ocasiones no hay tentaciones con el dinero? ¿Qué tal si ponemos el ejemplo de las herencias? Las familias se destruyen por la repartición de la misma. No es raro que esto pase. Así que, si estás pensando que por no tener obreros o mucha riqueza ya no es para ti este versículo, estás equivocado. Recuerda que Jesús ve los corazones de cada uno de nosotros. No se queda con las apariencias sino conoce perfectamente lo que hay en tu interior. Por esto, te recomiendo que reflexiones sobre tu actitud hacia el dinero. ¿Lo codicias? ¿Envidias a los que tienen más? ¿Si puedes te quedas con el cambio? Si se equivocan en tu cuenta ¿no dices nada? ¡Cuidado! ¡El dinero es peligroso!
Oigan como clama contra ustedes el salario no pagado… cuando sigues tu propio camino, no escuchas ni los gritos o clamores que están a tu alrededor. Solamente escuchas tu voz, tus deseos, tus preocupaciones…
Santiago está tratando de que las personas despierten y se den cuenta de su error. ¡Hoy debes despertar! ¿Estás escuchando los clamores a tu alrededor? ¿Has escuchado las necesidades de tus familiares, de tus vecinos, de tus amigos? ¿Has dejado pasar oportunidades de ayudarlos y apoyarlos? ¡Oigan como clama contra ustedes! llevan una vida de lujo y placer desenfrenado… a veces es necesario salir de tu comodidad y cuestionarte si eres un “buen samaritano” (Lucas 10:25).
Quiero concluir animándote a meditar en estos versículos. Si tienes empleados, reflexiona tu trato hacia ellos, ¿su sueldo es digno para vivir?, ¿te llenas de placeres a expensas de ellos? ¿Escuchas sus clamores? No dejes que sus peticiones lleguen hasta Jehová como el versículo, ¡escúchalas y actúa antes! Si no tienes empleados, medita en tu actitud hacia las necesidades de los demás. ¿Te detienes e interrumpes tus actividades para apoyar a alguien? ¿Escuchas las llamadas de auxilio que están a tu alrededor?
Deja atrás el “periodo de engorda” y comienza a vivir para los demás.

Oración
Padre: perdóname, límpiame. Ayúdame a ser sensible a lo que pasa a mi alrededor. Ayúdame a no ser esclavo de la riqueza y por el contrario aprender a ponerla a tu servicio. Te pido que no caiga en este tipo de actitudes. No permitas que me vuelva sordo y que no escuche los clamores de la gente. Guíame. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

15 oct 2009

Santiago 5:1-3

Ahora escuchen, ustedes los ricos: ¡lloren a gritos por las calamidades que se les vienen encima! Se ha podrido su riqueza, y sus ropas están comidas por la polilla. Se han oxidado su oro y su plata y ese óxido dará testimonio contra ustedes y consumirá como fuego sus cuerpos. Han amontonado riquezas ¡y eso que estamos en los últimos tiempos!


Estos pasajes los llamo pasajes “coladera” o “filtro”. Los que realmente están comprometidos con el Señor, seguirán adelante, aceptarán su voluntad y pasarán la “coladera”. Aquellos que siguen dudando o pensando sobre si Dios existe o si debieran obedecer al cien por ciento, al escuchar estos versículos tan fuertes, se quedan en la “coladera” y no siguen adelante.
Como he escrito en repetidas ocasiones, Jehová no está peleado con la riqueza. Está peleado con todos aquellos que no comprenden que lo que tienen les ha sido dado por su gracia y misericordia. Está peleado con aquellos que prefieren confiar en su oro y su plata, en sus ropas cómodas y sus casas por encima de la riqueza de tener comunión con Él, de la seguridad y paz que solamente Él puede dar y de la alegría y gozo que brinda una relación con el Creador.
¿Por qué nos llaman tanto la atención las riquezas? Porque traen muchos beneficios instantáneos. Si no te gusta tu trabajo, lo podrías dejar y buscar otro o hacer lo que quieras, si estabas preocupado por pagar tus gastos y salir adelante, eso queda en el pasado, en general, la riqueza trae lujos y comodidades inmediatas. El peligro está en olvidarse quién es el que permite que disfrutemos lo que tenemos; en olvidar quién da y quita; en olvidar que es por amor y misericordia lo que tenemos, o ¿acaso alguien escogió nacer en el lugar y la familia que nació? O ¿tener las características físicas y mentales que tiene? Cuidado ustedes que tienen más de lo que necesitan y no han aprendido a reconocer al Señor. Cuidado de no compartir lo que tienen. Cuidado de no entender que las riquezas no son un fin sino un medio.
El dinero es muy peligroso. Yo lo veo como el fuego, si lo sabes utilizar, es de mucha utilidad, pero si no tienes cuidado, te quema. Lo que haces tiene consecuencias. Tus actos serán juzgados y puestos en una balanza. Si aceptas a Cristo, serás perdonado, si no, lee nuevamente los versículos y eso es lo que te espera.
Ten cuidado con el dinero. Se sabio al utilizarlo. No permitas que se convierta en el fin de lo que haces sino que sea siempre un medio para dar gloria a Dios. Si tienes más de lo necesario, comparte, ayuda al que está en necesidad, apoya a tu iglesia que seguramente tiene hermanos con alguna necesidad. ¿Eres rico en salud? Da de tu tiempo y esfuerzo. Todo lo que tienes, absolutamente todo, lo tienes por gracia de Dios. Ponlo a su servicio en lugar del tuyo.

