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6 ene 2009

Salmo 22:1,16-18

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?... porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies, puedo contar mis huesos y la gente me observa. Repartieron entre sí mis vestidos y sobre mi ropa echaron suertes.


Estos versículos los escribió David. Imagino que nunca entendió el por qué escribió tales cosas. Dios es tan grande y tan poderoso que se encargó de llenar de detalles absolutamente todo y con Cristo no fue la excepción. Muchos años antes de que naciera Jesús fueron escritas estas palabras. Una profecía por la que habría de pasar el Hijo del hombre. Si lees el capítulo 27 versículo 46 de Mateo, te darás cuenta que las palabras de Jesús fueron las mismas: ¿por qué me has desamparado? También se repartieron sus vestidos y la gente que estaba rodeando a Jesús en ese momento no eran más que religiosos obsesionados como “perros” para que muriera Jesús y ellos pudieran seguir con sus retorcidas prácticas. La manera en que fue torturado es sumamente desgarradora. Se utilizaba una especie de látigo llamado “flagrum” el cual, dependiendo si se deseaba que la persona falleciera más rápido o más lento se utilizaban pedazos de hueso de oveja lo cual junto con el cuero del látigo creaban una combinación sumamente dolorosa.
¿Qué celebramos en la navidad?
¿Qué celebras en navidad?
El celebrar únicamente el nacimiento de Cristo es quedarnos a menos de la mitad de lo que vino a hacer en el mundo. Antes de la venida de Jesús se realizaban sacrificios de animales para pagar por nuestros pecados. Imagino que estos actos, hacían que la gente pudiera percatarse físicamente de lo desagradable que es para Dios el pecado y el gran precio que tiene: la sangre de un ser inocente. Entonces, lo que debes recordar y celebrar en navidad es algo que se vive y se ¡recuerda TODOS los días! Jesús nació, vivió una vida ejemplar, murió por nuestros pecados condenado a la muerte más humillante siendo inocente, y después del tercer día RESUCITÓ.
No es fácil hablar de lo que sufrió Jesús. Es sumamente doloroso e inexplicable entender por lo que tuvo que pasar. Lo importante es que entiendas que lo hizo por ti y por mí. Tú y yo debíamos de estar en esa cruz pagando por nuestros pecados, pero por pura MISERICORDIA y AMOR de Dios tenemos a un sustituto maravilloso que se dio a sí mismo por nosotros: JESÚS.

Oración
Dios: ¡gracias! Gracias por enviar a Jesús y permitirme ser libre del pecado. Gracias porque en tu palabra nos das muestras de cómo planeaste todo con mucho cuidado y sobre todo con tiempo antes de que sucediera. Ayúdame a valorar el sacrificio de Jesús y a entender lo que tuvo que sufrir por causa de mis pecados. También te pido que pueda aprender a compartir con los demás este sacrificio tan increíble y que sobre todo no se olvide porque ya pasó “la navidad”. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

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