NVI- Romanos 4:25

Jesús fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación.

Jesús EXISITIO y es REAL.
La Biblia es VERDADERA.
El versículo de hoy me impresiona por la sencillez para comprenderlo y la fortaleza de los hechos que lo acompañan.
Jesús no preguntó si querías que muriera por tus pecados. LO HIZO.
Permitió que su cuerpo fuera maltratado y humillado. Lo hizo por que te AMA.
Ahora te pregunto ¿amas a Jesús? ¿Has pedido que entre a vivir en tu corazón? (Ap. 3:20)
Cristo murió para pagar por tus pecados (también los míos). Esto es un HECHO.
Luego RESUCITÓ para nuestra justificación. No está muerto, sino es un Dios VIVO. Al decir que resucitó para nuestra justificación está hablando de lo que sucederá en el futuro.
La Biblia dice que, cuando mueres, si NO has aceptado a Cristo, serás llevado al TRIBUNAL donde serás culpado por los pecados que cometiste. Por el contrario si ACEPTASTE a Jesús, es como si lo hubieras hecho tu “abogado” para EVITAR ir a ese juicio. Cristo en el “tribunal” habla POR TI y dice “él me aceptó y YO ya pagué por sus pecados”.
¿No te parece increíble?
Hay personas que piensan que una relación con Dios es limitar tu libertad pues no puedes o debes PECAR más.
¡Jesús nos dio la SALIDA a ese problema!
No significa que ahora puedes pecar a diestra y siniestra, sino que puedes estar tranquilo que a pesar de tus tropiezos el PERDON de Dios está disponible pues ya has reconocido a Cristo como aquél que pagó por tus fallas.
Quiero ser muy directo con este versículo.
A lo largo de tu vida Dios te busca y quiere que lo reconozcas. Tu orgullo lo puede hacer a un lado. También puede ser que YA lo conozcas pero sigues sin querer hacer los “ajustes” necesarios en tu vida.
Dios es muy CLARO. Cristo PADECIO por ti y por mí. RESUCITÓ para justificarte a ti y a mí.
¿Qué vas a hacer al respecto?
¿Aceptarlo? ¿Rechazarlo? ¿Compartirlo?

Oración
Señor: quiero aceptar lo que has hecho por mí y compartirlo. No quiero darte la espalda. Entiendo que Cristo murió por mis pecados y que además resucitó para que pueda ser justificado ante ti. Te pido perdón por mis pecados y pido que Cristo venga a vivir a mi corazón y limpie mi vida. Quiero aceptarlo como mi Señor y Salvador. Lo pido en el nombre de Cristo.
Amén