La respuesta del eunuco hacia Felipe fue positiva. No podemos desanimarnos si hubiera sido contraria. Recuerda el pasaje en el que Jesús libera a una persona endemoniada enviando los espíritus a los cerdos que estaban ahí y el pueblo al ver lo sucedido le pide a Jesús que se vaya y Él se fue. Recibir rechazos no es el fin ni tampoco nada grave. Pero piensa esto: por cada rechazo estás más cerca de que alguien quiera escuchar de Dios (pura probabilidad).
Por otro lado, me gusta cómo Felipe comienza a compartir de Jesús. Nos dice la biblia que utilizó la pregunta del etíope para hablarle de las buenas nuevas. Me parece una excelente forma para hablar de Cristo. Utilizar la plática, los cuestionamientos que la gente realiza, las dudas o preocupaciones para poder explicar lo que la biblia dice al respecto. Ahora que estamos atravesando una etapa de inestabilidad en el mundo por guerras y golpes de estado, seguidos por el desastre en Japón, es común que las conversaciones giren alrededor de estos temas. Hay ahora advertencias sobre la lluvia radioactiva y preocupación por lo que pudiera pasar. ¿Sabes qué puede pasar? ¡Nada que Dios no tenga bajo su control! Obviamente debes tomar precauciones sin embargo no debes vivir con miedo. Seamos sabios y, como Felipe, utilicemos los temas y los cuestionamientos de la gente para llevar las buenas nuevas a ellos. Recientemente estuve en una conversación en la que una persona expresaba su total repudio a cierto tipo de gente. Hoy me arrepiento tanto de no haber expresado mi sentimiento de inconformidad y de haber compartido a Jesús en ese momento. No quiero que me vuelva a pasar y tampoco quiero que te pase a ti. Seamos inteligentes para encontrar el momento y sensibles para compartir a Cristo de manera adecuada.
Por último, vuelve a leer la profecía de Jesús. Nuestro salvador. Nuestro redentor. Tuvo que ser llevado al matadero. Tuvo que sufrir humillación e injusticia y murió de la forma más despreciable. Todo por su amor a ti y a mí. ¿Qué amor más grande puede existir? Dios te ama y envió a Jesús para reconciliarte con Él. Recibe el regalo del perdón y arrepiéntete de tus pecados.
Oración
Dios Padre: quiero reconciliarme contigo y pedirte perdón por mis pecados. Quiero poder entender todo ese amor que has derramado por mí y compartirlo a los demás. Ayúdame a ser sabio y sensible para hablar de ti en el momento correcto y de la manera apropiada. Guíame en tu camino. En Cristo Jesús te lo pido.
Amén
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