Salmo 105:1
Alabad a Jehová, invocad su nombre; dad a conocer sus obras en los pueblos.
Es un círculo virtuoso que me parece empieza con la decisión de invocar su nombre confiado en que te escucha. Acude a Dios, cuéntale tus problemas, tus angustias, dile aquello que te está robando la paz de tu vida. Invoca su nombre. ¡Llámalo!
Una vez que lo hayas hecho ten paciencia para esperar su respuesta. Es la segunda etapa de la fe: estar convencido que te escuchó. Ahora debes pedir por paciencia para ir viendo cómo Dios acomoda las cosas en el orden que solo El conoce y que además es el correcto. No te precipites y comiences a querer acelerar las cosas. CALMA. Jehová sabe tu situación ¿recuerdas? Ya le has platicado todo. Deja que El se encargue.
Alguna vez vi un video de una persona que tiene un bastidor que gira y con sus manos llenas de pintura empieza a hacer manchas sin sentido. Gira un poco y pone más manchas, gira más y pone otros colores, al final, pone el bastidor en la forma correcta y había creado un perfecto retrato de una celebridad.
Así es Dios. Parece que está poniendo manchas y colores sin sentido, pero en sus planes está la perfección que ni tú ni yo conocemos. Permite que Dios termine lo que ha comenzado sin desesperarte para poder ver el “retrato” que está haciendo en tu vida.
El siguiente paso es la etapa de consolidación donde Dios te muestra las cosas y las puedes comprender. Tu alegría y sorpresa es tan grande que sabes que debes ALABARLO por lo que ha hecho. Por fin, ¡valió la pena la espera! ¿Te ha pasado? A mí sí y es increíble.
Pero no termina aquí el círculo virtuoso. Una vez que has llamado a Dios, esperado, sido confirmado y alabado al Señor, es necesario que des a conocer sus obras en los pueblos. Ahora ¡COMPARTE lo que hizo en tu vida para que lo pueda hacer en la de los demás!
Que no te de pena hablar de Dios.
¿Si te ganaras un premio seguro lo compartirías con los demás no?
¿Por qué debe ser diferente cuando las cosas son en relación a Dios?
Me parece que es momento de hablar de lo que Dios hace en nuestras vidas como nos lo está pidiendo el versículo. Pon de propósito en tu día compartirle a alguien lo que Dios está haciendo o ya ha hecho en ti.
Oración
Dios: gracias por darme otro día más de vida. Te pido que perdones mis pecados y que pongas sabiduría en mi vida para que tome decisiones correctas. Te doy gracias por lo grande y bueno que eres, te alabo y te invoco agradecido en todo y por todo. Quiero pedirte que no me de pena compartir a la gente lo que has hecho en mi vida. Permite que pueda hablar hoy de ti a los demás. Quiero hablar de ti y de lo bueno que eres. Te doy gracias por amarme y cuidarme. Oro en el nombre de Jesús.
Amén
Alabad a Jehová, invocad su nombre; dad a conocer sus obras en los pueblos.
Es un círculo virtuoso que me parece empieza con la decisión de invocar su nombre confiado en que te escucha. Acude a Dios, cuéntale tus problemas, tus angustias, dile aquello que te está robando la paz de tu vida. Invoca su nombre. ¡Llámalo!
Una vez que lo hayas hecho ten paciencia para esperar su respuesta. Es la segunda etapa de la fe: estar convencido que te escuchó. Ahora debes pedir por paciencia para ir viendo cómo Dios acomoda las cosas en el orden que solo El conoce y que además es el correcto. No te precipites y comiences a querer acelerar las cosas. CALMA. Jehová sabe tu situación ¿recuerdas? Ya le has platicado todo. Deja que El se encargue.
Alguna vez vi un video de una persona que tiene un bastidor que gira y con sus manos llenas de pintura empieza a hacer manchas sin sentido. Gira un poco y pone más manchas, gira más y pone otros colores, al final, pone el bastidor en la forma correcta y había creado un perfecto retrato de una celebridad.
Así es Dios. Parece que está poniendo manchas y colores sin sentido, pero en sus planes está la perfección que ni tú ni yo conocemos. Permite que Dios termine lo que ha comenzado sin desesperarte para poder ver el “retrato” que está haciendo en tu vida.
El siguiente paso es la etapa de consolidación donde Dios te muestra las cosas y las puedes comprender. Tu alegría y sorpresa es tan grande que sabes que debes ALABARLO por lo que ha hecho. Por fin, ¡valió la pena la espera! ¿Te ha pasado? A mí sí y es increíble.
Pero no termina aquí el círculo virtuoso. Una vez que has llamado a Dios, esperado, sido confirmado y alabado al Señor, es necesario que des a conocer sus obras en los pueblos. Ahora ¡COMPARTE lo que hizo en tu vida para que lo pueda hacer en la de los demás!
Que no te de pena hablar de Dios.
¿Si te ganaras un premio seguro lo compartirías con los demás no?
¿Por qué debe ser diferente cuando las cosas son en relación a Dios?
Me parece que es momento de hablar de lo que Dios hace en nuestras vidas como nos lo está pidiendo el versículo. Pon de propósito en tu día compartirle a alguien lo que Dios está haciendo o ya ha hecho en ti.
Oración
Dios: gracias por darme otro día más de vida. Te pido que perdones mis pecados y que pongas sabiduría en mi vida para que tome decisiones correctas. Te doy gracias por lo grande y bueno que eres, te alabo y te invoco agradecido en todo y por todo. Quiero pedirte que no me de pena compartir a la gente lo que has hecho en mi vida. Permite que pueda hablar hoy de ti a los demás. Quiero hablar de ti y de lo bueno que eres. Te doy gracias por amarme y cuidarme. Oro en el nombre de Jesús.
Amén
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