Oración
Padre: gracias por advertirme del peligro tan grande que es el dinero. Ayúdame a ser sabio y manejar correctamente mis finanzas y sobre todo a no afanarme buscando las riquezas en lugar de buscarte a Ti; perdona mis pecados y escucha mi oración, en el nombre de Jesús
Amén

14 oct 2009

Santiago 4:15-17

Más bien, debieran decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora se jactan en sus fanfarronerías. Toda esa jactancia es mala. Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace.


En la traducción de Dios habla hoy, lo dice de esta forma: en cambio ustedes insisten en hablar orgullosamente; y todo orgullo de esa clase es malo. El que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.
Los versículos del día de ayer normalmente van de la mano con los de hoy. Decidí separarlos pues pienso que tienen mucho material para desglosar. Santiago está hablando de lo fugaz que es la vida, de cómo hacemos planes sin consultar a Dios o simplemente sin entender que no depende de nosotros el ver un nuevo amanecer. Por esta razón concluye guiándonos en la forma correcta de hacer planes y sobre todo de pensar: Si el Señor quiere, viviremos y haremos…
Es normal acostumbrarse a levantarse en la mañana, tener actividades e irse a dormir para levantarse al día siguiente. No es tan fácil para aquellos que están carentes de salud pues viven sin saber cuándo serán llamados. Yo me pregunto: ¿Es necesario tener una enfermedad para recordar que Jehová es quien decide cuántos amaneceres veremos en nuestra vida? No se trata de ser fatalista ni de vivir con miedo pensando que estos son nuestros últimos segundos de vida. ¡No! Lo que Dios quiere mostrarte es la irresponsabilidad que es el vivir pensando que uno determina lo que va a hacer. Un ejemplo: si decides que el día de hoy vas a ir a trabajar como todos los días, pero en tu trayecto tienes un accidente, ¿vas a llegar a tu oficina? ¡Por supuesto que no! Ahora, no todos los ejemplos son malos. Personalmente puedo compartirte que nunca vi los planes que Dios tenía para mí hasta que se presentaron. Yo iba a mi trabajo todos los días, seguía mi vida normal como siempre, un día, una llamada, un instante, me ofrecen otro trabajo, tengo entrevistas y termino en otra empresa en otro país. ¿Lo había planeado? No. ¿Lo vi venir? ¡No! Mi vida cambió radicalmente en muy poco tiempo. Si el Señor quiere haremos y viviremos. No es si tú o yo queremos sino el Señor.
Te corresponde ser sabio y comprender estas palabras. De no ser así, caes en la advertencia del versículo: pero ahora se jactan de sus fanfarronerías (orgullo). El orgullo es lo que estorba para entender y aceptar estos versos. El que sabe hacer el bien y no lo hace es pecado. Ya conoces lo que Dios espera de ti. Ahora sabes que al final Dios manda. Debes decidir si quieres transformar tus principios y reconocer que es Él quien “acomoda” todo o por el contrario querer seguir “acomodándolo” tú.

