Si alguien los visita y no lleva esta
enseñanza, no lo reciban en casa ni le den la bienvenida, pues quien le da la
bienvenida se hace cómplice de sus malas obras.
¿Qué enseñanza es a la que hace
referencia? Al mandamiento de amarnos
los unos a los otros. A permanecer en la
enseñanza y a no salirnos del camino de Jehová.
Te pido que vuelvas a leer estos dos versículos y pongas atención a lo
que Juan pide que hagamos con aquellas personas que no llevan esta
enseñanza. ¿No te parece un poco
exagerado? De cierta manera lo es. Sin embargo, esto no quiere decir que
nosotros tengamos la razón y él no. Al
contrario. La palabra de Dios es
perfecta mientras que tú y yo no lo somos.
Entonces, ¿qué debemos aprender de esto?
Que muchas veces, la biblia nos da instrucciones específicas que parecen
muy “exageradas” o que involucran un gran cambio y cuestionamos el resultado o
la relevancia de dicho cambio. Pero como
hijos de Dios, no podemos seguir comportándonos de esa manera. Ahora tu forma de pensar debe ser orientada
al crecimiento espiritual. No a
desarrollar tu cuerpo sino tu espíritu.
Entonces sí podemos entender las palabras de Juan. Piensa en esto: si una persona tiene
problemas con el abuso de alcohol, ¿sería bueno que sus amigos sean aquellos
que visitan un bar o toman seguido? ¡Por
supuesto que no! Lo único que promovería
es que siga por un mal camino. Pues de
la misma manera pasa con tu vida espiritual. Si quieres crecer en el conocimiento de Dios,
que tu fe se fortalezca, que tu vida sea transformada, que tu vivir sea
distinto, entonces, deberás poner atención a todo aquello que te rodea. Juan se está refiriendo específicamente a
aquellos que traen un pensamiento y enseñanza distinta a la biblia. ¡No los recibas en tu casa! ¡Ni siquiera les des la bienvenida! Aléjate de esas enseñanzas. No van a traer nada bueno a tu vida. Pero por el contrario, hoy en día se nos
promueve hacer lo opuesto. Escuchamos
que todas las religiones llevan a Dios.
Escuchamos que todos están bien y hay un “ser superior”. Escuchamos que no hay una verdad absoluta
sino que cada uno crea su verdad. Las redes
sociales están llenas de buenos pensamientos y buenas intenciones, sin embargo,
¿en dónde terminamos? En el mismo lugar
que describe Juan en esta carta: con personas negando la misma venida de Dios
hecho hombre. Hoy tenemos representantes
religiosos que dicen seguir a Cristo pero al mismo tiempo niegan la
biblia. “No aplica a nuestros tiempos”. “No debemos tomarla al pie de la letra”. ¿Te das cuenta? Ese tipo de personas que buscan promover
estas enseñanzas no debemos recibirlas en casa.
Ahora, no quiere decir que no debamos orar por ellas. No solo eso, debemos buscar dar testimonio de
Cristo en todo momento. Así que el
mensaje de hoy no es de juicio sino de reconciliación. El mensaje de hoy no busca señalar sino
crecer espiritualmente y aprender a tomar mejores decisiones. Cuestiona: ¿qué dejo que entre a mi
casa? ¿qué quiero que abunde en mi
hogar? Tal vez te has dejado llevar por
lo que la gente hace y no te has cuestionado qué efecto tiene en tu vida.
Oración
Señor: gracias por tu palabra. Gracias por darle dirección a mi vida y
advertirme de aquello que me aleja de ti e interrumpe mi crecimiento
espiritual. Te pido pueda crecer en
discernimiento y frene la entrada a mi casa y a mi vida de todo aquello que
está en tu contra. Quiero seguirte y
obedecerte. Toma mi vida Señor. En Cristo Jesús. Amén
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