Ni entró (Jesús) en el cielo para ofrecerse vez tras vez, como entra el
sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. Si así fuera, Cristo habría tenido que sufrir
muchas veces desde la creación del mundo.
Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola
vez y para siempre a fin de acabar con el pecado mediante el sacrificio de sí
mismo.
Tristemente mucha gente no ha escuchado el evangelio y se mantienen en
la ignorancia. Es triste escuchar frases
u “oraciones” en las que le piden a Dios algo a cambio de otra cosa. Es decir, Dios, te pido sanes a tal o cual
persona y te prometo que voy a hacer esto o lo otro. Dios, te pido que si pasa esto que tanto
quiero, no vuelvo a hacer tal. ¿Te suena
familiar? No encuentro ninguna otra
explicación más que ignorancia. Después
de estudiar pasajes como el de hoy, no tiene sentido pensar que necesitamos
hacer algo a “cambio” de un milagro.
Jesús hizo el sacrificio perfecto una sola vez y para siempre. ¿Qué tipo de “sacrificio” podemos ofrecer nosotros? Piénsalo.
¡No tiene sentido! Sin embargo,
hoy te puedo asegurar que alguien que conoces o cercano a ti está atravesando
una situación difícil y está tratando de “negociar” con el Señor. En semana santa, hay un enorme ritual donde
la gente deja de comer carne roja o algún otro alimento dependiendo el país por
un periodo de tiempo. ¿El
propósito? Tratar de reconciliarse con
Dios y pedir “perdón” por sus pecados.
Lo triste es que no estamos ahí para compartirles esta gran
noticia. Nos da pena. Nos da miedo.
No queremos incomodar a nadie. Y
así los pretextos sobran. Sin embargo,
la gente sigue sin conocer a Jehová y deseando tener comunión con Él. Por esta razón insisto una y otra vez en la
importancia de estudiar la biblia. Debes
tener muy claros los principios que Dios, y no los hombres, ha
establecido. Tal vez todavía acostumbras
realizar ciertos sacrificios porque los consideras necesarios. Después de leer el pasaje de hoy, debe
quedarte claro que Jesús hizo el sacrificio que cumple con todos los requisitos
para el perdón de nuestros pecados. Por
ello, no es necesario que hagas absolutamente nada más. Sería minimizar lo que Cristo hizo. Cada vez que alguien realiza otro
“sacrificio” está negando lo que Jesús ya hizo.
Espero puedas entender que no se trata de criticar o juzgar a aquellos
que realizan esto. ¡Al contrario! Estoy llamando a acción a todos aquellos que
sí conocemos de la verdad y entendemos lo lejos que está de la voluntad de Dios
el querer acercarse a Él a través de sacrificios. Claramente nos dice la biblia que el
sacrificio no se repite una y otra vez sino que fue perfecto y para
siempre. ¡Esto es lo que debemos
anunciar! También son principios que
debemos guardar en nuestro corazón y utilizarlos como fundamento de nuestra
esperanza en Él. No solo murió por
nosotros sino que además nos espera para interceder por nuestros pecados y
poder entrar en presencia del Padre.
Este sacrificio debe humillarte y guiarte a reconocer lo pequeño que
eres y lo grande que es Él.
Oración
Señor: gracias por permitirme aprender de tu palabra y conocer tu
voluntad. Gracias por mostrarme el
sacrificio tan perfecto y eterno de Cristo y lo vital que es para mi vida
espiritual. Te pido perdón por mis
pecados y que mi vida lleve a otras personas a conocerte. En el nombre de Jesucristo. Amén.
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