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16 nov 2015

Salmos 19:14

Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía y redentor mío.



A mi parecer, hay una falta de buen liderazgo en mi trabajo.  Esto obviamente me afecta personalmente y otras personas comparten mi punto de vista.  La frustración aumenta cuando uno intenta cambiar o mejorar las cosas sin ningún resultado positivo.  Conforme pasó el tiempo, me encontré envuelto en enojos, corajes, momentos de frustración y sobre todo, muchas conversaciones destructivas.  Al leer este pasaje me doy cuenta de qué mal estaba.  Dios me mostró que tenía que salirme de ese círculo vicioso y que debía dar testimonio de un siervo de El.  Sean gratos los dichos de mi boca” dice David.  ¡Qué gran meta!  Que mis palabras sean siempre agradables a Dios.  Imagina las bendiciones a tu vida si ponemos atención a lo que sale de nuestra boca.  Piensa en todas esas discusiones que abrían terminado de otra forma.  Has memoria de cuántas veces has lastimado con lo que sale de tu boca.  Muchas veces se nos advierte sobre el peligro de lo que decimos.  Hay mucho poder en nuestra lengua.  Se puede animar, edificar, testificar, consolar y al mismo tiempo se puede herir, aplastar, humillar, señalar y destruir.  Piensa por un momento en lo que salió de tu boca el día de ayer o en los últimos días.  Esto te puede dar una idea de lo que hay en tu corazón.  No trates de engañar a nadie.  Se honesto con Dios y contigo mismo.  ¿Qué está saliendo de tu boca?
No todo termina en la boca.  También debemos de abrir lo que hay en nuestro corazón.  Hay muchas personas que han logrado controlar su boca pero su corazón está duro y muerto.  Personas que no hablan pero dentro de sí les consume el odio, el rencor y cualquier cantidad de malos deseos e intenciones.  ¿En dónde estás parado?  ¿Qué hay en tu corazón?
David pone un estándar alto.  Entregar a Dios nuestro corazón y todo lo que salga de nuestra boca.  No hay otra forma de poder transformar lo que decimos y sentimos si no entregamos todo nuestro ser a Jehová.  Tenemos que aprender a confiar en él.  Por eso David termina diciendo: roca mía y redentor mío.  Él es la base de nuestra vida.  Lo que da estabilidad.  Lo que da soporte a todo lo que hacemos.  Además, nos perdona de nuestros pecados.  Entonces, juntando estos dos principios, puedo tener esperanza y fe que, al controlar mis palabras y lo que hay en mi corazón, él se encargará de todo lo demás.  No debo preocuparme por decir esto o aquello sino por agradarle en todo lo que diga.  Piensa antes de hablar: ¿qué impacto causarán mis palabras?  ¿serán de bendición y edificación?  ¿qué hay dentro de mi corazón?  ¿cuál es la intención de lo que voy a decir?  Recuerda: Dios debe ser la roca de tu vida y el redentor de tus pecados.  Pon este pensamiento antes de entrar en una discusión y te ayudará a mejorar lo que sale de tu boca y lo que hay en tu corazón.

Oración
Padre: perdóname.  Examina mi corazón.  Quiero humillarme ante Ti y no esconder nada de lo que hay dentro de mí.  Gracias por ser la roca de mi vida y mi redentor.  Guíame para que mis palabras sean agradables a ti y mi corazón sea blando.  Padre, quiero que mi vida sea de honra y gloria para Ti.  Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús.  Amén.


19 comentarios:

Unknown dijo...

Amén mí señor Jesús

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Amén!

Unknown dijo...

La Gloria sea a nuestro señor Jesucristo bendito Sea por todos los siglos amen amen

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Así es!

Bendecido dijo...

Amén 🙏🏻 gracias señor Hecho está, hecho esta, hecho está, por tu inmensa misericordia

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Amén!

Carlos José Solarte Morón dijo...

Amén, que gran enseñanza.💜

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Así es la palabra de Dios!

Unknown dijo...

Amen, señor la gloria y la honra para ti mi señor

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Así sea!

Unknown dijo...

Que bueno es Dios 🙌. Que Dios te bendiga y te siga ayudando llene cada día más tu de sabiduría 🙏

Un Tiempo con Dios dijo...

Dios es muy bueno! Gracias por tus palabras.

Anónimo dijo...

Muy cierto, Dios nos ayude y tenga misericordia de nosotros

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Amén!

Anónimo dijo...

Amén me a edifico

Anónimo dijo...

Amén que enseñanza Dios nos enseña cada día para grato nuestro corazón alante del

Anónimo dijo...

Tengo días meditando en este versículo, lo vi, quise aprendérmelo de memoria y me consigo con esto. De verdad me encanta! Gracias a Dios por esta oportunidad. Dios los bendiga! Gracias!

Un Tiempo con Dios dijo...

Qué gozo que sea útil y de edificación el devocional. No duden en compartirlo y gracias por sus comentarios.

Anónimo dijo...

Amén. Precioso estudio Dios les continúe dando sabiduría para que sigan, compartiendo y siendo de bendición a otras personas como lo es a mi persona.