Oración
Padre: Perdona mis pecados. Perdona que siga mi camino y olvide el tuyo. Hoy entiendo que Tú tienes el control de todo y que mis planes deben estar sujetos a tu voluntad. Ayúdame a recordar que solamente si Tú lo permites las cosas suceden y a vivir siempre con esto en mi mente. Gracias por guiarme en tu camino y por amarme sin merecerlo. Oro a Ti en el nombre de Jesús
Amén.

13 oct 2009

Santiago 4:13-14
Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero. ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece.

¿Quién no hace planes? ¡Nadie! Todos pensamos en lo que haremos hoy y mañana. Algunos más organizados, tienen planeado sus fines de semana y lo que habrán de hacer durante el mes.
¿Está mal planear? No. Lo que Santiago está haciendo es llamar nuestra atención para entender dos principios muy importantes: nunca sabes cuándo te llamará Dios y segundo, la vida en la tierra es solo un instante que se desvanece como la niebla.
¿Por qué digo que estos son principios importantes? Porque de aquí se derivan muchos afanes, falta de fe, preocupaciones y agobios, pleitos, angustias y demás. Cuando comienzas a hacer tus planes, los haces pensando en lo que Tú consideras correcto y en el tiempo que Tú piensas que es necesario. Bueno, te tengo una noticia: Dios NO trabaja así. El trabaja con SUS planes y a SU tiempo. Por lo tanto, cuando tratas de apegarte a lo que tú tanto le has dedicado y simplemente ves que no funciona, las frustraciones, el afán, la desesperación entre otros sentimientos comienzan a aflorar. En este último año, me han escrito personas desesperadas por haber perdido su empleo y no entender su situación. Han tenido problemas con sus parejas y están pasando por un mal momento. Si les hubiéramos preguntado un día antes de que fueran despedidos ¿Qué piensas hacer mañana y el fin de semana? te aseguro que hubiera sido algo muy distinto a lo que hicieron. ¡Piénsalo! Las cosas cambian de un día para otro. A veces parece que no pasó nada, pero en realidad Dios está acomodando todas las piezas al mismo tiempo y siempre están en movimiento. A veces lo percibes y otras no, por esto piensas que no hay cambios.
La vida es como neblina que aparece por un momento y luego se desvanece. ¡Al parecer Santiago quiere bajarnos el autoestima con tantos golpes al orgullo! La realidad es que es muy cierto lo que nos recuerda. Solamente estaremos un tiempo en la tierra y en un instante, el Señor nos llamará. Recientemente me enteré de una chica, que iba en la misma escuela que yo pero un año menor, falleció al parecer de manera bastante repentina. Todos nos asombramos. Pero después recapacité y me pregunté ¿por qué no? Dios tiene sus tiempos y Él en su soberanía decide sabiendo lo que es perfecto y mejor para nosotros. ¿Por qué cuestionamos su perfección y su autoridad?
Sigue haciendo planes. Es bueno hacerlos. Lo que debes de cambiar es tu actitud hacia ellos. Busca que estén dentro de la voluntad de Dios sabiendo que pueden ser o no ser. Has tus planes con lápiz para que puedan corregirse fácilmente. Cuando los haces con “pluma” duele más el tener que “borrarlos”.

Oración
Padre Santo: Me sorprende tu poder y perfección. Gracias por recordarme que Tú eres quien tiene el control de todo y que la vida en esta tierra es sólo un instante comparado con la vida eterna. Perdona que haga planes sin consultarte y sobre todo que me aferre a ellos cuando Tú muestras otro camino. Ayúdame a planear conforme a tu voluntad y a estar dispuesto a cambiar conforme sea necesario aceptando tus caminos por encima de los míos. Oro a Ti en el nombre de Jesús
Amén.

12 oct 2009

Santiago 4:11-12

Hermanos, no hablen mal unos de otros. El que habla mal de su hermano, o lo juzga, habla mal de la ley y la juzga. Y si juzgas a la ley, te haces juez de ella en vez de obedecerla. Solamente hay uno que ha dado la ley y al mismo tiempo es Juez, y es aquel que puede salvar o condenar; tú, en cambio, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo?


