¿De qué sirve estudiar la carrera de arquitectura si finalmente te dedicas a la medicina? ¿De qué sirve prepararte para un maratón si no lo corres? Probablemente ya has escuchado estos ejemplos, ¡pero son ciertos! No sirve de nada llenarte de sabiduría y conocimiento de Cristo si no vives en Él y eres edificado en Él. Todo ese aprendizaje debe ser trasladado a la acción, al cambio, a la transformación de tu vida. Recuerdo que un hermano en Cristo que se encuentra en el reclusorio sur, nos platicó una anécdota sobre una prisión de máxima seguridad en la cual, pudieron obtener una hoja de los evangelios. Una sola hoja permitió que varias vidas fueran transformadas. ¿Te das cuenta? No necesitas conocer toda la biblia ni haber memorizado cincuenta versículos a la perfección para poder compartir de Dios. A veces las congregaciones caen en el error de utilizar el servicio al Señor como un premio. Si fuera así ¿quién sería realmente digno? ¡Ninguno! Por esta razón, no debes frenar tu entrega y compromiso con Dios por la falta de dominio sobre la Biblia. Cuando te encuentres en alguna situación que tengas dudas sobre cómo reaccionar, pide consejo a aquellos que tengan más conocimiento que tú.
Vivir en Cristo, arraigado y edificado en Él significa morir a ti, a tus deseos a tus ideas y poner primero las suyas por encima de las tuyas. ¿Difícil? Mucho. Pero solamente de esta manera puedes darte cuenta de lo que una relación con Dios significa. A través de tu entrega a Él puedes darte cuenta del amor tan grande que tiene para ti. Personalmente he podido experimentar cómo el seguir los principios de Dios por encima de mis ganas y deseos de reaccionar diferente, traen bendición a mi vida. Vivir arraigado y entregado a Cristo necesita de mucho valor, de mucho coraje y decisión. Estos atributos se juntan para que puedas decir: no puedo yo solo; he fallado y he pecado contra el Dios Todopoderoso, necesito ser perdonado y reconciliado con Él.
Busca a Cristo. Apégate a sus mandamientos. Cambia tu vida conforme Él instruye. Perdona. Ama. Comparte. Deja de pensar en ti y entrégate por los demás. Esto es lo que hizo Jesús. Nos amó, nos perdonó, nos enseñó y entregó su vida por nosotros. Hagamos lo mismo. No estudiemos carreras en teología sin permitir que Cristo realmente reine nuestras vidas. No dejemos de trabajar para el Señor por pensar que no tenemos el conocimiento suficiente. Entrega tu vida a Él; vive en Él; arráigate a Él y crece en Él. Por último, no dejes de vivir agradecido de todas sus bendiciones.
Oración
Padre: Tú que estás en el cielo y eres Santo, te doy gracias por venir a mí y permitirme conocerte. Gracias por proveerme de lo necesario. Te pido perdón por mis pecados y porque pongas en mí el perdón hacia mi prójimo. Ayúdame a entregarte mi vida, a morir a mi mismo para vivir en Ti y crecer en Ti. Quiero vivir agradecido. En el nombre de Cristo te lo pido.
Amén
8 comentarios:
Gracias!!!
Que bella interpretación de estos versículos.
Gracias a ti por tu comentario. Ayúdanos compartiéndolo
Exelente exegesis llega justo en un momento k necesitaba una respuesta les agradezco bendiciones y k el señor les siga dando sabiduria para dicernir su palabra
Muchas gracias por la sabiduría que El Señor le ha dado y que la ponen al servicio de los demas. Díos los bendiga. Fue de mucha ayuda. En su amor Martha.
Muy hermosa interpretación. Me toca predicar sobre este versiculo
Muchas gracias, necesito mucho a Dios en mi vida!!!
Muchas gracias por sus comentarios.
¡Todos necesitamos de Dios en todo momento!
Amén gracias x esta palabra accionar lo aprendido en la palabra para ser transformados y edificados en nuestras vidas
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