Probablemente el único hecho que se comparte en TODO el mundo sin lugar a cuestionamientos es la división en el tiempo: Antes y Después de Cristo.
Ninguna persona ha hecho lo que Jesús. La tradición de su nacimiento y muerte es recordada probablemente en todo el mundo. Su tumba se encuentra vacía a diferencia de cualquier otro ser humano que haya existido.
A pesar de un sin número de hechos increíbles, sigo encontrando muchas personas que no quieren reconocer a Jesús. Peor aún, ahora los que creemos en Dios y en su palabra somos señalados y a veces objeto de burla por creer que El nos creó y no la evolución…
¿Qué pasa con la gente? ¿En qué momento nos volvimos tan soberbios?
La historia reconoce que existió y realizó milagros imposibles para cualquier ser humano.
También la historia nos dice que Jesús murió.
Me duele pensar en que murió por nosotros y nosotros le damos la espalda…
La muerte de Cristo no puede perder relevancia.
Piensa en aquella vez que realizaste algo que te costó mucho tiempo y esfuerzo. ¿No querías compartir con TODOS lo difícil que fue llegar a donde llegaste y disfrutar por lo luchado?
¡Lo mismo pasa con Jesús! Su muerte no fue en una cama de hospital, acompañado de todos sus seres queridos, con todo tipo de comodidades y de un momento a otro, suspiró y falleció. ¡NO! Tuvo que pasar por la peor de las muertes. Horas antes de ser entregado, sudó sangre porque sabía lo que le habría de ocurrir. Veló la noche en oración pidiendo por que se hiciera la voluntad del Padre y no la suya. Lo azotaron, lo humillaron, le escupieron, le golpearon, se burlaron de Él, lo hicieron cargar un madero que, después de varios azotes y golpes, a penas y podía mover. Le arrancaron sus vestiduras, lo crucificaron enfrente de todo aquel que pasara como si fuera un animal en exhibición. TODO esto y más tuvo que soportar Jesús. ¡Obviamente antes de morir tuvo que CLAMAR! ¡Ya no PODÍA MAS!
¿No crees que merece ser recordado y compartido?
¿Cómo reaccionas ante el amor derramado por ti en esa cruz? ¿Qué valor tiene en tu vida el que Cristo haya hecho ese sacrificio por ti? Cuando lees que clamó y entregó su espíritu ¿se remueve tu corazón? Es momento de reaccionar y darle a Jesús el lugar que se merece en nuestras vidas y proclamarlo al mundo entero.
Oración
Señor: grande y poderoso eres. La vida de Jesús es maravillosa y a su vez me cuesta trabajo entender que haya sufrido por mí. Te pido que cada día aprenda a valorar su sacrificio, sus sufrimientos, los castigos e humillaciones injustas que sufrió por mí. Te pido que nunca más vuelva a leer que “clamó y entregó su espíritu” sin que mi corazón y mente entiendan lo valiosas que son estas palabras pues se entregó por mí para perdón de mis pecados. Te doy la gloria y la honra en el nombre de Jesús
Amén
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