¿Cuántas veces has escuchado que no debes hablar mal de tu prójimo? Muchas. ¿Quiere decir que ya no pasa? No. Al contrario. Se da mucho todavía. Santiago escribió su carta hace dos mil años. ¡Cuántos eventos han ocurrido y seguimos cayendo en los mismos errores! ¿Estaremos mal hechos o defectuosos? ¿Somos malos por naturaleza? ¿No se promueven los principios de manera correcta? ¿Qué está pasando? ¿Cómo es posible que dos mil años después, leamos estos versos y nos podamos identificar con ellos? ¿No deberíamos de haber superado algunas instrucciones para este entonces?
La respuesta es no. Pero tampoco quiere decir que estemos condenados a seguir así: y si juzgas a la ley, te haces juez de ella en vez de obedecerla…
A mi parecer, nos hemos equivocado en nuestra forma de enseñar la Palabra de Dios. Hemos puesto el énfasis en las áreas equivocadas. Si bien, la Biblia entera es increíble, pienso que Jesús, en su ejemplo, siempre resaltó dos principios que van de la mano: arrepentimiento de pecados y comenzar una nueva vida de obediencia (Jn 8:11 yo tampoco te condeno, vete y no peques más…). Incluso acusó a aquellos que solamente eran maestros de la ley pero no la obedecían. En varias ocasiones reprendió la falta de acción en sus vidas y la abundancia de conocimiento que se estaba empolvando solamente. ¡La obediencia es la clave para seguir el camino de Jesús! Es mejor saber que tienes que caminar hacia el norte y hacerlo que conocer las latitudes y puntos exactos pero nunca comenzar a caminar en esa dirección.
No hables mal de tu hermano. No juzgues a tu hermano.
Es fácil juzgar. Incluso pienso que es más fácil juzgar que no hacerlo. ¿Cómo frenar ese juicio? Entendiendo quién eres, de dónde vienes y lo que te ha sido perdonado. ¿Conoces de Dios? ¡Muy bien! Mientras más lo conozcas, más entenderás la misericordia que tuvo contigo al perdonarte tus faltas, al aceptarte a pesar de que le habías fallado (y le sigues fallando), más entenderás su amor sin límites que te busca a pesar de tus rechazos y groserías. ¿Quién eres tú para juzgar a tu prójimo?
El puesto de juez ya fue tomado por Dios. Solamente a Él le corresponde ese lugar y a nadie más, ni al diablo ni a los ángeles, a Jehová. Hoy te animo a meditar sobre los juicios y críticas que haces. Te animo a que analices tu vida y encuentres las áreas en las que la obediencia no es tu fuerte. Te animo a que conozcas más de Jesús y lo que hizo por ti, pero sobre todo, te animo a que no tengan que repetirnos sobre no juzgar ni criticar a nuestro prójimo nunca más…

Oración
Padre Santo: perdona mis pecados. Perdona mis juicios y críticas. Te doy gracias por mostrarme mi camino equivocado y corregirme. No quiero ir en tu contra sino al contrario, seguir tus pasos. Quiero obedecer tu palabra y no querer juzgar con ella. Te pido que mi vida esté llena de obediencia y carente de juicios y críticas. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

9 oct 2009

Santiago 4:8-10

Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón! Reconozcan sus miserias, lloren y laméntense. Que su risa se convierta en llanto, y su alegría en tristeza. Humíllense delante del Señor, y Él los exaltará.



