Reprendiste a las naciones,
destruiste al malo, borraste el nombre de ellos eternamente y para
siempre. Los enemigos han perecido; han
quedado desolados para siempre; y las ciudades que derribaste, su memoria
pereció con ellas. Pero Jehová
permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.
Tal vez seas como yo y te
pase lo siguiente: leemos que Jehová tiene el control, que reprende a las
naciones, destruye al malo y ningún enemigo permanece de pie. Nos emocionamos y recordamos lo grande y
maravilloso que es nuestro Dios. Pasa un
poco de tiempo y se me olvida. Comienzo
a angustiarme otra vez. ¡Quiero ver
resultados! ¡Quiero que las cosas
cambien ya! ¿Por qué tarda tanto Dios? ¿Te ha pasado? ¿Y qué hacemos en esos momentos? La respuesta: lo mismo. Orar sin cesar. Pedir por paz, amor y gozo que solamente Dios
puede dar. No debemos desviarnos del
camino. No debemos caer en el error de
“ayudar” a Dios. Obviamente Él no necesita
tu ayuda así que no te dejes engañar. Lo
que nos corresponde es esperar. Te lo
repito. Esperar. Pero lo increíble de esta espera es que no se
basa en optimismo ni en buena voluntad.
Se basa en las promesas del Creador, de Aquél que gobierna y está por
sobre todas las cosas. Es una espera con
esperanza. Desde el principio hasta el
final de la biblia, Dios nos muestra cómo debemos esperar confiados y siempre
cumple con su palabra. Piénsalo. Noé tuvo que esperar a que empezara a llover
estando dentro del arca. Dios cumplió y
el diluvio llegó. Después de muchos años
de vivir como querían, los habitantes de Sodoma y Gomorra fueron llevados a
juicio inmediato y consumidos. Por no
saber esperar, el pueblo judío no pudo entrar a la tierra prometida. Por no creerle a Jesús, Judas terminó
suicidándose e intentando regresar lo que había recibido. Entonces, mi falta de paciencia no puede
interrumpir mi fe. Dios va cumplir. ¡No lo olvides! Sin importar cómo sea el panorama, Dios
permanecerá para siempre.
Oración
Señor: vengo a Ti
cansado. He tratado de aguantar por mi
mismo pero hoy entiendo que no tiene sentido pues tuya es la victoria y
permaneces para siempre. Te pido me
llenes de tu paz, amor y gozo para que las circunstancias no me aparten de Ti y
pueda ser luz en la oscuridad. Gracias por
tu palabra y la oportunidad de aprender de ella para corregir mi camino. Gracias por recibirme y consolarme. Gracias en el nombre de Jesús. Amén.
3 comentarios:
Gracias por compartir. Hay que esperar confiados. Dios es fiel y cumple sus promesas.
Gracias por compartir. Hay que esperar confiados. Dios es fiel y cumple sus promesas.
Valerie, gracias por tu comentario. La palabra de Dios nos llena de esperanza y certeza. Que Dios te bendiga.
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