Mientras Apolos estaba en Corinto Pablo recorrió las regiones del interior y llegó a Éfeso. Allí encontró a algunos discípulos. ¿Recibieron ustedes el Espíritu Santo cuando creyeron? Les preguntó. No, ni siquiera hemos oído hablar del Espíritu Santo. Respondieron. Entonces, ¿Qué bautismo recibieron? El bautismo de Juan. Pablo les explicó: el bautismo de Juan no era más que un bautismo de arrepentimiento. Él le decía al pueblo que creyera en el que venía después de él, es decir, en Jesús. Al oír esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Cuando Pablo les impuso las manos, el Espíritu Santo vino sobre ellos y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres.
Al pedir perdón por nuestros pecados y pedir que Cristo sea nuestro Señor y Salvador, recibimos al Espíritu Santo y nuestro cuerpo se vuelve su templo (1a Corintios 6). El Espíritu Santo tiene un papel importantísimo en nuestras vidas. Es a través de Él por quien tenemos esperanza (Romanos 15:13), es el sello de nuestra reconciliación con Dios Padre (Efesios 4:30), nos regenera y renueva (Tito 3:5), entre muchas otras cosas. Vemos también, que al momento de recibir al Espíritu, los discípulos comienzan a hablar en lenguas y a profetizar. Es muy importante que comprendamos lo que estaba pasando en ese momento. Primero, el hablar en lenguas no significa que, de un momento a otro comenzaron a decir palabrerías o frases sin sentido. Cuando el Espíritu Santo daba el don de lenguas a un discípulo, significa que esa persona, supongamos que hablaba español y no había sido instruida en hablar otro idioma, ahora tenía la capacidad de hablar en japonés y ruso. Tristemente, hoy en día he visto cantidad de personas que tratan de llamar la atención y sobre todo generan muchos ingresos, por presentar personas que supuestamente reciben este don. Lo único que hacen es tirarse al suelo y comenzar a decir palabras y gritos sin sentido. Estos no son los resultados que vemos en la Biblia. Estos no son frutos del Espíritu. Esto se llama fraude y debemos estar atentos. Siempre debemos acudir a las escrituras y confirmar que lo que se predica y hace esté en línea con las mismas.
Otro aspecto importante es el don de profetizar. Esta palabra, en este contexto, se utilizaba para decir que enseñaban a los demás. No quiere decir que anunciaban lo que vendría en el futuro. De hecho, la biblia es bastante específica con respecto a eventos futuros. Por esta razón, insisto, debemos tener mucho cuidado con lo que se predica y anuncia. No todo lo que tiene el nombre de Dios realmente proviene de Él. Muchas personas buscan tomar ventaja de la ignorancia y necesidad para su propio beneficio. Hace unos meses veía un programa de televisión en el cual, una señora mezclaba la brujería con las bendiciones de Dios. La apoyaba otro señor, el cual, trataba de utilizar algunos versículos para complementar lo que decían. ¡Era increíble! La gente llamaba y llamaba para pedir consejo pensando que estarían acercándose a Dios mientras lo único que hacían era caminar en sentido opuesto. Seamos cautelosos y cuidémonos entre hermanos pues tenemos a un enemigo que anda como león rugiente queriendo devorar nuestra fe.
Oración
Señor: te pido perdón por mis pecados. Te pido que vengas a mi vida y me permitas tener esperanza, renovarme y regenerarme. Te pido que pueda ser sabio y pueda discernir entre aquellos que utilizan tu nombre para su beneficio de los que realmente buscan tu gloria. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén
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