El versículo anterior decía que resistieras al diablo. El siguiente versículo es la continuación al decir: acércate a Dios. Entonces: Resiste al diablo y acércate a Dios van de la mano. No debes confundir el acercamiento a Dios con tu primer encuentro con Dios. Recuerda que la palabra explica que Dios nos amó primero y nos buscó antes que nosotros a Él. Aquí se refiere a personas que ya se han reconciliado con Dios y básicamente lo que está diciendo es: si quieres tener éxito resistiendo al diablo, es necesario que te acerques a Dios. Ahora, para acercarte a Él, debes reconocer tus faltas. Santiago lo explica muy bien: los que han pecado, límpiense; los que han sido inconstantes, renueven su corazón; admite tus faltas y pecados y arrepiéntete de ellos; entiende lo grave que es el pecado y la falta de obediencia, si lo haces, saldrán lagrimas de ti y habrá tristeza por entenderlo y reconocerlo. Finalmente, humíllate delante del Creador y deja que sea Él quien te exalte.
Tristemente he conocido a muchas personas que quieren quedarse con su propia idea e imagen de Dios. Han creado una “relación” o mejor dicho concepción de un dios que se adapta a sus necesidades y cumple con sus expectativas. En ocasiones, cuando no entienden lo que pasa en sus vidas, cambian al dios de ese momento y pueden “complementarlo” con la madre naturaleza, el destino o la fuerza de la atracción.
Si quieres conocer al Dios de la biblia y tener comunión con el Creador de todo lo que ves y no ves, es necesario que aceptes a Jesús como tu Salvador (Juan 3:16, 14:16). Una vez que has dado este paso, tu vida en Cristo comienza. Lo primero que debes saber es que tus problemas no se han acabado ni la vida será más fácil. La diferencia se encuentra en cómo enfrentarás lo que esté por venir: con Jesús mostrándote el camino, consolándote, sanándote y perdonándote. Dentro de este “viaje” con Cristo, tendrás momentos de debilidad, tentaciones y actitudes que deben ser transformadas. Por esta razón Santiago escribe estos versículos en los que te recuerda que es necesario no perder la comunión constante con nuestro Señor, que eres pecador y es necesario pedir perdón y ser limpiado y que la inconstancia no es agradable a Dios. Medita en estos conceptos. Comprende tu estado actual contra la Gracia, Amor, Santidad y Grandeza del Señor. Si lo logras, estarán saliendo lágrimas de ti y tu risa se convertirá en tristeza. Pero no todo termina aquí. Dios no quiere que te quedes deprimido por reconocer tus pecados, todo lo contario, cuando tú llegas a Él con tu corazón y mente humillados, serás limpiado y finalmente, Él te exalta.

Oración
Señor: no es fácil entender que al humillarme Tú me exaltarás. Te pido que trabajes en mi corazón para que mi orgullo no te estorbe y pueda obedecerte y humillarme para poder ser exaltado por Ti; te doy gracias por tu palabra y las enseñanzas que me dejas en ella. Te pido perdón por mis pecados y por mi falta de acercamiento y comunión contigo. Gracias por escuchar mi oración. En el nombre de Jesús oro a Ti,
Amén

25 sept 2009

Santiago 4:7

Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.



Me gusta descubrir lo que la Biblia dice acerca de temas o personajes sobre los cuales, los hombres han inventado gran cantidad de mitos y han hecho una imagen distinta de la que en realidad tienen. En este caso me refiero al diablo. Algunos dicen que no existe y que es un invento para promover el temor y buscar así que la gente asista a algún grupo religioso. Por otro lado, están aquellos que lo imaginan como un ser con capacidades similares a Dios y básicamente es la representación del mal en la que día a día, luchan el uno contra el otro para tratar de imponerse. La realidad es otra. La Biblia explica que el diablo no tiene ni una pequeña oportunidad para hacer algo contra Dios, de hecho, nos dice en el libro de Job, que para actuar, primero Dios lo tiene que autorizar.
Ahora, dice el versículo que debes resistir al diablo para que huya de ti. Esto te enseña que la advertencia que hace Pedro en su primera carta capítulo 5 verso 8, de que el diablo anda como león rugiente buscando a quién devorar es cierta. El diablo existe. El diablo es real. El diablo está buscando la más mínima oportunidad que exista para verte caer y entorpecer tu crecimiento espiritual, pero sobre todo, está buscando evitar tu acercamiento y comunión con Cristo.
Resistid al diablo.
En el idioma griego, cuando se utiliza esta palabra (resistir), quiere decir lo siguiente: pararse en contra, oponerse o contradecir. Por lo tanto tienes dos formas para salir adelante y no caer en conflictos innecesarios: someterte a Dios y pararte en contra del diablo.
Si no meditas en la Palabra de Dios, es probable que al final, tomes este versículo como algo fantasioso y no harás caso a esta advertencia. Por el otro lado, si amas a Jesús, si has reconocido que has fallado y que gracias a Él puedes tener nuevamente comunión con el Señor, es de vital importancia que entiendas y reflexiones este versículo. Debe ser algo instintivo el someterte a las enseñanzas e instrucciones de Dios. Que tus acciones estén basadas en Él y tus actitudes y pensamientos correspondan a un seguidor suyo. Esto es el someterte a Dios. Si lo comprendes y lo llevas a cabo, podrás ver en tu propia vida el amor que tiene Jehová hacia ti pues tu vida no será la misma. Podrás comprender que sus principios e instrucciones son por tu propio bien y no como pensabas antes que eran un estorbo y limitación para disfrutar tu vida. Si Jehová dice, resiste al diablo y oponte a él, ¡hazlo! Me gusta que la definición de resistir incluya contradecir. Recuerda que los principios se tienen que ir formando y el diablo tratará de convencerte que los suyos son los mejores. Aquí es cuando pienso en la definición: contradice al diablo, ¡di no! Oponte a esos pensamientos y a esos principios, párate en contra y resiste.
Hoy quiero animarte a meditar en este versículo y relacionarlo con tu vida. ¿Estás contradiciendo al diablo o le estás permitiendo colarse? ¿Te estás sometiendo a Dios como Él espera o como tú quieres?

