Como ser humano, no dejo de sorprenderme de la grandeza y perfección de Dios. Su forma de enseñarnos. Su planeación. Al leer estos pasajes y tratar de entender lo que estaba pasando en ese entonces, trasladarlo a hoy y aprender sobre un principio que Dios tiene para mí, simplemente me deja atónito. Es demasiada perfección en un libro escrito hace tanto tiempo. ¡Tenía que ser Dios!
En la versión Reina Valera describe este desfile triunfal como la crucifixión.
¿Cómo es posible que se pueda entender el sacrificio de Jesús, su sufrimiento, su desfiguración, su humillación, todo lo que atravesó en ese calvario como un desfile triunfal? Insisto, Dios nos enseña de formas muy distintas a las que estamos acostumbrados, pero más precisas no podrían ser.
Nuestra tendencia como personas, es relacionar todo con aquello que percibimos. Hacemos relación de lo que escuchamos en la Palabra junto con lo que aprendemos en la calle. Resultado: choque sin sentido. En la calle o en el mundo, aprendes que una entrada o desfile triunfal se da con un rey o una celebridad. Vestida de ropas finas y hermosas. Probablemente no camine sino esté siendo llevada por un transporte lujoso. La gente alrededor se empuja por poder ver siquiera un instante a este personaje. Todos ven con admiración y probablemente respeto. Otro tipo de desfile triunfal sería el de un ejército entrando en alguna ciudad después de haber acabado con sus enemigos. Todos contentos y orgullosos. Muy distinta concepción a la de un ser humano caminando con una cruz encima, recibiendo golpes, insultos, escupitajos, etc.
Pero Jesús no es como nosotros. Sus planes son distintos y llenos de sabiduría. Quizás, este “desfile triunfal” fue lo que desanimó a muchos o la mayoría de sus seguidores. Jesús no estaba pensando en ser una celebridad, en cambiar al gobierno Romano y liberar a los judíos. Los principados y potestades son traducidos en la Biblia de lenguaje sencillo como aquellos espíritus con autoridad. Pero muchos se fueron con la idea de que la libertad que traería el Mesías, vendría sobre la opresión física que estaban sufriendo.
El día de ayer se celebró la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén. Lo exaltaban y adoraban. Unos días después lo insultarían y abandonarían.
No es fácil entender a Jesús. Hoy quiero animarte a meditar sobre tu concepción de Él y tu relación con Él. ¿Quién es Jesús para ti? ¿Qué significa su muerte? ¿Es el que se encarga de realizar los milagros que necesitas? ¿Es una fuerza o energía que se mueve en el universo? ¿Un gran hombre?
Cristo cumplió la voluntad de Dios al realizar su “desfile triunfal” en la cruz. Logró que el pecado y todo espíritu ajeno a él dejaran de tener cualquier tipo de potestad y nos dio la oportunidad de ser libres y vivir en comunión con Él.
¿De qué lado quieres estar?
Oración
Padre: yo quiero estar de Tu lado. Perdona mis pecados y ayúdame a entender lo que has hecho por mí. Te doy gracias por quitarme las cadenas del pecado y librarme de todo aquello que me oprimía. Te pido que me escuches en Cristo Jesús.
Amén
En la versión Reina Valera describe este desfile triunfal como la crucifixión.
¿Cómo es posible que se pueda entender el sacrificio de Jesús, su sufrimiento, su desfiguración, su humillación, todo lo que atravesó en ese calvario como un desfile triunfal? Insisto, Dios nos enseña de formas muy distintas a las que estamos acostumbrados, pero más precisas no podrían ser.
Nuestra tendencia como personas, es relacionar todo con aquello que percibimos. Hacemos relación de lo que escuchamos en la Palabra junto con lo que aprendemos en la calle. Resultado: choque sin sentido. En la calle o en el mundo, aprendes que una entrada o desfile triunfal se da con un rey o una celebridad. Vestida de ropas finas y hermosas. Probablemente no camine sino esté siendo llevada por un transporte lujoso. La gente alrededor se empuja por poder ver siquiera un instante a este personaje. Todos ven con admiración y probablemente respeto. Otro tipo de desfile triunfal sería el de un ejército entrando en alguna ciudad después de haber acabado con sus enemigos. Todos contentos y orgullosos. Muy distinta concepción a la de un ser humano caminando con una cruz encima, recibiendo golpes, insultos, escupitajos, etc.
Pero Jesús no es como nosotros. Sus planes son distintos y llenos de sabiduría. Quizás, este “desfile triunfal” fue lo que desanimó a muchos o la mayoría de sus seguidores. Jesús no estaba pensando en ser una celebridad, en cambiar al gobierno Romano y liberar a los judíos. Los principados y potestades son traducidos en la Biblia de lenguaje sencillo como aquellos espíritus con autoridad. Pero muchos se fueron con la idea de que la libertad que traería el Mesías, vendría sobre la opresión física que estaban sufriendo.
El día de ayer se celebró la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén. Lo exaltaban y adoraban. Unos días después lo insultarían y abandonarían.
No es fácil entender a Jesús. Hoy quiero animarte a meditar sobre tu concepción de Él y tu relación con Él. ¿Quién es Jesús para ti? ¿Qué significa su muerte? ¿Es el que se encarga de realizar los milagros que necesitas? ¿Es una fuerza o energía que se mueve en el universo? ¿Un gran hombre?
Cristo cumplió la voluntad de Dios al realizar su “desfile triunfal” en la cruz. Logró que el pecado y todo espíritu ajeno a él dejaran de tener cualquier tipo de potestad y nos dio la oportunidad de ser libres y vivir en comunión con Él.
¿De qué lado quieres estar?
Oración
Padre: yo quiero estar de Tu lado. Perdona mis pecados y ayúdame a entender lo que has hecho por mí. Te doy gracias por quitarme las cadenas del pecado y librarme de todo aquello que me oprimía. Te pido que me escuches en Cristo Jesús.
Amén
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