NVI- Proverbios 27:2

No te jactes de ti mismo; que sean otros los que te alaben.

¿Conoces a personas que les encante hablar de sí mismas? ¿No te cansan?
Hay aquellos que tienen una percepción de sí mismos tan fuera de la realidad.
Tú y yo podemos estar en esa situación. No es difícil que te pase algo así.
¿Cómo te puedes dar cuenta en dónde estás?
Te voy a ayudar un poco.
¿Qué tanto escuchas lo que la gente dice de ti?
¿Pones atención a las opiniones de los demás en general o solo esperas a que terminen para expresar la tuya?
Cuando alguien dice algo en lo que no estás de acuerdo ¿lo reflexionas por algún momento o simplemente lo descartas como si no fuera posible que tenga algo de razón?
¿Eres de los que no dejan que los demás hagan algo porque piensas que lo haces mejor que cualquier otra persona?
Los actos hablan más que mil palabras.
Lo que tú haces habla de lo que tú ERES.
No importa lo que tú PIENSAS que ERES sino lo que HACES es en realidad lo que ERES.
Un ladrón es ladrón cuando roba. No importa si el considera que no es malo lo que hace. Al robar se convierte en ladrón.
De la misma forma tus actos van formando lo que ERES como persona.
Por más que intentes crear una imagen de ti, no tendrá sentido pues al final los demás se darán cuenta de lo que ERES en REALIDAD por lo que HACES y no por lo que DICES.
Por eso el versículo de hoy te dice que no estés hablando de ti mismo ni pensando que eres el mejor en esto o aquello. Mejor dedícate a hacer lo que te corresponde, hazlo a tu cien por ciento, y entrega a Dios ese trabajo.
Al final, la gente hablará de lo que eres por lo que VEN en tus actos y no por lo que TU ves en ti mismo ni lo que tú CREES que eres.
Parafraseando el versículo en palabras actuales podría decir: no estés presumiendo lo que eres sino permite que los demás hablen bien de ti.
Sé humilde. No dejes que la soberbia te quite la perspectiva correcta. Escucha lo que los demás opinan de ti y corrige tu camino.

Oración
Padre: te doy gracias por este día de vida que me regalas. Te pido que pueda aprender a disfrutar cada día que me permites vivir. También quiero ser alguien que no esté jactándose de si mismo. Deseo cambiar y dejar que mis actos hablen lo que soy sin que tenga que decir una sola palabra. Entiendo que ahora debo poner más atención a lo que hago y te pido por que me guíes para hacerlo correctamente. Pongo esta oración a Ti en el nombre de Jesús.
Amén