Oración
Señor: Tú que estás en el cielo y eres Santo, te quiero agradecer por preocuparte por mí de manera tan personal. Gracias por tu palabra y tus instrucciones, gracias por tus advertencias y por siempre buscar mi bien. Te pido perdón porque en ocasiones yo no he contestado de la misma forma y he buscado mi beneficio sin importar lo que Tú digas. Perdona mis pecados Señor. Hoy entiendo que debo someterme a Ti y que debo oponerme y resistir al diablo. Guíame para que así sea Señor. Oro a Ti en el nombre de Jesús
Amén

24 sept 2009

Santiago 4:5-6

¿O creen que la Escritura dice en vano que Dios ama celosamente al espíritu que hizo morar en nosotros? Pero Él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: Dios resiste a los orgullosos pero da gracia a los humildes.


¿Por qué razón será tan fácil tomar la Palabra de Dios a la ligera o en vano como dice el versículo? Tal vez en este momento estás pensando: ¡qué dices!, jamás, yo nunca lo haría, y por el contrario pongo toda mi atención. Sí, lo entiendo, pero me refiero a los momentos en los que tomas decisiones que, sabiendo que no son correctas, aún así las haces. Esto, para mí, es tomar la palabra de Dios en vano. Te voy a poner un ejemplo personal para explicarme mejor: tengo mucho trabajo que realizar en mi orgullo. No es fácil. Día a día, el Señor me ha mostrado que tengo mucho orgullo en áreas que ni siquiera había pensado. En ocasiones, simplemente no pienso en Dios y actúo como pienso que sería lo mejor. Esto es tomar la escritura en vano. Piensa en cualquier pecado que estés arrastrando. ¿Por qué no tomas la escritura al cien por ciento y simplemente terminas con él? Porque en ocasiones olvidamos las enseñanzas, nos dedicamos a nosotros mismos y tristemente tomamos la Palabra de Dios en vano. No se trata de no darle importancia a la Biblia, se trata de olvidarla en los momentos cruciales, en los momentos de toma de decisiones, se trata de escucharla, guardarla, tener fe y actuar. Podría parafrasear el versículo así: ¿por qué sigues dudando sobre la veracidad de la Palabra de Dios, por qué no te entregas por completo si sabes que es lo que Dios quiere de ti? ¿Acaso crees que Dios miente para que lo tomes a la ligera? Santiago nos está recordando un principio importantísimo: la palabra de Dios nunca ha estado en vano. Por lo tanto, cada principio, cada enseñanza, debes poner todo tu corazón, toda tu entrega y todo tu ser. En esos tiempos, la gente no estaba entendiendo, como ahora, que Dios vive en nosotros a través de su Espíritu Santo, y que, al seguir teniendo comunión con el mundo, su comunión con Dios se estaba afectando.
El principal problema que detectó Santiago con relación a las personas que querían seguir teniendo comunión con el mundo y haciendo a un lado la palabra de Dios se llama: orgullo. Por esto, termina recordándonos una enseñanza del antiguo testamento: Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. El orgullo es la causa por la cual, quieres seguir teniendo amistad con el mundo aún cuando Dios te dice claramente que te vuelves su enemigo.
La solución está en la gracia de Dios, en su amor incondicional y sobre todo en su misericordia. Debes entender que el Señor te perdonó tus pecados sin merecerlo, que te amó antes de que tú lo amaras y que en su gracia te da todo lo que necesitas. A cambio, quiere tu vida. Tu entrega. Tu obediencia. No caigas en tomar los principios y mandamientos de Dios en vano, no lo tomes a la ligera. Si Dios nos dice que nos ama y busca celosamente que lo sigamos, que lo obedezcamos, que lo amemos y que nos entreguemos a Él, ¡hazlo! No lo pienses más. Ten humildad y reconoce tus errores y así experimentarás la gracia de Dios, por el contrario, sigue con tu orgullo y tendrás su resistencia.

