El temor
de Jehová es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son
verdad, todos son justos. Deseables son
más que el oro y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel y la que
destila del panal. Tu siervo es además
amonestado con ellos. En guardarlos hay
grande galardón.
¡Cuántas
veces la gente se pregunta: y dónde está Dios en esto o aquello! Le cuestionan. Le exigen.
Le faltan al respeto pensando que uno puede hablarle a Jehová como si
fuera un amigo. No te confundas. Dios no es nuestro igual. Él es Señor y nosotros somos siervos. El es el Creador y nosotros su creación. El es Padre y nosotros hijos. ¿En qué momento pensamos que se nos ha dado
autoridad para cuestionarle? Escúchalo bien:
no la tenemos. Bien nos dice la biblia
en el capítulo 38 de Job: ¿Dónde estabas tú cuando Yo fundé la tierra? ¿Quién encerró con puertas el mar? ¿Has mandado tú a la mañana en sus días? ¿Has mostrado al alba su lugar? Y estos son unos cuantos ejemplos. Aquellos que caen en el señalamiento y
crítica a Dios por “permitir” esto o aquello, son personas que tienen muy poco
o nada de conocimiento del verdadero Dios.
Cuando uno estudia la palabra y busca conocer al Dios de la biblia, no
pasa mucho tiempo para darse cuenta de que Dios es amor y al mismo tiempo
aborrece el pecado. Una y otra vez vemos
cómo el Señor nos empuja a dejar nuestros pecados atrás y realmente
convertirnos en una nueva criatura. No se
esconde en ningún momento el juicio de Dios.
Lo vemos con el diluvio, o con Ananías y su esposa y también con el
apocalipsis. Ahora, tampoco podemos
pensar que Dios es quien tiene la culpa de lo que hacemos como pecadores. Si hay guerras, maltratos, y todo tipo de
acciones malas, no se deben a que Dios no está al pendiente sino a nuestra
naturaleza misma que es pecadora. Cuando
uno da rienda suelta a su carne, todo tipo de pecado se desata y destruimos
nuestra vida y la de los que nos rodean.
Proverbios 17:20 dice: el perverso de corazón, nunca hallará el
bien. Ahora vuelve a leer el pasaje completo. ¡Jehová tiene un camino perfecto para tu
vida! Teme a él. Sus juicios son justos. Aunque no los puedas comprender. Aunque no te gusten. Sus juicios son justos. ¿Quién más justo que Aquél que nos amó tanto
que mandó a Jesús, su Unigénito sin dudar para reconciliarnos con él? El oro (o del dinero) te pueden ayudar hasta
cierto punto. La “miel” la puedes
disfrutar hasta cierto punto. Pero los
juicios del Señor, sus caminos y sus mandamientos son los que llenarán tu vida
por completo. Guardar los mandamientos
de Dios trae galardón a tu vida. Es un
beneficio para ti. Mientras el mundo
quiere encontrar el sentido de la vida y el placer, Dios nos ha mostrado cómo
podemos vivir plenos y gozosos en todo momento sin importar las
circunstancias. Obedeciendo sus
mandamientos. Temiendo al Señor. Confiando en sus juicios. Buscando su voluntad. Piénsalo.
¿Eres de los que cuestiona a Dios o de los que le alaban reconociendo
que Él es Rey?
Oración
Padre:
perdóname. Hoy entiendo mi soberbia y lo
equivocado que estaba al cuestionarte y pensar que puedo siquiera sentirme
igual a Ti. Hoy vengo con mi rodilla y
corazón doblados ante Ti reconociéndote como mi Señor y mi Salvador. Toma mi vida Señor y transfórmame para poder
entender que tus juicios son perfectos y que tus mandamientos traen bendición a
mi vida. Heme aquí mi Señor, en el
nombre de Cristo Jesús. Amén.
1 comentario:
Gracias por compartir esta meditación ,siempre busco entender acerca de los juicios de Dios , pero es muy escasa esta enseñanza , y está es una necesidad en la iglesia de hoy , Dios nos ayude a profundizar en todo lo que buscaba de Israel , ya que El sigue buscando eso mismo en nosotros entender sus juicios y tener a su Nombre, bendiciones.
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