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23 nov 2015

Salmos 20:2

Que te envíe ayuda desde el santuario, que desde Sion te de su apoyo. 



El versículo 1 dice: que Jehová te oiga y defienda.  El versículo 2 nos dice: que te envíe ayuda y apoyo.  Santiago 4:3 dice: Pides y no recibes porque pides mal pides para satisfacer tus propias pasiones.  El pasaje de Santiago tiene que ir de la mano con el Salmo que estamos estudiando el día de hoy.  ¿Por qué?  Porque tenemos que aprender a pedir la ayuda correcta.  Te lo repito.  Es necesario que aprendas a pedir lo que realmente necesitas y no lo que tu carne y deseos te están pidiendo.  ¿Qué ayuda vas a pedir si no sabes lo que necesitas?  Por ejemplo: si tienes un problema económico, ¿vas a orar porque Dios traiga más dinero?  Cristo nos dice en Mateo capítulo 6 que no debemos preocuparnos por lo que habremos de comer o vestir pues nuestro Padre sabe de nuestras necesidades.  Si caemos enfermos ¿debemos orar por la salud?  Si estamos atravesando un momento difícil, ¿debemos orar para que se resuelva?  La respuesta no es mi opinión sino que el mismo Jesús nos la da en Mateo capítulo 26 diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero sino como Tú.  Uno puede y debe orar al Señor exponiendo todos sus sentimientos.  Dile que estás cansado.  Dile que te sientes abatido.  Dile si te sientes solo o triste.  ¡Habla con él!  No dejes de estar en comunión con Jehová.  Lo que debemos aprender con el pasaje de hoy, es qué tipo de ayuda debemos pedir pues estamos convencidos que él nos quiere ayudar.  A veces nos quedamos envueltos en el problema y se nos olvida que para El no hay ningún problema que no pueda resolver.  En lugar de pedir para que haya salud, uno puede decir: Padre, gracias por recordarme lo frágil que soy y lo rápido que puedo perder la salud.  Si es tu voluntad te pido pueda recuperar mi salud pues yo ya no puedo más.  Mientras tanto, te pido que abras mi entendimiento para cambiar mi carácter y escuchar mejor tu voz.  Te pido pueda aprender a servirte a través de esta situación y que siempre tu nombre sea exaltado.  Que la gente pueda ver que tengo esperanza, fe y gozo sin importar las calamidades.  Te pido que sea un rayo de luz para todos los que viven en tinieblas.  Padre, te pido que pueda dejar de pensar en mí y en mis dolores y pueda pensar en los demás y cómo compartir que este tiempo es pasajero y que Tú tienes cuidado de mí.  ¿Te das cuenta de la diferencia?  La salud no es lo importante.  Lo que hacemos mientras estamos enfermos y cómo respondemos es lo que realmente importa.  Entonces, ¿qué tipo de ayuda debemos pedir y esperar del Señor?  Simple: paz, amor, consuelo, esperanza, gozo, certeza, confianza, descanso y alegría.  Todo esto no lo puedes encontrar en ningún lado más que en Dios.  A mi parecer, esta es la ayuda que debemos pedir.  Esta es la ayuda que debemos perseguir.  ¿Para qué pedir por soluciones terrenales cuando tenemos a nuestro Padre Celestial?  Mejor pidamos para que la ayuda sea espiritual y nuestra vida sea de verdadero servicio a Jehová.
Cualquier situación que estés atravesando el día de hoy, le pido al Señor que te envíe su ayuda.  Que te llene de Él.  Que inunde tu vida con su paz.  Que abunde la esperanza en ti y puedas descansar confiado en que Él es la roca.

Oración

Padre: necesito tu ayuda.  Gracias por mostrarme cómo pedir correctamente y decirme que estás al pendiente de mí.  Te entrego mis problemas.  Te entrego mi vida.  No quiero caer envuelto en el día a día y en las circunstancias sino quiero vivir confiado en Ti y servir como un canal de esperanza para todos los que me rodean.  Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús.  Amén.

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