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11 may 2009

Mateo 27:45-46

Desde el mediodía y hasta la media tarde toda la tierra quedó en oscuridad. Como a las tres de la tarde, Jesús gritó con fuerza: Elí, Elí, ¿lama sabactani? (que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?)


De tal manera amó Dios al mundo que envió a su Hijo unigénito para que todo aquél que en Él cree no se pierda mas tenga vida eterna (Juan 3:16). (1ªJuan 4:8) el que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Jesús fue enviado con un propósito muy especial: salvarnos, reconciliarnos con Dios, mostrarnos el amor del Padre.
Al leer estos versículos, no dejo de sorprenderme del amor tan grande derramado por Jesús al sacrificarse por nosotros. ¡Definitivamente estaba sufriendo! No la pasó bien pero aún así, no tuvo por ganancia el hacer su voluntad sino la del Padre y siguió su camino hasta la cruz. ¡Qué impresionante! Para este entonces, Jesús ya llevaba varias horas en sufrimiento. Recuerda que todo empieza en la noche cuando Judas lo entrega, luego va a los juicios y finalmente lo entregan a los guardias para luego empezar el camino a la cruz.
La vida de Jesús no es un cuento. ¡Su muerte mucho menos! Es igual de importante entender y estudiar su vida como su sacrificio por nosotros. El evangelio no sería completo si no anunciamos su muerte y resurrección.
En algunas ocasiones he tenido que clamar a Dios y pedir por fuerzas y fe. Leo cómo Jesús no solamente pidió sino que gritó con fuerzas: Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Pienso que en ese momento, Dios Padre le tuvo que dar la espalda a su Hijo pues estaba totalmente cargado con nuestros pecados y en su santidad no puede tener convivencia con lo corrupto. Imagino a Dios con un aire triste de ver a su Hijo sufriendo y escuchando sus palabras, pero también lo imagino feliz de ver sus planes desarrollándose y pensando en la reconciliación que se estaba llevando a cabo en el mundo gracias a su Hijo.
Hoy quiero encaminarte a meditar sobre el amor de Dios y el sacrificio de su Hijo. Él nos amó primero. Él es amor y a través de Jesús nos enseña cómo nos ama. Ahora tú y yo debemos amar igual. Porque sin merecerlo, sin haber hecho absolutamente nada, Dios te amó sin restricciones y envió a su Hijo amado para que tomara tu lugar en la cruz y pudieras ser salvo y tener comunión con Él. Varias horas estuvo Jesús sufriendo en su camino a la crucifixión. Siendo inocente, puro, sin pecado, se sacrificó para limpiarte de todos tus pecados. ¿Cómo puedes ignorar esto? ¿Cómo no impacta tu vida y anima a entregarte a Él como manera de corresponder a ese amor?
Jesús ya se entregó por ti. ¿Tú que vas a hacer por Él?

Oración
Dios mío: definitivamente eres santo y perfecto, pero sobre todo eres amor. Te doy tantas gracias por amarme sin que haya hecho nada para merecerlo. Transfórmame y permite que pueda transmitir ese amor a mi prójimo. Perdona mis pecados. Quiero valorar y tener siempre presente el sacrificio que hizo Jesús por mí y vivir agradecido por ello en todo momento. Permite que mi vida de testimonio de esto en el nombre de Cristo Jesús te lo pido
Amén

3 comentarios:

MarysolJesus dijo...

Amén ♥️🙌🏻 Bentido y santo eres JESÚS, Bendito es es tu amor que sana restaura y libera.
Gracias a tú sacrificio en la cruz hoy soy libre y en esa libertad elijo, honrarte ,amarte , y seguir tus pasos quiero ser un destello de tanto amor amor puro y verdadero que sale de ti.♥️
Mi corazón te adora Jesús.

MarysolJesus dijo...

Amén ♥️🙌🏻 Bentido y santo eres JESÚS, Bendito es es tu amor que sana restaura y libera.
Gracias a tú sacrificio en la cruz hoy soy libre y en esa libertad elijo, honrarte ,amarte , y seguir tus pasos quiero ser un destello de tanto amor amor puro y verdadero que sale de ti.♥️
Mi corazón te adora Jesús.

Anónimo dijo...

Jesús es el claro ejemplo de amor puro y genuino, amor sin acepción, sin mancha, sin condición.