Santiago 4:3
Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
NVI- … para satisfacer sus propias pasiones.

En el libro “Aligere su equipaje” el autor menciona que tendemos a ver a Dios como un Genio en su Lámpara que nos concederá los deseos que queramos.
¿Qué opinas?
Es muy fácil pedir. Es muy difícil aceptar lo que debemos pedir.
¿Qué le has pedido a Dios últimamente? ¿Salud, trabajo, que se cierre un negocio, que tu vecino incómodo se mude, etc.?
Ahora, ¿cuánto has pedido por incrementar tu fe, tu disciplina a leer y estudiar la palabra, por cambiar tu carácter y que seas más como Jesús, por amar a tu esposa, por sujetarte a tu marido, por obedecer a tus padres y autoridades, por amar a tu prójimo como a ti mismo, por amar a Dios sobre todas las cosas?
¿Qué porcentaje de tu oración está destinada a los demás?
Me parece que más que un regaño es una frustración de Santiago al ver lo mal que estaba la gente. Tristemente hoy seguiría igual de frustrado. ¡Pero podemos y debemos cambiarlo!
¿Entonces no puedo pedir por algo que necesite?
Si.
El punto no es dejar de pedir sino corregir lo que pedimos. Tal vez debas dejar de pedir por la salud tuya o de algún familiar y pedir por entendimiento y paz para poder llevar esa situación. Dios sabrá por qué tenemos enfermedad. Estoy convencido que siempre quiere enseñarnos algo. Así como la falta de salud hay muchas circunstancias que en lugar de pedir por que se acaben será mejor pedir por paz y comprensión.
Deja de pensar tanto en ti y pide por lo que Dios quiere de ti y no lo que tú quieres de Dios.
¿Te lo repito?
PIDE POR LO QUE DIOS QUIERE DE TI Y NO LO QUE TU QUIERES DE DIOS.
Apréndete estas palabras y tu oración se verá transformada y por consecuencia tu vida también.

Oración
Señor: quiero aprender a orar conforme a lo que es agradable para ti. Perdona si he buscado en ti el que cumplas mis deseos en lugar de pedir por cambios necesarios en mi vida y también por no pensar en los demás. Te pido perdón por mis pecados. Te pido que tenga paz a pesar de mis circunstancias. Te pido por mi familia que la guardes y sobre todo que no dejes de trabajar en sus vidas. Gracias por tu palabra y por permitirme leerla libremente sin miedo a ser reprimido o castigado. Te pongo mi oración a tus pies en el nombre de Jesús.
Amén