Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a los judíos. Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos anunciando el evangelio del Señor Jesús.
Por si no lo recuerdas, Esteban murió por compartir a Cristo. En su muerte, Saulo estaba presente y probablemente aceptando que siguieran apedreándolo. Resulta difícil entender que la muerte de alguien tenga un plan o propósito determinado pero con estos versículos podemos darnos cuenta que Dios tenía sus planes. Gracias a este evento, vemos que varios discípulos fueron a otras ciudades pero además, dentro de ese grupo esparcido, algunos comenzaron a compartir a Cristo no solo con los judíos sino ¡con los gentiles también! Lo mismo que Pedro estaba haciendo Cesarea se estaba replicando en Antioquía. ¿No te resulta increíble entender que más allá de lo que podamos ver e imaginar, hay un Dios todopoderoso que tiene todo bajo control y que sus planes se van desenvolviendo poco a poco en su perfección? A partir de un momento triste y difícil como la muerte de Esteban, se desarrollan eventos importantísimos. Sé que muchos están atravesando la pérdida de un ser querido y resulta sumamente doloroso, pero también sé, que así como la muerte de Esteban sirvió para el propósito de Dios, lo mismo sucederá con cada uno de los que somos llamados con el Señor. ¿Cuál será el propósito? ¿Qué vendrá después? No lo sé. Eso le corresponde a Dios y a nosotros nos corresponde el tener fe.
Por otro lado, también quiero reflexionar en el tema de compartir a Cristo. No debemos hacer a un lado el trasfondo cultural y lo dramático que era el que estuvieran compartiendo a Jesús a gentiles. Verdaderamente era algo insólito. No sabemos exactamente cómo empezaron y si tuvieron alguna visión como Pedro, pero lo que sí podemos tener por cierto es que en algún momento comenzaron a hacerlo y los resultados fueron increíbles. Hoy quiero animarte a que todas tus ideas o pensamientos que tienes para servir al Señor las pongas por práctica. Él se encargará de prosperarlas o frenarlas dependiendo lo que tenga para ti. Recuerdo cómo iniciaron las visitas al reclusorio sur: de un deseo por servir al Señor. También recuerdo cómo empezó este ministerio de devocionales: con una sola idea puesta en práctica. No tienes que encontrar el hilo negro ni reinventar algo. Solamente debes ponerte al servicio del Señor y poner en práctica lo que has aprendido de Él. Yo sé que a cada uno de nosotros nos llama de formas distintas y sé que algunos tienen cargas para ir con personas de la tercera edad o enfermos o jóvenes o adictos o cualquiera otra que pudieras pensar. ¡No dejes al aire esa idea y esa carga! Ponla a los pies del Señor y ¡entra en acción! Dios se encargará de lo demás.
Oración
Señor: quiero agradecerte por darme lo que no merezco: tu amor y tu perdón. Gracias por llenarme de bendiciones y por quitarme lo que no debo tener. Te pido que pueda entender que la pérdida de seres queridos tiene un propósito dentro de tus planes y sobre todo te pido porque pueda servirte dentro de todo lo que haga. Ayúdame a pensar menos en mí y más en Ti. Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén
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