Miren que les escribo de mi puño y letra, ¡Y con letras bien grandes! Los que tratan de obligarlos a ustedes a circuncidarse lo hacen únicamente para dar una buena impresión y evitar, ser perseguidos por causa de la cruz de Cristo. Ni siquiera esos que están circuncidados obedecen la ley; lo que pasa es que quieren jactarse de la señal que ustedes llevarían en el cuerpo.
Los humanos ponemos estereotipos. Dios busca en el corazón de cada uno.
De vez en cuando, a mi esposa le gusta ver un programa de televisión en el que una novia va y compra el vestido para su boda. En este caso, la novia era cristiana. Lo sé porque ella lo dijo. Lo que me causó conflicto es que constantemente comentaba que era cristiana y que por esa razón su vestido tenía que ser conservador. Finalmente encuentran uno que le llaman “cristiano sexy”. ¿Qué es eso? Un estereotipo. Si bien, estoy de acuerdo con la búsqueda de un vestido adecuado, eso no se da por ser o no ser cristiano. Se da porque al seguir a Cristo tus principios cambian al igual que tus prioridades. No tienes que ir por el mundo diciendo: no hago esto y no hago aquello porque soy cristiano. ¡Por supuesto que no! A mi parecer, eso se llama hipocresía y eso es justamente lo que estaba explicando Pablo en los versículos de hoy. ¡Pongan atención! Les dice. Hay personas que los obligan a seguir con la hipocresía para no entrar en conflictos. ¡Tengan cuidado! ¿Puedes darte cuenta? Hoy en día tenemos el mismo problema. ¿Cómo es posible que un cristiano haga esto o aquello? ¿Cómo es posible que esté en ese lugar? ¿Cómo es posible que se junte con tales personas? Recuerda, nosotros somos los que ponemos estereotipos. Dios ve los corazones.
Yo entiendo que hay lugares, personas o situaciones que debemos evitar. Pero también me parece que es una transición personal en la que cada uno entiende y madura espiritualmente para poder tomar las decisiones correctas. El dicho dice: estar a dieta no impide ver el menú. Cierto. Pero si abres el menú tu probabilidad de romper tu dieta se ha elevado exponencialmente. En otras palabras, estás jugando con fuego.
El cristianismo no es de apariencias. No es de ritos. No es de costumbres ni de cumplir con ciertos requerimientos. El cristianismo es seguir la voluntad de Cristo por encima de la tuya. Es aprender a morir a ti para que Él viva. ¡Pon atención! No te dejes guiar por las apariencias. No te dejes confundir por las hipocresías. Cada uno de nosotros debe entregar su vida al Señor. Cada uno de nosotros debe aspirar a servirle, a dar testimonio y a hacer discípulos. Pero cada uno de nosotros atravesará ese viaje de distintas formas y en tiempos distintos. No queramos establecer un patrón de conducta ni de evolución en algo que no nos corresponde. Mejor, busquemos fomentar la entrega a Jehová, el amor al prójimo, promover la gracia y misericordia que recibimos de Él y por último, compartir las bendiciones que recibimos.
Oración
Señor: te pido perdón por mis pecados. Te pido perdones mis críticas y juicios a los demás. Te pido que abras mi entendimiento y pueda ver si he caído en hipocresías. Te pido que mi vida tenga congruencia entre mi fe en Ti y cada decisión que tomo. Te pido pueda seguirte en todo lo que haga y pueda compartir todo lo que haces en mi vida. Gracias por tu amor e increíble misericordia. En Cristo Jesús. Amén
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