Oración
Señor: eres Todopoderoso y cada día me sorprendes con tu palabra. Te pido perdón que en ocasiones, incluso sin darme cuenta, tomo tu palabra en vano y hago lo que yo quiero. Te pido que fortalezcas mi fe, que fortalezcas mis pasos y que pueda caminar confiado en Ti, confiado en tu palabra, confiado en tus promesas. Perdona mi orgullo y soberbia, no dejes de trabajar en mi corazón. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

23 sept 2009

Santiago 4:4

¡Oh gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios.


Es muy interesante que utilice la palabra adúltera. Difícil de aceptar que seas adúltero, pero entendiendo el concepto, la descripción me parece perfecta. En el idioma original, la palabra adúltera tiene el mismo sentido que actualmente utilizamos: tener una relación extramarital.
¿Es posible serle infiel a Dios? Básicamente es lo que Santiago nos está enseñando el día de hoy. La respuesta es sí. Además, dentro de esta enseñanza, Santiago nos muestra que, aunque Jehová es muy estricto con nosotros, también tiene un amor incondicional que pocas veces podemos comprender. En repetidas ocasiones, se hacen analogías entre el matrimonio o una boda (el novio y la novia) y Dios siendo el novio y la iglesia (nosotros) la novia. Es una forma de ayudarte a entender que aquellos seguidores de Cristo tienen una unión íntima con el Señor. No es un juego. No es una relación de sentimientos ni de chispazos. Es una relación como una pareja enamorada. En consecuencia, cuando comienzas a echar tus miradas al mundo y “coquetear” con él, estás dirigiéndote al camino de la infidelidad o adulterio. Si sigues en esos pasos, posteriormente te encontrarás tan envuelto por el mundo que será difícil darte cuenta que estás pecando e interrumpiendo tu relación con Dios.
La amistad con el mundo es enemistad con Dios.
No es lo que tú y yo pensemos. ¡Grábalo en tu mente! Se trata de lo que Dios dice. Si, en su palabra nos enseña que no podemos ser amigos del mundo y al mismo tiempo sus discípulos, ¡así es! Te lo puedo decir por experiencia. Siempre que te acercas al mundo, terminas cometiendo errores y pidiendo perdón a Dios (y a los afectados) por no haber confiado antes y escuchado sus advertencias. Seguramente ya te ha pasado también. Pero ¿cómo es la amistad con el mundo? ¿Cómo debes entenderlo? No hay que darle muchas vueltas para saber lo que es una amistad de una persona con otra: pasar tiempo juntos, conocerse, saber qué le gusta o disgusta, realizar actividades juntos, preocupación e interés por la otra persona, entre otras. Cuando trasladas estas características al mundo, se vuelve algo así: preocuparte por lo que digan y piensen las personas de ti en lugar de lo que Dios opine de ti, preocuparte por realizar las mismas actividades que los demás sin importar que Dios las apruebe o no, involucrarte en sus vicios, aceptar sus ideales y principios, y finalmente pensar que entre el mundo y Dios no hay tantas barreras sino unos pequeños ajustes nada más. ¡Falso! Entre el mundo y Dios hay una eternidad que separa el uno del otro. El que quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios. No puedes estar jugando entre un bando y otro. Dios quiere tu entrega total. Piensa en esto: ¡para qué ser amigo de la creación cuando puedes tener una relación con el creador! Así se facilita saber cuál es mejor ¿no crees?

Oración
Padre Santo: perdona mis pecados. Perdona que no he confiado en ti y he preferido muchas veces buscar en el mundo y teniendo amistad con él. Entiendo que no puedo seguir así y que Tú me pides entrega total. Ayúdame a cambiar y comprender tus principios y confiar en que la amistad con el mundo no trae nada bueno para mí sino todo lo contrario. Ayúdame a entender que al buscar al mundo me alejo de Ti y que al ser su amigo me convierte en tu enemigo. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén