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8 may 2009

Mateo 27:42-43

Salvó a otros, decían, ¡pero no puede salvarse a sí mismo! ¡Y es el Rey de Israel! Que baje ahora de la cruz y así creeremos en él. Confía en Dios; pues que lo libre Dios ahora, si de veras lo quiere. ¿Acaso no dijo: “Yo soy el Hijo de Dios”?




Más de dos mil años tiene este evento. Seguimos cayendo en los mismos errores.
Nuestro gran error es tratar de adaptar a Dios a NUESTRA manera. Lo queremos encerrar en un “círculo” en el cual, lo podamos comprender, que conozcamos sus capacidades y que además esté de acuerdo con NUESTROS pensamientos y principios. Si bien Dios nos ama y Él es la esencia pura del amor, no va a cambiar por nosotros sino nosotros tenemos que adaptarnos a Él. ¡Qué ridículo es pensar que podemos darle dimensión a Jehová y que tratemos de entender todo acerca de Él e incluso que queramos “aprobar” o “reprobar” lo que hace en el mundo! Sí que no sabemos lo que hacemos. “Que baje ahora de la cruz y así creeremos en él”. ¿Quién es el que manda? Como se dice coloquialmente, ahora resulta que ¡los patos le tiran a las escopetas! ¿Por qué nos cuesta tantísimo trabajo el aceptar a Dios como es y no como nos gustaría que fuera? Lo irónico de todo esto es que mientras más lo acepto como es, más le doy gracias por ser así y no como a mí me gustaría que fuera. ¿Te das cuenta de esto?
“Confía en Dios, pues que lo libre ahora”. ¿Han puesto a prueba tu fe? ¿Te han retado preguntando el por qué Dios permite lo que te está pasando? A veces la gente que no conoce a Jesús, tratará de “ensuciar y manchar” su camino. Buscará cada oportunidad disponible para decirte que tú relación con Cristo es como cualquier otra religión, y más si estás atravesando un momento difícil buscará hacer notorio que puede ser que tu Dios no está contestando…
“acaso no dijo: yo soy el Hijo de Dios”, también me ha pasado que me digan “no que muy cristianito?”. Leí una cita del escritor ruso Dostoevsky que dice algo así: no rechaces el camino que sigo por mi forma de caminarlo, critícame a mí por no poderlo seguir correctamente y ayúdame a corregirme.
Éstas son formas de ataque sobre los que queremos seguir a Jesús, te señalan, te dicen nombres, critican tus actos, buscan retarte cuando te encuentras en momentos difíciles. Jesús lo atravesó y por consecuencia nosotros también pasaremos por situaciones similares. Lo que Cristo nos enseñó es que debemos comportarnos como Dios quiere y no como la gente lo pide. Nos enseñó que nosotros nos adaptamos a Él y no a la inversa, nos enseñó que aquellos que nos critican aunque tienen ojos y oídos no ven ni oyen, que para ellos, la palabra de Dios es locura. Ahora, tengamos amor y misericordia por los que nos critican y señalan, busquemos dar testimonio y orar por ellos para que puedan salir de su ceguera espiritual y puedan comenzar una relación con el Creador.

Oración
Señor: no dejo de sorprenderme de tus enseñanzas y cómo Cristo utilizó cada minuto para mostrarnos algo diferente. En su juicio, antes de ir a la cruz, y ¡estando en la cruz! Nos dejó enseñanzas. ¡Gracias por su vida! Te pido que pueda parecerme cada día más a Él. Oro Señor mío en el nombre de Jesús
Amén

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