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11 abr 2016

Salmos 24:3-4

¿Quién puede subir al monte del Señor?  ¿Quién puede estar en su lugar santo?  Sólo el de manos limpias y corazón puro, el que no adora ídolos vanos ni jura por dioses falsos.



Yo no escribí las reglas ni me preguntaron qué me parecían.  Dios es quien decidió y a nosotros nos corresponde creer y obedecer o no creer y desobedecer.  La biblia repite una y otra vez el principio de la salvación y la separación entre los santos y los demás.  No podemos evitar encontrarnos con pasajes como el de hoy que nos muestran que no todos estaremos en el mismo lugar después de esta vida.  Unos podrán estar en el lugar santo en presencia del Señor mientras que otros no.  ¿Quién sube al monte del Señor y quién puede estar en su lugar santo?  Solamente aquellos que son limpios, de corazón puro, que no adoran ídolos ni juran por dioses falsos.  Ahora, ¿esta es la única lista de lo que debemos hacer?  ¿Qué hay de los diez mandamientos?  ¿Qué hay de lo que Jesús nos enseña?  Justamente por esta razón es necesario estudiar la biblia detalladamente.  Es así como confirmamos que la primera parte del pasaje se repite constantemente y podemos concluir que no todos vamos al cielo, la segunda parte se complementa enormemente al enseñarnos que las obras (las manos limpias, no adorar ídolos vanos ni jurar por dioses falsos) son producto de la transformación que recibimos al ser hechos creaturas nuevas en Cristo Jesús.  La Biblia nos explica que no hay uno solo que sea considerado puro o justo sino que todos somos pecadores (Rom 3:10).  Efesios 2:8 nos dice que somos salvos (limpios, perdonados y hechos hijos de Dios) por la gracia en Cristo Jesús y no por obras que podamos realizar para que ninguno de nosotros se gloríe sino toda la alabanza se dirija a Jehová.  Entonces, ¿la biblia se contradice?  No.  Se complementa.  No podemos tomar unas cuantas frases y pensar que eso es todo.  Los testigos de Jehová caen en ese error y muchos son engañados.
Es nuestro deber entender y compartir estas palabras.  La gente que te rodea debe escuchar el mensaje de Dios y su necesidad de Cristo para ser perdonados por sus pecados.  La gente quiere pensar que cada uno de nosotros tiene su propia fe y su propia religión y que eso está bien.  Falso.  Eso es imposible.  Eso es obra de Satanás queriendo apartarnos de la necesidad de Dios y su odio al pecado. 
Por otro lado, es triste ver que la gente es engañada con unos cuantos pasajes de la biblia y piensan que su salvación está basada en obras.  Piensan que deben portarse bien.  Toman pasajes como el de hoy y concluyen que uno debe ser “bueno” para ir al cielo a la presencia de Dios.  Por eso no dejo de escribir una y otra vez sobre la importancia de estudiar la biblia.  Lee.  Cuestiona.  Investiga.  Trae todas tus dudas a los pies del Señor y deja que su palabra te asombre.  No te quedes con alguna idea de alguien más o sus prejuicios acerca de Dios.  Lee y descubre personalmente lo increíble que es la palabra de Dios.  Descubre su perfección.  Descubre su sabiduría.  Descubre cómo es viva y eficaz.  Pero sobre todo, no te dejes engañar.

Oración

Padre: gracias por tu palabra y la oportunidad de estudiarla libremente.  Te pido abras mi entendimiento y me muestres tu voluntad por encima de la mía.  Ayúdame a ver y entender mis errores y todo aquello que no te agrada.  Perdona mis pecados Padre pues yo quiero estar en tu presencia al morir.  Yo quiero estar limpio y poder estar en el monte contigo.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén.

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